Capitulo XXVII

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Las calles se encontraban mojadas, grandes gotas caían provenientes del cielo azulado. El clima estaba bastante húmedo y frío. La luna hoy no lucia tan bonita como otros días. Un impaciente y ansioso alfa se encontraba dando vueltas por toda su sala, verificando una y otra vez su teléfono y el reloj que se encontraba colgado en la pared.
Taehyung había excedido el límite de impuntualidad, hace dos horas se suponía que debía haber llegado.

-Hijo, ¿puedes dejar de caminar en círculos? Me pones nerviosa. - habló una mujer a sus espaldas.

-Mamá, Tae no viene, ¿qué se supone que haga? - cuestionó el azabache, pasando una mano por su nuca.

-¿Probaste con llamarlo? - habló una voz más gruesa detrás de él. Su padre estaba preocupado.

Y es que ese era la causa del por qué se sentía tan ansioso. Jungkook había estado tratando de localizar por todos los medios posibles a Taehyung, incluso llamó a su hermano, pero ninguno atendía el teléfono. Estaba preocupado, hace dos horas el menor le avisó que se encontraba saliendo de su casa, camino a la suya, después de eso la comunicación se perdió.

¿Y si le había pasado algo malo? El Jeon menor negó con la cabeza, no podía pensar en esas cosas justo ahora, quizás el castaño se retrasó y ya debe estar llegando. Debía pensar en positivo.

Jungkook se sobresaltó al escuchar su teléfono sonar, rápidamente verificó si era el omega, pero para su sorpresa era un número desconocido.

-¿Hola? - contestó el alfa menor, mientras retomaba su caminata por la sala.

Un sollozo se escuchó al otro lado de línea, alterando completamente al azabache. - Jungkook, soy la señora Kim, los gemelos sufrieron un accidente automovilístico, estamos en el hospital de la última vez, ven por favor.

El móvil que mantenía en su oreja, dio a caer a uno de los sillones más cercanos, sin despedirse ni terminar de procesar la información, salió corriendo hacia su auto.

El menor de los Jeon llegó en menos de 10 minutos, mantenía la ropa casi mojada, dado a la fuerte tormenta que había fuera del hospital.
Rodeo toda la primera planta, sin encontrar rastro alguno de la familia Kim, por lo que subió a la segunda planta visualizando desde lo lejos como la alfa se hallaba hablando por teléfono, mientras lágrimas recorrían sus mejillas. El azabache palideceo, estaba pensando lo peor; a paso rápido se acercó a esta de manera sutil.

-Buenas noches... - trató de comunicar el menor, pero unos brazos rodearon su cuerpo. La señora Kim lo estaba abrazando mientras lloraba inconsolablemente.

La peli castaña corto tal afectó segundos después. - Lo siento, estamos bastante preocupados. - mencionó la mujer, sorbiendose la nariz - Él es el señor Kim. - presentó, señalando al hombre sentado en una de las bancas, increíblemente tenía la misma cara que los gemelos - Querido él es Jungkook, la pareja de Tae.

A Jungkook le hubiera encantado conocer a su futuro suegro de otra manera, no estaban en las mejores de las situaciones pero aún así trato de sonreír lo mejor que pudo, estrechándole la mano al contrario.

-Mucho gusto, joven Jeon, no nos estamos conociendo en la mejor de las circunstancias, pero estoy seguro que mi hijo hizo una buena elección contigo. - expresó el mayor guiñándole el ojo.

El aludido frunció el ceño, ¿como sabía su apellido? ¿Y por que dijo "mi hijo hizo una buena elección"? ¿Lo habría investigado? Negó mentalmente, no podía estar pensando en esas cosas justo ahora, cuando ni si quiera sabía que estaba pasando con el padre de su hijo.

-Señores Kim, ¿qué pasó con Taehyung? - cuestionó tembloroso el menor, tenía miedo de la respuesta.

-Jungkook, hace un poco más de una hora nos llamaron de este mismo hospital avisándonos que los gemelos sufrieron un accidente automovilístico, al parecer un idiota conducía ebrio y chocó con el auto en el que iban ellos. - procedió la mujer que parecía como si las palabras sólo salieran de manera automática - Vinimos lo más rápido posible y aún nadie nos da noticias de ellos, no queremos pensar lo peor, pero sabíamos que debíamos avisarte.

No soy tu omega - KOOKV/KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora