Kakashi había seguido en sus misiones como ambú, cada vez metiéndose más a la oscuridad, le había tocado infiltrarse en raíz, estando ahí había descubierto qué uno de los legendarios sannin, ex alumno del tercer Hokage, había estado realizando experimentos con humanos, muchos niños habían muerto, para mala suerte dicho sujeto había logrado escapar, Kakashi se sintió miserable, impotente, por no haber podido detenerlo, aunque algo bueno había salido de eso, entre sus experimentos habían descubierto un chico con unas habilidades especiales, y aunque éste había participado para intentar matar al tercer Hokage, Kakashi decidió dejarlo con vida, porque presentía que un día esas habilidades serían de ayuda.
Ahora el invierno estaba comenzando, una noche después de una misión, Kakashi observaba por la ventana de un apartamento, hace días que no lo veía, abrió la ventana con cuidado y entró a la habitación, en una pequeña cama, estaba aquel niño dormido, se encogió un poco al sentir el aire frío, Kakashi se agachó levantó la sabana que se había caído al suelo y luego arropó al pequeño, el cual inmediatamente se sentó en la cama encendiendo la lámpara que tenía un lado, él no se asustó al contrario tomó la almohada y se la lanzo a Kakashi en la cara.
- ¿Por qué estás molesto?
- Todavía lo pregunta. -El pequeño se cruzó de brazos- ya no te diré papá Kakashi. -hizo un puchero y volteó a ver a otro lado.
- ¿Y como me dirás ahora? -él se sentó a un lado de la cama y le dio la almohada
- No sé. ¡sólo sé que estoy muy, muy molesto!
- Eso ya lo noté, perdón por no haber venido antes, tuve muchas misiones, es muy complicado.
- No importa. -Naruto se recostó en la cama dándole la espalda- A veces me siento solo... hace unas semanas vino el tercero a verme, le pregunté sobre mis padres, pero no quiso decirme nada... ¿tú tampoco me diras sus nombres, cierto?
- sabes que no puedo...
- ¿Pero sí los conociste? ¿cómo eran ellos? -Naruto abrazaba la almohada.
- Sólo te diré, que tus padres eran unos héroes. -Kakashi volvió a arropar a Naruto.
- ¿Crees que algún día, yo pueda ser como ellos?
- No lo creo, ¡estoy seguro! pero debes esforzarte mucho.
- Pues entonces ayúdeme a entrenar.
- Está bien. Te entrenaré después del invierno, ahora duérmete.
Al día siguiente Naruto se despertó un tanto emocionado, aunque después se sintió un poco triste, cuando no encontró a Kakashi en la habitación, agachó la cabeza y caminó casi a rastras a la cocina, pero en la mesa ya estaba preparado el desayuno y una nota al par de una bufanda.
- No puedo leer. -dijo rodando los ojos y le dio vuelta aquel papel, luego se sentó y empezó a desayunar- no es ramen, ¡pero igual está rico! -mencionó.
Después de que desayuno alguien entró al apartamento.
- Toma tu mesada del mes. -el tercer Hokage puso un sobre la mesa, luego observó aquella bufanda- ¿quién te dio eso?
- Me la dio papá Kakashi, no, bueno tío Kakashi, ¡si! ¡ahora le diré tío Kakashi! -respondió Naruto.
- ¿Kakashi estuvo aquí? -preguntó el tercero.
- Si, hace días que no venía, ¿porque?
- Por nada. Cuida mucho el dinero, no lo gastes en tonterías. -mencionó el tercero y salió.
Naruto sólo levanto los hombros, no entendió mucho, tomó el sobre y lo guardó, para después salir a jugar en la nieve, se puso aquella bufanda que le había regalado Kakashi, llegó hasta un culumpio donde se sentó a mecerse. Estuvo un buen rato ahí, luego vio a tres chicos molestando a una niña, inmediatamente se bajó del columpio y se acercó aquellos niños.
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Yo seré tu guardián. (Pausada)
FanfictionDespués de la muerte de Minato y Kushina, Naruto queda solo y marginado, por llevar en su interior al zorro de las nueves colas. Kakashi, un joven Ambu decide cuidar de aquél pequeño, que resulta ser el hijo de su sensei, aúnque para eso, tiene que...