2: El niño bestia

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Kakashi se había mantenido bastante ocupado en las misiones, ya habían pasado 7 meses desde el nacimiento de Naruto, él no lo había vuelto a ver, pasaba bastante ocupado debido a sus deberes ambu.

Una noche después de una misión, Kakashi guardaba sus cosas en el casillero, del cuartel ambu, mientras estaba ahí escuchó la plática de dos ambus, que estaban a varios pasos de él, se escondió tras los casilleros para poder escuchar.

— Entonces tu hermana es la encargada de cuidar a esa cosa...

—Si, por eso debo darme prisa, ya que sólo viene una vez al mes por pocas horas... Ya son 7 meses cuidando a ese niño bestia.

— Lo siento por tu hermana.

—Yo igual, pero ya la aconseje que se cuide mucho, que tome sus medidas cuando esté cerca de esa cosa.

— La verdad no entiendo por qué el Hokage dejo con vida esa bestia, después de que fue la causante de tanta destrucción, muchas personas murieron ese día.

— Si, yo también me pregunto eso... pero según dicen, es difícil de que el sello se rompa, aún así le enseñé a mi hermana a protegerse, y le dí varias recomendaciones. —el sujeto rio con malicia.— ¡Bueno nos vemos luego!

Ellos se despidieron y salieron del cuartel, cada uno tomó su camino, Kakashi salió tras ellos, siguió a aquel ambu hasta su casa, vigilandolo de lejos, cuando esté llegó cerca de un edificio, se detuvo al ver una chica cabello negro largo, qué vestía un traje ambu estaba por colocarse su máscara, Kakashi observaba a lo lejos como él la saludó amablemente, luego le dio un abrazo y se despidió, ahora el Hatake se decidió a seguir aquella chica ambu.

Al ser el uno de los mejores, no le fue difícil escabullirse sin que ella se diera cuenta, después de todo era una novata, la siguió hasta que llegó a un lugar en el bosque, una pequeña cabaña, Kakashi se quedó en un árbol observando, por suerte ese día no había luna así que la noche estaba más oscura.

—Sólo dos ambus en la entrada... bueno, no será tan difícil... pero aún así, tal vez lo mejor sea no entrar a la fuerza... ¡ay pero qué estoy haciendo aquí! ¿en serio voy a romper las reglas? —Kakashi se recostó en la rama del árbol— bueno... sólo me aseguraré de que esté bien, ¿pero con qué excusa entraré? —se quedó un rato pensativo para luego tomar una decisión— lo mejor es que vuelva mañana... de todas formas no puedo ir a verlo con las manos vacías.

Kakashi se fue a su casa, al día siguiente se levantó muy temprano, tomó su pago del mes y se dirigió al centro de la aldea, mientras caminaba trataba de no ser tan obvio, la verdad si alguien lo veía comprando cosas para bebés empezarían a hacerle preguntas, mientras caminaba por la calle observó todos lados, y al no ver a nadie cerca se metió a una tienda donde vendían cosas para bebés.

— No sé ni qué hago aquí... —suspiró— pero bueno... no puedo dar marcha atrás, aúnque no sé qué tan grande está, ya son 7 meses... tampoco sé qué alimentos le dan... —observaba aquellos estantes donde habían muchos juguetes y alimentos para bebés, luego vió un cajón con varias prendas para bebés, empezó a revisarlas, tomó un gorro muy particular era de color naranja y unas orejas café, tenía dibujado unos ojos rojos.

— ¡Oh disculpa! estaba por tirar eso. —dijo una señora que se acercó a él— nadie ha querido a comprarlo, ¿y cómo hacerlo después del ataque de esa bestia? creo que nadie querría ver a su bebé, con algo que recuerde el rostro de esa bestia.

—No se preocupe yo me lo llevaré.

— ¿Lo dices en serio?

— Sí... también llevaré esta bufanda amarilla y estos guantes naranja, ¡oh también aquellas botas!. —La dueña de la tienda empacó las cosas y se las dio— ¡Muchas gracias! Que tenga un buen día.

Yo seré tu guardián.  (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora