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capítulo diez
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DECIR QUE LE SORPRENDÍA LA APARICIÓN DE Ayo era una mentira

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DECIR QUE LE SORPRENDÍA LA APARICIÓN DE Ayo era una mentira. Desde el momento en que aceptó ayudar a sacar a Zemo de prisión, Audrey solo estuvo esperando la inevitable intercepción de parte de Wakanda. No estaba sorprendida, pero tampoco se sentía precisamente orgullosa de haber liberador al culpable de la muerte del rey de la nación que la acogió y ayudó cuando lo necesitó.

—¿Porqué lo han liberado?—Ayo pasaba de uno al otro su mirada, en busca de una respuesta válida.

—Para que nos ayude.—fue Bucky quien contestó.

—Con tiempo, voluntad y recursos, te extrajimos la programación del Soldado del Invierno como piel podrida.—le recordó a James, mientras caminaba a su alrededor y lo observaba con desaprobación—Y a ti,—miró de la misma manera intimidante a Audrey—te curamos las heridas y reparamos tu lindo rostro, nada más para que salieras a traicionarnos.

—Ayo.—resopló la agente—No tenemos como pagarles todo lo que ustedes hicieron por nosotros. Shuri, tú...

—Zemo asesinó a nuestro rey T'Chaka en la ONU.—soltó mordaz—El hombre que nos eligió, que me eligió para protegerlo.

—Lo entendemos. No lo hubiéramos sacado de prisión de no ser completamente necesario.—Audrey habló—En cuanto haya cumplido su propósito...

—¿Qué pensarían los niños de Wakanda, Audrey?—le interrumpió. Inmediatamente el rostro de la agente se nubló y su cuerpo se tensó—¿Qué pensarían si supieran que quien tanto admiraban traicionó a su pueblo?

El fin justifica los medios.—Bucky dijo en wakandiano, desviando la atención de Ayo hacia él.

La dora milaje lo contempló varios segundos antes de hablar.—Tienen ocho horas, Lobo Blanco, Leona Madre.—los observó severa—Luego vendremos por él.—advirtió.

Bucky le entregó las cuentas negras que los había llevado hasta ahí y se marchó del callejón. James y Audrey hicieron lo mismo, volviendo al punto de encuentro con Sam y Zemo.

—¿Estas bien?—mientras caminaban de regreso, el ex-solado pudo notar el desasosiego en el rostro de la agente.

Ella asintió con la cabeza.—Sabía las consecuencias de lo que hacíamos.—habló—Ayo solo dijo la verdad.

Al regresar se encontraron con una de las tantas propiedades llena de comodidades pertenecientes al Barón, quien tranquilamente salía de haberse dado una ducha.

—No tardaron mucho "caminando".—comentó el sokoviano con una sonrisa cómplice al verlos llegar juntos.

Audrey lo observó con odio, no solo por su comentario, sino también por todo lo que había causado el haberlo sacado de la cárcel.

NO TIME TO DIE ✧ bucky barnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora