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A la noche puse una película aleatoria para tener un fondo mientras estaba en la cama, invité a Poly a subirse conmigo y accedió felizmente enroscándose en ella misma en la punta de la cama. Me distraje a los minutos con mi celular y la curiosidad me carcomió, googleé a Nicole otra vez, lo primero que me salían era una lista de los mejores diez vestidos en la gala de París, de hoy por la tarde. Bajé hasta el puesto número seis, donde ella posaba seductoramente con unos pantalones negros acampanados y una blusa un poco transparente con brillos dentro. Sonreí al pensar en cómo me producía yo mismo para esos eventos y mis shows en la antigüedad, en cómo siempre estaba en el primer puesto de las celebridades mejor vestidas. Sentía que fue en otra vida.
En la nota ponían el link de sus redes sociales así que rápidamente me desvié a su Instagram para ver más, tenía alrededor de ochocientos mil seguidores, seguía a trescientos once. Busqué si entre esos seguidos estaba mi antigua cuenta que ya no abría hace un año y efectivamente allí estaba, ella me seguía.
Seguí bajando a sus publicaciones, la última había sido hace tres días sobre uno de sus trabajos. En varías fotos salía Poly y algunos amigos o conocidos de ella. La mayoría eran de sus trabajos, algunas de las fotos más antiguas eran las de PlayBoy con las que me había tocado hace varios días. Cerré la aplicación instantáneamente y dejé el celular a lo lejos, no quería revivir eso.
Pareció a propósito que mi celular sonara en ese momento y su nombre brillara en él. Me senté en la cama y descolgué para contestarle. Era extraño que llamara a las once de la noche.
-Hola. -Sonaba exhausta.
-¿Cómo estuvo?
-Estuvo bien, creí que sería peor. -Reí. A mi tampoco me gustaba ir a esos eventos. -Perdón por llamarte a esa hora, son como las... doce allá, ¿no?
-Once. -Corregí.
-Solo quería saber cómo estabas. -Se escuchaba algunos aparatos prendiéndose y unos golpes mientras ella hablaba, como si estuviera prendiendo alguna luz.
-Poly esta bien, está durmiendo junto a mi. -La miré teniendo los ojos cerrados.
-¿La dejas dormir junto a ti? -Preguntó bromeando, sorprendida.
-No soy tan malo como parezco.
-Esta bien, pero preguntaba cómo estabas tú.
-¿Yo? Estoy bien.
-Volveré mañana por la noche, buscaré a Poly apenas llegue para que no te moleste más y si necesitas que hablemos podemos hacerlo.
-Estoy bien, Nicole, en serio. Y Poly no es una molestia.
-Te dejo descansar, yo haré lo mismo. Acabo de sacarme los zapatos y es el cíelo. -Carcajeó.
