Life Answers •| Los CoMPaS

#11

– Necesito 1 hora más de descanso al día. – le dijo a su jefe.

– Te bajará un poco el sueldo.

– ¿P-pero cómo si es solo 1 hora?

– Dije "un poco".

– ¿Y cuánto sería?

– **

– ... – realmente no era nada.

– Acepta, esa hora vale mucho más que eso.

– Acepto 

– Trato hecho. 

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Luego de hablar un rato con Mike, inició su plan.

– Bien, a empezar con la investigación. – Trolli se sobó las manos, estaba ansioso.

– ¿Por dónde empezarás?

– Por donde todo inició: el trabajo de Scarlett.

Llegó a donde su hermana trabajaba. Era en una construcción. No por nada solía llegar molida a casa. Fue directo a la oficina del jefe, pero ya estaba cerrada.

– ¿Qué te esperabas? es de noche. – le recordó.

– No puedo venir de día... – se apoyó en la puerta.

– ... – pensó. – no robarás nada, así que... fuerza la cerradura. 

– ¿Hablas en serio?

– Solo quieres saber quién mató a tu hermana, no robarás ni romperás por placer. – suspiró.

– Ok – entró luego de unos minutos. – deben tener el documento del despido, o por lo menos la ficha antigua, el contrato, algo así.

– Espero que no hayan guardias en el recinto.

– Mierda, tienes razón. Mejor me apresuro. – revolvió los cajones. Abrió maletines, registró la oficina entera. – encontré... el documento del despido. – se sentó en una silla.

Motivo de despido: ----

– Siempre se pone el motivo.

– Mierda, sabía que había algo raro. – se echó la hoja al bolsillo. – pero no prueba nada. ¿Debería seguir revisando?

– Oigo pasos, corre.

– Oh no. – se escondió detrás de la puerta.

– ¿¡Entraron a la oficina del jefe?! – dos guardias con un perro entraron a la sala.

Trolli salió de detrás de la puerta y cerró antes de salir corriendo. Escuchó mientras se alejaba al perro ladrar. Se subió a una plataforma y escondió entre unas tablas, con la esperanza de no ser detectado. Pero vio sangre seca en la madera.

– ... – eso no se veía todos los días. Era una franja, no es que haya sido poco. 

– No hay tiempo, sal de ahí. 

Saltó por unas bigas y desapareció por las calles. Decidió volver al otro día en la noche. 

Esta vez, venía más temprano, pues no había hablado con Mike.

– Que esté, que esté, que esté... – tocó la puerta. Sonrió al ver al jefe. – buenas noches.

– Buenas, estaba a punto de irme. – se había quedado más tiempo por ordenar todo lo que Trolli revolvió la noche anterior. – ¿busca trabajo?

– No, pero... mi hermana, Scarlett, trabajó aquí hace 1 mes aproximadamente.

– ¿S-Scarlett Hervás?

– Sí

– ... No puedo ayudarle.

– Sé que miente.

– No lo hago.

– Sus latidos se apresuraron.

Ahora el azabache estaba seguro de que mentía.

– Adiós – Trolli se fue. 

– Uff⁓

Fue hasta donde había visto la franja de sangre y con una cierra le sacó el trozo a la madera. 
Al día siguiente, fue a un laboratorio a pedir que lo examinaran. Le costó un poco de dinero pero valía la pena. Mientras esperaba los resultados, Mike le sorprendió con otra visita.

– Hola Trolli.

– Hola, que gusto verte. – se sacó la chaqueta y lo besó.

Pero el menor le tiró del polo para volver a acercarlo apenas quiso ir a cocinarse algo.

– ¿Tienes hambre? – sonrió.

– Eh, Mikel... – cómo le explicaba que una tercera persona oiría y prácticamente vería lo que hicieran.

– No te preocupes por mí, ya te oí tu primera vez.

El mayor se sonrojó.

– Oh vamos... – bajó una mano y le tocó la entrepierna por encima del pantalón.

– Mike⁓ hoy no tengo ganas, estoy cansado. – le sujetó las manos y se las besó. – por favor dame tiempo.

– Oki, está bien. – le robó otro beso y le dejó cocinar.

   

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– ¿Qué arrojó la prueba de sangre?

– El ADN coincide con Jorge Fuentes, es un hombre de 40 años. – dijo una mujer mientras le entregaba las hojas. – no sé lo que buscaba con esto pero espero que haya servido.

– Muchas gracias, sirvió de mucho.

Salió y se dirigió hacia la construcción de nuevo.

Ese era el nombre del jefe de Scarlett, y Trolli lo sabía muy bien.