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El sol brillaba espantosamente fuerte traspasando mis párpados. Abrí los ojos despacio, la cabeza me dolía.
   Una voz a lo lejos llamó mi atención buscando a alguien en la cama, pero no se encontraba nadie allí. Agudicé los oídos dándome cuenta que era una mujer que hablaba pero, en otro idioma que no lograba descifrar.

Tuve recuerdos perdidos de Maggie abrazándome la noche anterior. Del amor de mi vida sosteniéndome dulcemente mientras me calmaba, relajaba y dormía junto a ella.

    Me puse de pie con cuidado de no marearme, cerrando las cortinas y la puerta para que ella no me oyera despierto. Necesitaba aclarar mi mente. En el fondo lo sabía; la que estaba en allá sala no era mi mujer. Cuando logré respirar, me asomé y vi a Nicole sentada en el sillón hablando por teléfono. Decepcionado y odiándome por eso. Sentía que me estaba volviendo loco.

Luego de tomarme una ducha y vestirme, ya que estaba desnudo e incluso seguía sudado de anoche. No quería que Nicole me viera en el peor de mis estados aunque verdaderamente ya lo había hecho. Por lo menos, no quería que lo haga estando yo consciente.

Estaba arrepentido de todo, otra vez. Maggie me lo había dicho. Maggie sabía de todo esto y estaba adolorida por como la estoy engañando. ¿Cómo me atrevía a tocar a otra mujer? Siquiera pensar en ella, acariciarla, besarla y peor aún; disfrutar de ello. Era un hijo de puta. Mi prometida en el peor de los infiernos y yo teniendo sentimientos por otra persona. Que era colmo, se me confundían con antiguas visiones.

Otra vez, tenía el pantalón elegante de ayer y una remera mía, la misma que llevaba anoche. Seguía hablando concentrada en otro idioma con la persona del teléfono, asentía y arrugaba la nariz en algunos momentos. ¿Con quién hablaba tanto tiempo? Luego de escuchar un poco más descubrí que era Italiano. Me acerqué. El cabello todavía me goteaba y me sentía limpio, fundado en prendas suaves de algodón. Me vió con una sonrisa.

Aparte de mi ataque de pánico, la noche junto a ella había sido estupenda. Tan rápido como me besó ya estábamos en la cama quitándonos la ropa. Un total descaro de mi parte. Decidí dar lo mejor de mi y dejar mis pensamientos atrás, ignoré todo concentrándome en Nicki. El placer de tocar su suave y cremosa piel con mis manos. Cada lugar de ella era perfecto y me aseguré de observarla con determinación. Mi parte favorita había sido cuando me miró con los ojos llenos de placer retorciéndose debajo de mi, teníamos las manos entrelazadas mientras entraba y salía de ella. Fue todo un espectáculo que se volvió aún mejor cuando dormimos abrazados. Me había encantado y me dolía horriblemente el pecho por ello. Era espantoso, luego de todo lo que sentí mientras hacíamos el amor; imaginar a mi ex prometida abrazándome. Una burla.

-No te oí despertar.

-No sabía que hablabas italiano.

-es obligación hablar italiano. -Asentí sonriéndole, me parecía adorable. No quería sobrepasarme otra vez.
-Y aparte, estamos en Italia. Hablando de eso, ¿Hasta cuando te quedarás en Milán?

-Hasta mañana, vuelvo a Los Ángeles.

-¿Qué harás allí? -Inclinó la cabeza a un costado.

-Yo... voy a firmar con la discográfica. -Abrió la boca sorprendida y susurró "no te creo" -Dos albums y dos giras.

-¡Oh, por dios! ¿Por qué no me lo dijiste? Estoy muy feliz por ti. -Nicki agarró mis mejillas y besó cada una de ellas. Bajé la cabeza. -Cuéntame más.

   Se sentó junto a mi prestándome absoluta atención con una sonrisa.

-Terminamos el álbum en Jamaica y mi gerente no me dio muchas opciones, los llamó y arreglo todo. Ellos me quieren de vuelta realmente... -Iba a decir que estaba asustado. Intenté buscar una mejor excusa. - ...estoy feliz. -Agarré su mano sintiendo un fuerte cosquilleo en ella, soltándola otra vez. Quedó un apretón a medias. -¿Tu dónde iras?

No Volveré a Caer |MetGala 2| - TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora