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Todos gritaron y aplaudieron animado a mi amigo. Se bajó los pantalones y corrió hasta el mar, morimos de la risa al verlo desnudo corriendo. La parte de su espalda baja no fue una de las mejores vistas que tuve ninguna alguna vez. Alex nos levantó el dedo del medio desde el agua.

   Ya hacía un mes que estábamos juntos, era nuestra última noche juntos acá. Me había divertido sin parar cada día. Compusimos un álbum completo, quedaban mínimos detalles por ver junto al orden de las canciones. Me sentía listo para llevarlo a la discográfica y lanzarlo, completamente listo, con seguridad, confianza.
Jeffrey estaba más que contento, era lo que había querido durante años y finalmente habíamos regresado a hacerlo.

A la hora de dormir me arropé por última vez en la inmensa cama, estaba bastante ebrio con las copas que ingerimos como festejo de último día. El sonido del agua afuera ayudaba a relajarme aún más, si eso era posible.

El día que volví a Jamaica, luego del fin de semana difícil con Nicki, estaba derrotado, decaído y me sentía mal. La extrañaba y me sentía culpable por como la traté. No hablamos más desde ese día. No me llamó, tampoco la llamé. Mi estadía se había alargado aquí, ni siquiera sabía si ella seguía en Argentina. Pasó un mes.

Me pregunté todos los días si había leído la carta que le escribí, no era mi intención que la leyera pero había quedado en el cajon, no tenía un destinatario. Esperaba que supiera que era para ella.

A la semana les conté todo a mis amigos, desde mi problema con tener sexo con ella hasta que había llegado drogada. Ellos me entendieron y reconocieron que ese no fue un buen fin de semana para ninguno de los dos, habíamos acordado encontrarnos para pasarla bien y fue un desastre. También, se dieron cuenta que Nicole me gustaba hasta la médula. Pensé todos los días en ella, me preguntaba si estaría bien llamándola o no, opté por la segunda opción pensando que tal vez lo haría ella. No lo hizo. ¿Por qué lo haría?

¿Debería llamarla? Calculé el horario en mi mente, Reino Unido estaba cinco horas por delante de Jamaica. Eran las tres, allí serían las ocho. ¿Será muy temprano? Podía excusarme con el cambio de horario. Ni siquiera sabía si estaba ahí.
De todos modos, ¿debería llamar? Antes de hacerlo la busqué en internet. Hacia bastante no lo hacía; sabía que estaba mal. No me resistí. ¡Ah! ¿Por qué hice eso?

   Las primeras tres noticias era sobre una publicidad que estaba haciendo, sonreí al ver las fotos. Una noticia hablaba de sus datos principales, estuve tentado a picarle — el cincuenta por ciento de eso seguro era mentira— y con el último se me paralizó el corazón;

"Está devastada.": Nicki Nicole llora la muerte de Poly, el Border Collie que la acompañó durante tres años.
   "En pleno éxito, Nicole Cucco más conocida como Nicki Nicole se encuentra sufriendo una gran tristeza, pues su perra Border Collie de nombre Poly ha perdido la vida a los siete años. A través de varias historias de Instagram, sus amigos cercanos postraron momentos junto al can y hasta fotos de su amiga con la perrita; "La tristeza más grande, te amamos Poly." escribió uno de sus amigos. Donde en una próxima historia remarcaba que estaba devastada pero debía ser fuerte."

    Busqué más información, busqué a su amiga en las redes sociales, la que mencionaba en el artículo y efectivamente era así. La ultima foto subida fue hace un día junto a una foto de Nicki y Poly. Estaban sentadas en una playa, Nicole le compartía un cono de helado a Poly.
    Quise llorar.

   La llamé media hora después de asimilar todo. No podía no hacerlo. Atendió al quinto tono, cuando ya pensaba cortar.

-¿Hola? -Habló dormida.

-¿Te desperté?

-Lo siento, ¿quién habla?

-Soy... Mateo. -Casi susurré, ¿ya se había olvidado de mi voz? Yo no lo había hecho.

No Volveré a Caer |MetGala 2| - TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora