Después de una clase de matemáticas con Maribel, profesora de matemáticas, salimos al recreo. Como siempre, estaba con mis amigas Rebe y Ainhoa, que no paraban de decir: "qué fuerte", "le gusta Aaron" (con un tono bastante hiriente); no obstante, me daba exactamente igual que se molestasen porque estuviera por Aaron... Misteriosamente, mi enamorado no estaba en su grupo habitual de jugar al baloncesto, hasta que...
— ¡Hola, Dani!—me sorprendió Aaron por la espalda.
Me sobresalté, pero tuve el tiempo justo de contestar.
— ¡Hola, Aaron, qué susto me has dado!—exclamé exaltado.
—Quería hablar contigo... En privado si puede ser...—dijo Aaron misteriosamente.
—Vale, vale—dije yo anhelando que fuera algo beneficioso para mí... En realidad lo era... y muchísimo... Entramos en un cubículo del baño de los chicos, mientras que Rebe y Ainhoa se quedaron esperando.
—Verás...—dijo Aaron susurrando.
—Dime...—dije misteriosamente.
—No se lo podía contar a otra persona, es algo que descubrí el otro día mientras lo hacía con Sandra... Te he elegido a ti, porque... Bueno... Creo que tú lo entenderás mejor que nadie porque...
— ¿¡JODER, TE HAS TIRADO A SANDRA!?—interrumpí. Me fastidiaba que encima me lo restregase, pero por suerte la conversación no iba precisamente por ahí.
— ¡Shhhh!—chistó Aaron.
—Perdón...—musité.
—No del todo...El caso es que... No pude, no se... bueno, o sea, que no se ponía... Y no sé...
—No te estoy entiendo, para nada—susurré con una sonrisa
—Bueno en realidad, sí lo sé, le he estado dando vueltas toda la noche y... Joder ¿Por qué me cuesta tanto decir esto en voz alta?
— ¿El qué?
—Yo... Creo que... Bueno, que soy gay. Por eso Sofía me ponía los cuernos, por eso no acabé con Sandra...—dijo Aaron aliviado, pero inciertamente seguro de lo que estaba diciendo.
No me lo podía creer... El chico del que estaba enamorado había salido del armario muy poco después de que yo lo hiciera... ¡Y conmigo! Me sentía muy feliz... Adoraba esa sensación, era como si volviera a tener ganas de vivir... ¡Tenía alguna, aunque fuera una ínfima posibilidad de que se enamorar de mí! ¿Acaso sabría ya que yo también lo era? Mejor no se lo diría, prefería seducirle lentamente, por lo menos hasta que él me diera alguna señal de que yo también le gustaba...
Sonreí. No obstante respondí deprisa, algo improvisado que no tenía casi sentido, pero tampoco sabía qué decirle así que...
—Si estás tan seguro pues... ¡Vívelo! Sé feliz, y... si eres... Encuentra a tu chico especial...—dije de una forma muy femenina.
Había sonado a proposición que no veas...
—Bueno, la verdad es que solo quería compartirlo contigo, prefiero no salir del armario públicamente de momento... No hay ni que decir que no se lo dirás a nadie... ¿Verdad? Solo quiero que tú lo sepas... Para sentirme algo más libre—dijo Aaron.
—Puedes contar conmigo...—musité—. Aunque tenga de amigas a las reinas cotillas, no dejaré que lo sepan...—dije.
—Bueno, pues ya está...—dijo Aaron aliviado.
Salí del baño, y, momentos después, lo hizo Aaron. Rebe y Ainhoa se habían ido, tan solo estaban en la puerta del baño Marina y Celeste. Marina me preguntó por qué estaba encerrado con Aaron en el baño y...
— ¿Qué hacíais Aaron y tú? Solitos... En el mismo baño...—dijo Marina muy malpensada.
Marina era una chica, de mi clase, que años atrás había sido mi mejor amiga, pero cuando me empecé a juntar con Rebeca y con Ainhoa, nos fuimos distanciando. Esta chica solía estar con Celeste, y también con Alex y con Tito, otros dos chicos de mi clase. No obstante, seguíamos teniendo una muy buena relación.
—Hablar... ¿No?—me reí.
—Ya, ya—dijo Celeste, apoyando el mal pensamiento de Marina.
—Por cierto Dani, ¿por qué no me has dicho aún que eres gay?—dijo Marina una vez Aaron se hubo marchado.
—No sé... No encuentro una razón lógica, simplemente pensé que como casi todo el mundo lo sabía ya pues...—dije pensando realmente la razón por la que no se lo había contado.
Marina no respondió. Segundos más tarde, sonó el timbre que indicaba el fin del recreo. Subí a clase muy emocionado todavía, y pensando ya en mi estrategia para enamorar a Aaron...
— ¡Dani! ¿Qué te ha dicho Aaron en el baño? Digamos que nos aburrimos de esperar y nos fuimos—musitó Ainhoa.
— ¿Y yo qué? ¿Cuándo vosotras menstruáis me toca esperar a mí, y tardáis un montón, no es así?—dije injustamente, echando balones fuera.
—No cambies de tema, ¿qué te ha dicho?—dijo Rebeca.
—Una cosa del coro, tenía una duda de afinación, y se la he resuelto—inventé sobre la marcha. ¿Por qué no había pensado antes una excusa mejor?
—Ya...—dijo Ainhoa sin creérselo.
No obstante, no pudieron averiguar lo que era, porque ellas jamás habrían pensado que Aaron también entendía.
El martes, es decir, el día siguiente, fue bastante aburrido, tuvimos un examen de inglés, y poco más, no pasó nada interesante.
El miércoles, había, como era habitual, ensayo de coro, y Aaron y yo fuimos.
— ¿Qué tal, Aaron?—pregunté.
—Bueno... Una persona que se encuentra entre las contraltos actualmente me odia...—dijo refiriéndose a Sandra.
Sandra apareció y dijo enfadada:
— ¿Pero tú sabes cómo me siento ahora? ¡He provocado que no te empalmes, o más bien lo has provocado tú! Pero no sé cómo...—dijo Sandra entre sollozos.
—En realidad tiene una explicación lógica...—dijo Aaron avergonzado, al haberlo oído mucha gente del coro, como Aura, Dafne, Viola, Felipe, Tobías, Israel...
Sandra no respondió. Se fue llorando y Viola nos miró a Aaron y a mí con una cara de "¿qué coño le habéis hecho?". Sandra no dejó el coro definitivamente, pero tardó unas semanas en volver... Viola se acercó a nosotros.
— ¿Qué le andáis haciendo a la pobre Sandra?—preguntó.
—Nosotros nada, solo que a Aaron no le gusta, y claro...—respondí yo hasta que Aaron me interrumpió.
—Gracias, Dani—interrumpió—. Bueno, pues eso, que a mí no me gusta, y el otro día se quería acostar conmigo, y yo como: "Pero que no quiero", y ella lo intentaba y era como...
—Demasiada información—rio Viola—. Discúlpate con ella
—Pero si es mala, es muy mala conmigo, y con Dani aún más—dijo Aaron molesto.
—Yo os veo muy juntos últimamente... ¿No andaréis haciendo cosas malas por ahí?—bromeó Viola.
—Oh, Aaron y yo solo somos amigos...—dije, aunque no me gustase la respuesta.
—Sí...—susurró Aaron.
— ¿Pero qué os pasa? Bueno, a ensayar—anunció Viola.
hars.᭩
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Con un beso y una rosa (Gay/Yaoi)
Romance¿Eres un adolescente? ¿Eres homosexual? Entonces ya tienes algo en común con el protagonista de esta historia. Daniel Villanueva cae rendido ante los encantos de otro chico... Aaron Mendoza. A lo largo de la historia, se va desarrollando una trama q...