No Volveré a Caer |MetGala 2| - Trueno

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Poly se quedó conmigo en su casa mientras Nicki fue a un evento al que no podía faltar, me dijo que no la espere despierto y me beso en los labios. A las once de la noche recibí un mensaje de ella con una foto de lo que tenía puesto, era un vestido ajustado al cuerpo arriba y bolado abajo, estaba maquillaba y llevaba los labios rojos. Ya quería que llegue a casa.

Hablé con Jeff por mensaje acordándome la hora que pasaría por mi por el aeropuerto, me preguntó qué tal iban las cosas y le dije que todo estaba bien, no quería contarle mucho. Dijo que habían tenido un montón de nuevas ideas y que Alex se ahogó en el mar, haciéndome reír con la anécdota. También, remarcó múltiples veces que todos estaban hablando de mi en internet, había colapsado la gente, estaban todos contentos. Me dio un poco de miedo.

Mientras ella no estaba me sentí vacío. Luego de mi revelación, para mi sorpresa, Nicole no cambió de actitud. No me trató con culpa ni se enojó, simplemente estaba ahí. Charlaba y charlaba. Contó un par de cosas sobre su agencia y mencionó que su ex pareja la estaba hostigando un poco en los medios, que hablaba de ellas en entrevista y cosas de ese tipo. Lo contaba como si estuviera hablando de su día a día pero repitió más de dos veces que la estaba molestando hasta ese punto. Más tarde le llego un mensaje de su representante que tenía un evento, me pidió disculpas, no tenía por qué hacerlo. Así que un rato antes de que ella se fuera, me preparo un extraño té de naranja y mango que sabía bastante feo. Nos reímos de ello.
   Sentía que era una buena mujer, súper amistosa. Podría compartir tiempo con ella toda la vida y siempre tendría algo de que hablar. Así que, cuando quede solo con el perro —que no hablaba— me sentía vacío.

   Busqué las fotos en la carpeta de archivada, los miré, las pasé otra vez a la carpeta de fotos habituales hasta que me arrepentí y volví a eliminarlas. Por un segundo había pensado hasta ponerlas de fondo de pantalla.
Caí en cuenta que estaba más enganchado con Nicki de lo que podía imaginar, quería hacerlo bien con ella. No quería apresurarme y procuraba darle su espacio, dejarla libre. Ella era una buena chica, y ya lo sabía todo. O más de lo que  creí que podría soportar. Podíamos hacerlo.

Eso creía, hasta que le abrí la puerta de casa a las dos de la mañana, me sonrió y me dijo que estaba muy drogada. Se excusó con que solo había fumado. La sangre me hirvió. La acosté en la cama mientras se reía y repetía que se había divertido mucho y que no podía abrir los ojos correctamente por la marihuana, la arropé y esperé a que se duerma mirándola con la peor cara que podría tener. No le costó mucho, apenas tocó la almohada su sonrisa se desvaneció y cayó rendida. Dormí en el sillón con Poly. Ella se acosto a mis pies en el espacio que quedaba.

Maldije sin poder dormir, ¿por qué me hacía esto? Me volvió a dar pánico y lloré, temblé, me dieron ganas de vomitar. El perro comenzó a resfregar su rostro contra mis pies y se acomodó a mi lado poniendo su hocico en mi pecho. Seguí llorando mientras lo miraba, no me restringí ni una lagrima, largué todo lo que tenía contenido.

   Sus pupilas dilatadas me recordaron a las de Maggie, me recordaron como la cargaba por nuestra antigua casa a llevarla a la cama, como lo había hecho con Italia hoy. No quería, no quería repetirlo.

-Mierda, mierda. -Tapé mis ojos. Me estaba quedando sin aire. Poly lloró y se pegó más a mí, pasando su nariz sobre mi mejilla. -Esta bien, solo respiremos.

Como si me entendiera, dejó sus patas en el sillón mirándome fijamente mientras respiraba, me controlaba, Poly se aseguraba de que yo estara bien, y cuando me sentí más calmado, volvió a apoyar su cabeza en mi pecho moviendo la larga y peluda cola.

La perra estaba media temblorosa y respiraba irregular. Por unos segundos yo la controlé a ella pero tenía los ojos cerrados, tal vez le trasmitía mi nerviosismo.