Cap. XXVI: Una proposición indecente.

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Al entrar al instituto al día siguiente de acabar el viaje, me sentía cansado y con pocas ganas de estar allí. Aaron estaba a mi lado, también algo cansado, aunque algo más animado que yo. Dentro de pocos días sería su cumpleaños. Día 30 de mayo, una fecha bastante buena para ser tu cumpleaños; cercano al verano, no obstante, más cercano a los exámenes finales.

Tito se acercó a mí. Le miré asqueado, pensaba que estaba enamorado de Aaron, y eso me cabreaba más que cualquier cosa. Por suerte, el plasta de Alex iba detrás de él, y eso le tenía bastante ocupado.

—Hola, Dani. —saludó Tito amablemente.

—Hola. —dije algo asqueado.

—Verás, tengo que hablar contigo sobre el cumpleaños de Aaron. —farfulló Tito algo sobrado.

Aunque no quería hablar con Tito, acepté resignadamente, por no hacerle el feo a mi enemigo.

—Vale.

—Hablamos en el baño de la segunda planta durante el recreo, ¿vale?

—Está bien.

Volvíamos a ir a esos baños, donde la explosión sacudió al instituto.

A la hora del recreo me acerqué a los dichos baños bastante cabreado.

— ¿Qué narices te pasa con Aaron? —pregunté bastante enojado.

—Con él nada. Pero contigo sí.

— ¿Perdón?

—Me has robado el corazón. —dijo apasionadamente cogiéndome de la cintura.

— ¡Para, para! —grité exaltado al saber que Tito se había enamorado.

—No duermo si no es pensando en ti, no como porque estoy enamorado, enamorado de ti. —recitó Tito románticamente.

—Tito, salgo con Aaron, lo sabes.

—Déjale. Déjale por mí. Salgamos juntos. Te amo.

—Tito, lo siento, pero a mí me gusta Aaron. —dije intentando huir del baño.

Pero Tito se abalanzó sobre mí. Me cogió fuertemente del brazo. Me besó con amor. Me aparté rápidamente. Salí corriendo.

Llegué al patio jadeando.

— ¿Qué te pasa, mi amor? —preguntó Aaron confuso.

—Nada, nada. —respondí jadeante. —Solo me asustado al ver al profesor de tecnología.

—Ese asusta a cualquiera. —añadió Aaron tranquilizándome.

Cierto era que no había engañado a Aaron, no le había besado yo a él; él me había besado a mí. Pero aun así me sentía culpable. ¿Cómo se podría haber enamorado de mí Tito? No me lo esperaba, para nada. Lo peor era que en cualquier momento podría venir y soltármelo delante de Aaron.

Al día siguiente cuando bajaba al patio, Tito me asaltó y me llevó de nuevo al baño.

—Dani, ayer me dejaste sin respuesta.

—Tito, eres un chico genial, pero yo estoy enamorado de Aaron.

—Mientes, tú me quieres a mí, no mientas.

—No miento, sabes que no te quiero.

—Sí me quieres. Piénsalo, los dos, juntos, más unidos que nadie. Te haría feliz y lo sabes, no como ese simplón de Aaron.

—No, lo siento, no puedo. —dije yéndome.

Los días siguientes a ese, sentía que debía decírselo a Aaron, pero no podía, por miedo a que le pegara una paliza al pobre de Tito. Solo estaba enamorado de mí, como él tenía un colgante llamado Ainhoa.

Con un beso y una rosa (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora