Capítulo 113: algo inesperado

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El fuerte estallido resonó en la sala, asombrando al examinador principal que estaba a un metro de la esfera de cristal transparente. Los otros examinados que esperaban con sus números fuera de la sala también se asustaron por el sonido repentino, mirándose desconcertados.

Ante este incidente inesperado, los examinados comenzaron a murmurar entre ellos, creando cierta agitación. Algunos miraban la sala de donde provenía el ruido, mientras conversaban en voz baja con los demás.

Aunque Xie Luan estaba más cerca de la esfera de cristal flotante, cuando esta se rompió, no le afectó. Solo tuvo que toser un par de veces debido a las partículas de polvo.

Mientras tanto, el examinador principal, sentado en su silla, se ajustó las gafas redondas, sus ojos marrones abiertos de par en par tras las lentes transparentes.

Parecía no creer lo que veía. Rápidamente se quitó las gafas, las limpió y se las puso de nuevo, abriendo aún más los ojos.

¿La esfera de cristal utilizada para medir la fuerza espiritual se había roto?

El examinador, aún incrédulo, miró los fragmentos transparentes esparcidos por el suelo, que confirmaban lo sucedido.

Todo el edificio estaba monitoreado por sistemas de seguridad, y un sonido tan fuerte casi activó el estado de alerta primaria del sistema.

—Spado, ¿qué ocurre aquí...?

Varios examinadores de otras salas se acercaron rápidamente. Al entrar y ver los fragmentos de cristal en el suelo, se quedaron en silencio.

Con expresiones de asombro similares a las del examinador principal, varios trabajadores que entraron por la puerta lateral también se quedaron pasmados, mirando los restos en el suelo.

¿Cómo se rompió la esfera de cristal?

Incluso si el dispositivo de flotación hubiera fallado, el material del cristal no debería haberse roto al caer, y el sonido que escucharon no era de algo rompiéndose al caer.

El fuerte estallido los hizo pensar que algún aparato en la sala había explotado, pero era la esfera de cristal la que se había hecho añicos.

Mirando a las personas que se acercaban, Xie Luan observó con el rabillo del ojo los fragmentos en el suelo, sabiendo que no podrían ser reparados ni con pegamento. Se tocó la nariz, pensativo.

El examinador le había pedido que introdujera su fuerza espiritual, y así lo hizo.

Cuando apareció la primera grieta en la esfera, Xie Luan dudó si detenerse, pero como el examinador no dijo nada, continuó.

No esperaba que la esfera explotara antes de que pudiera terminar de transferir su fuerza espiritual.

Sorprendido de que la fuerza mental del joven hubiera roto la esfera, el examinador, conocido por su apego al dinero como es típico de los goblins, sintió una punzada de dolor al darse cuenta de lo sucedido.

¡Esa esfera estaba hecha de cristal natural de Herda y valía más de un millón de créditos!

El cristal de Herda reacciona a la fuerza espiritual, permitiendo medir su nivel. Cuanto más puro y natural es el cristal, más precisa es la medición, lo que lo hace extremadamente valioso y caro debido a su rareza.

Es similar a la piedra Barser de Sena, que también es un recurso escaso y caro.

Después de limpiar el suelo, el examinador goblin ordenó traer otra esfera de cristal de Herda, mientras miraba a sus colegas con expresión seria.

—Inténtalo de nuevo.

Aún incrédulo de que el joven hubiera roto la esfera con su fuerza espiritual, el examinador se ajustó las gafas con cadena dorada y observó atentamente.

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