─ chapter vii

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capítulo siete
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CUANDO SACARON A ZEMO DE PRISIÓN, nunca se imaginaron que recibirían la ayuda de un auténtico Barón poseedor de una formidable fortuna familiar que resultó de gran ayuda para el propósito de la misión

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CUANDO SACARON A ZEMO DE PRISIÓN, nunca se imaginaron que recibirían la ayuda de un auténtico Barón poseedor de una formidable fortuna familiar que resultó de gran ayuda para el propósito de la misión.

Viajar a bordo de un jet privado era mucho más cómodo que hacerlo en un avión militar fácil de rastrear para el ejército americano y por ende, para John Walker. Audrey no era alguien acostumbrada a lo ostentoso o las comodidades, en realidad desde joven había aprendido a vivir con lo más básico y adaptarse a las situaciones, pero debía admitir que poder descansar sobre un confortable asiento reclinable después de no tener ningún momento de reposo en 48 horas, era verdaderamente revitalizador.

Pero parecía que tanto Sam como James no eran capaces de relajarse ni por un segundo, pues el misticismo de Zemo respecto a donde se dirigían los mantenía con la guardia en alto.

—¿Porqué no nos dices a donde vamos?—Sam inquirió impasible.

—Lo lamento. Es solo que quede fascinado por esto.—el sokoviano no parecía tener intención de responder realmente y miraba con interés el interior del libro entre sus manos—No se como llamarlo, pero esta parte parece ser importante. ¿Quién es Nakajima?

Bucky inmediatamente se lanzó contra el Barón y lo tomó por el cuello con su brazo metálico.—Si vuelves a tomarlo, te mato.—amenazó, arrebatándole la pequeña libreta que en algún punto le había sacado del bolsillo de su chaqueta.

—James.—Audrey intervino al ver el coraje en los ojos de ex-soldado—Bucky.—este finalmente la miró de reojo—No puedes tocarle un pelo hasta que nos haya sido de utilidad.—le recordó. Bucky lo soltó del cuello con brusquedad y volvió a su asiento frente a Sam—Y tú,—dijo severa hacia Zemo, que estaba sentado frente a ella—deja de ser un dolor tan grande en el trasero, ¿quieres?

El hombre asintió, ligeramente divertido.—Perdón.—se disculpó con James—Conozco esa lista de nombres. Es de quienes dañaste siendo el Soldado del Invierno.

Bucky lo miró con genuino odio, antes de que Sam cambiara oportunamente de tema.—Era de Steve cuando lo descongelaron.—dijo, refiriéndose a la libreta de bolsillo.

Audrey también reconoció el pequeño cuaderno. Era el único recuerdo que a James le quedaba de su mejor amigo, y ella había escrito en el algunas recomendaciones de música, libros, series y películas para Bucky, durante el corto tiempo que estuvieron juntos tras el blip. Se preguntaba si había hecho caso de alguna de sus "imperdibles recomendaciones", o simplemente había decidido escribir su propia lista de nombres sobre ellas.

NO TIME TO DIE ✧ bucky barnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora