Asociación de crianza de cachorros

Capítulo 63: Bebé muka.

El pueblo construido junto a la montaña no se podía considerar grande. Después de caminar durante aproximadamente media hora, Xie Luan y Duke habían visto la mayor parte del pequeño pueblo.

Finalmente, regresaron a la zona dañada por el derrumbe de la montaña. Tan pronto como Xie Luan apareció allí, varios mukas adultos se le acercaron con platos llenos de frutas duoluo.

—¿Para mí...? —al mirar los platos que le ofrecieron, Xie Luan vaciló un poco y formuló esta pregunta.

Estos mukas eran obviamente residentes de la aldea, pero no los había visto antes. Así que estaba algo desconcertado sobre el por qué le daban estos frutos duoluo.

La apariencia de los mukas adultos y los cachorros mukas en realidad difiere mucho. Para las demás razas, puede parecer que la única diferencia es su tamaño. Sin embargo, para Xie Luan no era así.

Vio a los mukas adultos, que eran más grandes que los cachorros, asentir no muy claramente hacia él y luego emitir un siseo bajo para expresar su afirmación.

Aunque todavía no sabía el motivo, todavía tomó las cosas que le entregaron después de escuchar su respuesta. Como no podía llevar tanto, Xie Luan abrió su espacio y colocó temporalmente los duoluos allí después de recibirlos.

Duke estaba familiarizado con todos los mukas que vivían en el pueblo. Al ver la vacilación en el rostro del joven, explicó—: Los huevos que salvaste son de varias familias de la aldea. Simplemente se reunieron en un solo lugar para facilitar el amamantamiento. A estas alturas, todos los mukas de la aldea deberían saber que has venido aquí para cuidar estos huevos.

[Me agradas.]

[Me agradas.]

En los varios paneles virtuales flotantes, las mismas dos palabras aparecieron una tras otra como si estuvieran escritas a máquina. Después de expresar estas palabras, los mukas frente a Xie Luan volvieron a hacer un sonido bajo.

Gracias a que sus ojos eran escarlata, era muy fácil sentir que emitían una sensación cruel y helada, infundiendo así el temor en los corazones de la gente. No obstante, estos mukas que estaban haciendo un silbido bajo ciertamente no eran agresivos, estaban expresando su gratitud y cariño por el joven frente a ellos.

—A todos en el pueblo les gustas mucho. Si alguien te da un regalo, puedes aceptarlo. —A Duke no le sorprendieron las acciones de los mukas de venir y darle cosas al joven, era algo que había podido anticipar.

Al escuchar lo que dijo, Xie Luan asintió levemente con la cabeza. Luego miró a los mukas que estaban frente a él y lentamente les agradeció.

Los cachorros de la raza muka eran muy buenos a los ojos de Xie Luan y, al igual que los cachorros de otras razas, eran encantadores. Después de haber llegado a Saina, descubrió que los mukas adultos también eran muy hermosos.

Este tipo de belleza no tenía nada que ver con la apariencia. Se reflejó en el comportamiento de estos mukas.

Al terminar de darle sus regalos a Xie Luan, estos mukas se fueron de inmediato para reparar el área dañada juntos. Comenzaron quitando primero los trozos restantes de la montaña derrumbada que se había convertido en un obstáculo. Todos los mukas de la aldea cooperaron para hacer esto.

—Yo también iré a ayudar.

El área dañada estaba hecha pedazos. Xie Luan miró el área colapsada, los muka estaba trabajando duro para despejarla, y también dio un paso adelante, acercándose para ver si había algo que pudiera hacer para ayudar.

En realidad, la mayoría de las cosas colapsadas ya habían sido eliminadas por máquinas, dejando solo la parte que se podía mover manualmente.

Xie Luan todavía estaba mirando a su alrededor cuando el nox, que estaba acurrucado en sus brazos, saltó de repente.