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Tocó la puerta, pidiendo permiso para entrar a su salón ya que llegaba tarde.

– Pase – se hoyó desde dentro.

– Hola. Lo siento por llegar tarde, hubo un accidente.

– Solo siéntese y preste atención.

– C-claro...

¿Por qué estás nervioso?

Se sentó en un banco.

– Hay mucha gente... – murmuró.

No seas ridículo. Si pareces nervioso te verán débil y hablarán cosas de ti por ese motivo, porque creen que pueden hacerlo sin consecuencias. Si pides respeto, hazte ver como alguien imposible de intimidar.

El azabache se quedó callado y pareció soltarse. Sus tensos músculos se relajaron y le prestó atención a la pizarra, donde el profesor escribía.
Unas 3 horas después, Trolli se llevó un regaño del alma por una pequeña desconcentración.

Salió tarde de la universidad. Llegó a casa y comenzó a prepararle comida a Scarlett ya que sabía que llegaría hambrienta.

– ¿Por qué no llega? ¿lo sabes? – ya eran las 12 de la noche.

– ...

– ¿¡Mierda lo sabes?!

– ¿Me crees dios? 

– Ella llega tarde, pero no TAN tarde. 

– Espera un poco más.

Otra hora pasó.

– Las 1 de la mañana... – tomó su celular. – llamaré a la policía. 

El sonido del timbre lo hizo detenerse. Corrió a la puerta y vio a su hermana, pero no estaba solo ella.

– Su hermana está con un arresto domiciliario hasta dentro de 5 días.

– ¿Cómo? ¿¡Por qué?!

– Robo 

El alma pensó que era otro motivo, se sorprendió al igual que el azabache al oír eso.
La chica entró y los policías se despidieron. Trolli cerró la puerta.

– S-Scarlett... – estaba en blanco.

– Lo siento.

– ¡¿Por qué lo hiciste?!

– No te dije nada, pero nuestra economía no iba bien y hoy en la mañana me despidieron.

– Sé que no iba bien, por algo te esforzabas tanto.

– Un despido nos derrumbaría, y pasó... Entré en pánico e hice una locura por intentar conseguir dinero. Soy consciente de que solo lo empeoró, ya ni puedo salir... 

Trolli la abrazó.

– Tranquila, hallaremos una manera.

– P-pero no hay.

– Me conseguiré un buen trabajo, no solo como empaquetador de supermercado.

– Tienes que ir a la universidad, eso te demanda mucho tiempo.

Ni se te ocurra faltar. – gruñó. – es el tiempo menos malgastado que usas en el día.

– Tendré un horario nocturno.

– No creo que sea la mejor-...

– ¿Queda otra opción?

– ... No.

– Estaré bien.

Al día siguiente fue a la universidad y apenas salió fue a un restaurante a pedir trabajo de mesero. Cuando iba a entrar fue interrumpido por su compañero de alma.

– Chico, amárrate el pelo, no lo tienes tan largo pero alcanza para una decente.

– ¿Para qué mierda?

– Es común en las películas, series, animes, mangas etc. que los meseros tengan el pelo amarrado. Es algo que se ve bastante. Por lo que la gente está familiarizada con eso, hay más probabilidades de que te contraten si llevas una.

– Bueno... – dudó un poco.

Sacó un elástico que llevaba en su muñeca normalmente y se lo ató. Entró de una vez y fue a hablar con alguien.

– Hola, ¿Qué busca?

– Trabajo. Me gustaría ser mesero, pero cualquiera está bien. Lo único que pido es un horario nocturno.

– La verdad este es un local con mucha clientela, de noche es igual...

"Por eso lo elegí", pensó Trolli.

– Está contratado como mesero.

– Gracias, ¿puedo empezar hoy mismo?

– Sí, comienza a las 9, ¿está bien?

– Claro

– En este contrato hay más información. Que tenga un buen día. – le entregó el papel y se fue.

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