─ chapter xx

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capítulo veinte
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Bucarest,
Rumania
2015

LAS CALLES RUMANAS SE CUBRÍAN DE BLANCO Y las luces rojas y verdes decoraban cada rincón de la ciudad. Todo parecía mágico en esa época del año. Pero lo que no era para nada mágico era el congelarse a pesar de usar tres suéteres y dos chaquetas, o eso era lo que la joven castaña pensaba mientras apresuraba su paso lo más que podía para llegar a su edificio, donde aunque no hubiera calefacción, podría desprenderse de una de sus chaquetas.

Le gustaba la navidad, pero jamás el frío.

A la entrada del complejo de departamento en el que llevaba viviendo medio año, se encargó de sacudir la nieve de sus botas antes de ingresar. El conserje del edificio tenía muy mal genio cuando de secar la nieve derretida se trataba.

—¡Pero seguro que debes tener novia!

No, no tengo.

Al subir los primeros escalones que conducían al primer piso, la joven se encontró con los dueños de las voces que escuchó nada más entrar al viejo y descuidado edificio. Se trataba de nada mas y nada menos que James, su vecino de al lado, que parecía acabar de llegar cuando Mihaela, la mujer que vivía en el piso abajo de ellos, lo interceptó en medio de las escaleras.

En ese caso, tal vez deberíamos salir a cenar juntos.—la rubia mujer sugirió, bajando un escalón más para quedar aún más cerca de él, sin importarle en realidad lo incómodo que esto lo ponía—¿Qué te parece el sábado?—le sonreía con tal coquetería que rozaba lo patético.

Yo no creo...

—¡Hey!—la joven hizo notar su presencia de repente, dándole la oportunidad a James de bajar un escalón para alejarse bruscamente de Mihaela.

Wendy.—su nombre escapó de sus labios con demasiado entusiasmo.

Agradecía que hubiera llegado en el momento preciso.

No interrumpo nada, ¿verdad?—la castaña preguntó fingiendo inocencia, a la vez que subía hasta quedar en el escalón en medio de ambos.

La sola mirada que Mihaela le dirigió le hizo saber que de poder, le clavaría sus afiladas uñas en la garganta por haber frustrado su intento de conquista.—Para nada, Wendy.—le sonrió de la manera más forzada posible, haciendo que las arrugas alrededor de sus ojos se notaran más de lo usual.

Que alivio, porque hay algo que necesito discutir contigo, James.—volvió su atención al hombre de cabello largo de capucha—Es sobre la humedad en la pared.—mencionó.

NO TIME TO DIE ✧ bucky barnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora