6: No te dejaré

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Era casi la medianoche, Kakashi Se movió incómodo en aquella camilla, inmediatamente se sentó al sentir un pequeño bulto a su lado, encendió la lámpara que estaba al lado de la cama.

— ¡Naruto! —miró sorprendido aquel pequeño, que dormía a un lado de su costado.

— Apaga la luz... tengo sueño. —él se sentó, tallandose los ojos y luego abostezo.

— ¿Pero, cómo? digo, ¿qué haces aquí?

— No quería dormir solo...

— ¡Pero este es un hospital! ¿cómo le hiciste para entrar?

— Logré escabullirme, como soy chiquito, pude esconderme fácilmente.

— Jejeje, bueno. Si sigues así, serás un excelente ninja, ojalá no te vuelvas un escandaloso.

— ¿De verdad?

— Sí, pero ahora duerme. —Kakashi volvió a apagar la lámpara y se acomodó en la cama.

A la mañana siguiente, una enfermera entró a la habitación, pegó un grito provocando que el pequeño Naruto se asustara y caera de la cama, golpeándose la frente.

— ¿Qué pasó? —Kakashi se levantó sentandose— ¡Naruto!

— Me caí... —hizo un puchero.

— ¿Qué hace ese niño aquí? —la enfermera quedó viendo el pequeño, luego se sorprendió cuando el niño se dio la vuelta.— él es... —Kakashi se levantó rápidamente, le tapó la boca a la enfermera.

— Él es Naruto. —le dijo al oído— Por favor, curele esa herida y no diga nada.

La enfermera se acercó al pequeño, un poco temerosa y empezó a sanarle la herida.

— Él no debería estar aquí.

— Lo sé, y después yo me encargaré de castigarle por eso. —Kakashi volvió a sentarse en la cama.

— Yo no quería estar solo. —dijo Naruto y se cruzó de brazos, haciendo un puchero— además alguien tiene que cuidarte. —volteó a ver a Kakashi.

— No te muevas. —mencionó la enfermera, la herida en la frente de Naruto desapareció completamente, incluso ella se sorprendió de lo rápido que sanó.

— ¡Muchas gracias! —El pequeño le sonrió.

— Bueno, ya que tire los medicamentos por la sorpresa, iré por más y también por el desayuno.

— Por favor, tráele algo a Naruto. —mencionó Kakashi.

— Claro, ¿que quieres pequeño? —al ver la sonrisa del niño, la enfermera dejó de tener nervios, ya no le pareció aterrador como decían que era ese niño, la verdad, costaba creer que dentro de ese pequeño de mirada angelical, hubiera un demonio.

— Pues yo quiero...

— ¡Por favor traigale algo saludable y no le pregunte! —interrumpió Kakashi, el pequeño sólo lo quedó viendo un poco molesto.

— En un momento regreso. —la enfermera sólo se rió.

Al rato ella llevó el desayuno algunas frutas y jugo incluido, para Naruto cereal con leche.

— Hay yo quería ramen...

— Tú siempre quieres ramen Naruto.

Después del desayuno Naruto jugaba en la habitación, mientras Kakashi estaba sentado en la camilla leyendo su preciado libro, en eso alguien movió la perilla de la puerta, Kakashi le hizo una seña a Naruto quién se escondió en el armario.

Yo seré tu guardián.  (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora