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⌦ CONTENIDO ADULTO



Me siento realmente mal.

-Necesitas levantarte, dale. holes a mierda. -mi amigo tiró de mi brazo, sentí que casi iba a arrancármelo.

-Tenía el cabello grasoso, la barba larga y si, un aroma no muy gustoso para la gente. Hacía aproximadamente cinco días que no me bañaba ni abría una ventana. Había entrado en un trance constante de angustia, ansiedad y depresión el cual prefería no levantarme. No quería hacer nada. Incluso, cuando me sentó bruscamente y abrió las cortinas, me mareé. Creo que hacía años no veía la luz del sol.

-Mitch está en la sala. Vamos a comprar unas guitarras para animarnos, escribir, relajarnos.

-Prefiero quedarme.

-Si, yo también preferiría que te quedaras. Ahora arriba, necesitas bañarte ahora mismo. Y comer algo que no sea hamburguesas. -Movió con el pie el envoltorio tirado al suelo. -¿Desde cuando comes carne todo el tiempo?

-Es de pescado.

Hizo cara de asco, dijo que llamaría a alguien para que limpie mientras no estábamos y salió de la habitación dejándome solo. Con el mayor esfuerzo que pude, que pareció cansarme más de lo que debería, me pare de la cama y caminé hasta el baño. Estaba demacrado, ojeras, barba y párpados asquerosamente caídos. Incluso me habían salido un par de espinillas que intente apretar mientras la ducha se calentaba lo suficiente, fue peor, se hincharon y me hicieron ver terrible. Por suerte, durante el baño con vapor desaparecieron un poco, junto al cansancio en mis hombros y el dolor de pecho. La espalda me estaba matando, de todos modos. Ponerme el pantalón fue una tortura, las zapatillas otro tanto. Noté que estaban bastante sucias, no me importó. Los zapatos limpios era de gente pretenciosa.

Al salir de casa Jeff parecía ser el único con ánimos, pues el carácter tranquilo de Mitch y mis nulas ganas de estar fuera de mi cama no ayudaban mucho a la situación. Propuso caminar, me pregunté por qué no me negué y entré a la casa allí mismo. Literalmente era todo lo que no quería hacer. Sin embargo, en silencio, lo hicimos.
Mientras caminamos pensé en mi mamá, en lo tranquila que debería estar ella junto a su gato, su misterioso novio que se negaba a presentar —en ese aspecto había salido a ella— tomando té en su jardín. Algún día debería llegar a la casa sin previo aviso y encontrarla con ese hombre. Mi hermana, Gemma, dice que una vez los vio. Sin querer, pero queriendo. Fue a la casa de la vecina en realidad, porque ellas eran amigas. Contó que los vio en el jardín delantero dándose un beso en la boca. Ella se escondió para que no la vieran y poder sacar un poco más de información. Lo único que supo es que era era un nombre muy alto, uno ochenta probablemente, de cabello blanco, tez blanca y creía que ojos miel pero lo dudaba porque no veía bien de lejos.
No tenía idea por qué nuestra propia madre no confiaba en sus hijos como para contarnos que estaba saliendo con alguien. Puede que sea porque ni siquiera estaban saliendo y solo conociéndose, o algo mas.
El pensamiento me dio escalofríos así que miré a Jeffrey para olvidarlo. Ese tipo siempre estaba contento, o eso precia. Tenía cara de tonto, de buen tipo, amistoso. Lo era, menos cuando no hacía mi trabajo, eso lo enojaba. De igual modo me tenia una paciencia monumental. Me la tuvo por años.

Llegamos al local. Me sorprendí al ver que no era nada novedoso, más bien, estaba bastante venido abajo. Pero adentro tenía unas vibras de los setentas que me sentí un poco en casa. Discos de vinilos colgados en la pared de ladrillo junto a unas luces verdes y violetas de neón, que aunque fuera de día podían verse igual por la tenue luz que había adentro y la falta de ventanas. Muchísimas guitarras una al lado de la otra, de todos los colores, eléctricas, acústicas, con cuerdas de metal, de nylon, semiacústicas. Del otro lado de la pared había amplificadores y accesorios de guitarras como afinadores, fundas, púas. Estaba lleno de plantas verdes por todos lados, colgaban de estantes y hasta en algunas las hojas llegaban al piso de lo largas que eran. La música reproduciéndose era excelente, para variar, "Roxy Music" sonando a un volumen bastante fuerte pero se podía escuchar o hablar tranquilamente. Oh, ¿Podríamos quedarnos un buen rato aquí? O, ¿Podría tener un colapso depresivo aquí mismo? Me sentía a gusto.

No Volveré a Caer |MetGala 2| - TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora