3: El secuestro

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Después de cada misión, Kakashi iba a visitar a Naruto a aquella cabaña.
Los meses fueron pasando.

- ¡Papá! -El pequeño Naruto que ya tenía dos años, corrió a abrazar a Kakashi cuando lo vio entrar.

- Ya te he dicho que no soy tu papá. -lo cargó en sus brazos- sabes, ¿por qué no hacemos un trato? Mejor dime tío, estoy muy joven para que me digas papá.

- Papá... -El pequeño sólo hizo un puchero.

-¡Hay! ¿No me entiendes veda?

- ¡¡Etto!! -el bebé sacó un kunai del bolsillo de Kakashi y se bajó de sus brazos.

- ¡Oye dame eso! ¡no es juguete!

- Jejeje.. ¡etto! -El pequeño salió corriendo.

- ¡Oye Naruto! ¡no corras con eso! -Kakashi apareció enfrente del pequeño, que quedó viéndolo admirado- ¡dámelo! -él sólo se balanceaba de un lado a otro, con el kunai escondido detrás.- ¡Naruto dámelo!

- ¡No! -Naruto volvió a correr mientras reía, pero Kakashi logró atraparlo y se lo quitó.

- No puedes jugar con esto. -El pequeño sólo hizo un puchero- vamos, es hora de comer.

Kakashi puso un plato de verduras enfrente de Naruto, el pequeño negó con la cabeza.

- ¡No quelo!

- Tienes que comer.

- ¡Lamen!

- ¿He?

- ¡Quelo lamen!

- ¿Ramen?

- ¡chi!

- Lo siento... -aquella kunoichi se acercó.- el otro día, el pequeño Naruto me vio comiendo ramen, tuve que darle, porque no quería comer otra cosa.

- Pues no debiste. -respondió Kakashi- Ahora sólo va a querer comer eso.

- ¡Quelo lamen!

- No Naruto, comete tus verduras.

- ¡No!

Kakashi suspiro un poquito fastidiado.

- ¿Sabes qué? Mejor me voy. -el peliplata se puso de pie.- nos vemos luego Naruto.

- ¡No! -Naruto se levantó y abrazó el pie de Kakashi, el intentaba caminar pero el pequeño no lo soltaba, y lo veía con sus ojos llorosos- papá...

- ¿Te vas a comer tus verduras?

- Chi...

- Bueno, vamos. -Kakashi sonrió triunfante, cargo al pequeño Naruto y lo sentó en la silla.

Luego que Naruto comió, jugó un rato con Kakashi, después de que el pequeño se quedó dormido el Hatake se fue.

Pero las misiones se fueron intensificando cada vez más, ahora Kakashi le quedaba menos tiempo para ir a ver a Naruto, por eso cada que llegaba el pequeño se rehusaba a que se fuera.

Recordar a Naruto y su sonrisa hacía qué él se esforzara por sobrevivir, había encontrado otro motivo para seguir, aúnque aquellas misiones cada vez eran más difíciles, a veces le tocaba pasar semanas en el hospital, debido a las heridas que recibía.

Una noche, mientras luchaba por su vida durante una misión, el rostro de Naruto se vino a su mente, estaba por caer al suelo.

- ¡Maldición! ¡por poco lo olvido! hoy estás cumpliendo 3 años, tengo que terminar con esto ahora. -Kakashi activó su chidori, atravesando todos los enemigos que tenía enfrente, en un abrir y cerrar de ojos logró derrotar a todos- ¡Bien! Lo malo es que ya no tendré tiempo de comprarte un regalo.

Yo seré tu guardián.  (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora