Asociación de crianza de cachorros

Capítulo 51: ¿Necesitaban un padre y una madre?

El colgante brillante y translúcido, que llevaba puesto el joven descansaba suavemente sobre la piel del cachorro sirena. Su toque fresco hizo que el cachorro se acurrucara en el abrazo de Xie Luan.

La sensación era como estar en el mar y la raza sirenas tenía un amor natural por el agua.

Xie Luan se paró frente a las dos tumbas durante un rato. Por lo que acababa de decir, el cachorro sirena que sostenía ahora estaba mirando las dos imágenes incrustadas en las lápidas frente a él.

Las piedras no podían hablar ni moverse, solo había fotografías incrustadas en ellas.

Al mirar esas fotografías, el cachorro sirena acurrucado en los brazos de Xie Luan lo abrazó instintivamente y se restregó en el abrazo del joven.

Aunque no sabía qué eran esas piedras verticales, la sirenita instintivamente quería expresar su dependencia del joven que lo sostenía y al mismo tiempo buscar seguridad en él.

一Gale, sé bueno.

En respuesta a la dependencia del cachorro, Xie Luan abrazó más a la sirenita. Para sorpresa de Xie Luan, vio al nox bajar un poco la cabeza. No sabía si fue intencional o no, pero el pequeño cuerno de la izquierda se acercó a la mano del cachorro sirena.

Xie Luan vio como el cachorro sirena acurrucado en sus brazos extendió la mano y agarró el cuerno del nox. Después de que el cachorro lo agarró con éxito, Xie Luan tocó la cabeza del cachorro nuevamente y pronto la aleta de la cola del cachorro volvió a balancearse suavemente hacia adelante y hacia atrás.

Mientras convencía al cachorro, Xie Luan miró al nox cuyo cuerno estaba siendo agarrado por el cachorro. De hecho, estaba bastante asombrado. Había dejado que la sirenita agarrara su cuerno. Hasta cierto punto, también podría considerarse que estaba intentando persuadir al cachorro...

Ya habían completado todos los planes que tenían en Hailumite y habían reservado los billetes de la nave estelar. Esa noche, Xie Luan abordó el barco junto con los cachorros.

Varios días después, llegaron a Gaia. Lo primero que hizo cuando regresó a Yunbao fue sacar la pequeña botella que había llenado con agua sagrada del manantial y sentarse en el piso cubierto de alfombra en la sala de estar.

Los cachorros que acababan de recibir el entrenamiento básico de combate de Zarad ahora estaban sentados en filas alrededor de Xie Luan. Había detenido temporalmente a varios cachorros para que no intentaran trepar sobre él y les pidió gentilmente con una voz cálida que fueran buenos y se sentaran primero.

El agua de la botella transparente era de un color azul marino. Xie Luan comenzó desde la izquierda y uno a uno untó el agua bendita en las mullidas frentes de los cachorros. No todas las frentes eran esponjosas, como la del cachorro moye. Cuando Xie Luan extendió su dedo hacia él, el cachorro tarareó y agitó su puntiaguda cola detrás de él.

Mientras Xie Luan marcaba las cabezas de los otros cachorros, el enorme cachorro muka esperaba un poco lejos, al borde del grupo. Cuando fue su turno, debido a la altura y posición del cachorro, Xie Luan se puso de pie.

Las pupilas escarlata verticales miraban de cerca al joven. El cachorro muka tenía una apariencia espantosa que fácilmente podría asustar a cualquiera. Si fuera una persona normal, lo más probable es que no se atrevería a moverse cuando esos ojos feroces y fríos los miran fijamente.

Aunque todavía era un cachorro de apenas un año, era mucho más alto que cualquier otra raza en su forma humanoide adulta promedio y su enorme cuerpo hacía que este aterrador cachorro muka pareciera aún más agresivo.