Cap. XXIV: Nuevos amigos

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A toda  costa, quería hacerme amigo de Marina y Celeste; ya que Rebeca no iba a marginar a Ainhoa, y lo cierto era que cada vez me caía peor, al pensar que estaba enamorada de mi amor…

Comencé hablando con Marina por el móvil.

—Hola.

— ¿qué pasa? —

— ¿te apetecería quedar un día los seis, vuestros novios, Aaron y yo? —

 — ¿por? 

—Es que me apetecería charlar con vosotras, hace un  montón que no hablamos.

—Bueno, está bien.

— ¿el viernes a las siete o así?

—OK.

Al día siguiente, Ainhoa no vino con Rebeca y yo; apareció ya en el colegio con Cintia y Gema.

— ¿Qué narices le ha pasado ahora a esta con nosotros? —

—A ver… Rebe, Ainhoa está pilladísima por mi chico, y creo que le ha dado por no venir con nosotros más.

—Joder que pesada es…

—Yo la entiendo, pero hace bien en alejarse de mí. —dije comprensivo.

Llegamos al instituto y Marina y me asaltó, junto a Celeste.

—Dani, ¿qué pasa? ¿De repente te quieres hacer amigo de nosotras?

—La verdad es que sí. Si no os importa que lo sea también Rebeca. ­­—dije algo nervioso.

—Yo no voy con esa zorra. —dijo Rebeca muy cabreada.

—Vete tú con ellas, Dani. —parloteó muy enfadada.

Me fui con ella, pero me evitaba de una manera algo fastidiosa; así que fui a darle un beso a mi amor. Durante el corto pico que nos dimos Aaron y yo; aparecieron Marina y Celeste vitoreando ese besito público.

—Se os ve enamorados. —vaciló Celeste sonriendo.

Reí y me fui con ellas al entrar en clase. El panorama se veía mal: tenía a Rebeca enfada, a Ainhoa medio que me odiaba al estar yo con Aaron; y a las otras dos riéndose conmigo.

Durante el recreo, algo curioso fui a hablar con Elisa, aquella chica que vendría a Irlanda; en compañía de Celeste, Marina y Ainhoa (la cual se había acoplado para enterarse de cómo era en realidad Elisa).

—Hola. —saludé dirigiéndome a Elisa.

—Hola… —dijo Elisa algo confusa, al vernos a los cuatro, sin conocernos de nada.

—Nos han dicho que venías a Irlanda y… queríamos conocerte. —parloteé algo cortado.

—Joder, pues para vosotros que sólo vais un mes está bien; pero yo y mi hermano Carlos nos tenemos que quedar todo el verano; y cuando os vais es mazo de aburrido. —dijo muy maja, aun diciendo una bordería.

— ¿pero cuánto llevas yendo tú? —preguntó Marina sorprendida.

—Desde primero.

El resto de la conversación fueron risas y cotilleos, varios sobre mí y Aaron; que desembocaron en que Elisa nos cayese de lo más bien.

Ese viernes, después del ensayo del coro; fuimos a cenar con Marina, Tito, Celeste y Alex; en una especie de “cena de parejitas”. Daba algo de corte cuando Tito y Alex preguntaban tan interesados sobre cómo “follábamos” Aaron y yo. Como respuesta yo di que no “follábamos”, nosotros “hacíamos el amor”. Alex y Tito eran bastante majos, y las chicas se presentaron de lo más amables y divertidas. Resultaban los cuatro una agradable compañía con la que se estaba muy cómodo.

Al final de la cena (yo pagué mi parte y la de Aaron); Tito se fue con Aaron y conmigo (que íbamos en una dirección contraria a la de Celeste, Alex y Marina, que se marcharon en la otra dirección).

—Chicos, me lo he pasado muy bien con vosotros; sois muy graciosos, y hacéis muy buena pareja. —dijo Tito sonriéndonos.

Durante el camino de vuelta, le íbamos contando (más bien yo) la historia de cómo empezamos a salir. Llevábamos ya casi tres meses saliendo, y la relación se estabilizaba.

A la mañana siguiente, volvíamos a tener ensayo en el coro; el viaje era a la semana siguiente y no parábamos de ensayar; Emmanuel quería que todo saliera perfectamente en los conciertos. Además nos anunció también que estaríamos el lunes y martes del fin de semana después del primer concierto en Albacete; para asistir tranquilamente a Jerez; y ya de paso; cantar también en Sevilla.

Durante el ensayo del coro, el pianista (novio de Viola) no asistió debido a que además de nuestro pianista, era director de orquesta; y ese día tenía un concierto importante.

Anhelaba la llegada del viaje, para estar con todo el coro; éramos todos muy amigos y además; me daba mucho morbo el poder hacer el amor con Aaron y que alguien nos oyese…

Con un beso y una rosa (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora