- Te pone nervioso, te hace sonreír inconscientemente, te hace ruborizar, la pasan bien juntos. ¿No crees que podría gustarte?.-
- Sí... creo que podría gustarme... aunque no... ¡es muy complicado!.- Suspira frustrado mientras se alborota el cabello con una mano y luego vuelve a mirar por la ventana.- En un momento me convenzo de que sí me gusta, pero luego me contradigo a mi mismo.
- ¿Piensas mucho en él?.-
- Sí.- Confiesa, algo ruborizado. Ahora viene la parte en que Paola comienza con las preguntas para dejarle en claro si gusta de Mangel o no, la conoce muy bien.
- ¿Te imaginas historias cursis con él en tu cabeza?.-
- Joder... ¿es necesario todo esto?.-
- ¿Quieres estar seguro de si gustas de Mangel?.- Pregunta, pero no le da tiempo a responder.- Seguramente sí, así que todo esto es más que necesario. Lo hago por tu bien, Rubén.
Okay. El haber dicho su nombre con un tono serio y una cara seria es una mala combinación. Paola va en serio.
- Jo, vale...- Aguarda unos segundos antes de decirle la respuesta. Está nervioso, muy nervioso. ¡Putas mariposas asesinas volando por todo su cuerpo!.- S... sí... si imagino cosas así... pero nada sexual eh.
Rubén mira a Paola alzando una ceja, ésta suelta una pequeña risa.
- Vale. ¿Te cuesta mirarlo a los ojos y cuando lo haces te sientes nervioso, verdad?.- Rubén asiente con la cabeza.- ¿Al mínimo contacto con su cuerpo te pones nervioso?
- S... sí.- Comienza a mirar sus manos y a mover sus dedos siguiendo un patrón.
- ¿Y aún con todo esto no estás convencido de que gustas de él? Rubén, lo que te ocurre es que dudas porque temes lo que pueden decir los demás. Y temes porque piensas que al gustarte un chico te convertirás en una especie de bicho raro. ¡Pero no es así! Seguirás siendo el mismo chico, con la misma personalidad, el mismo gusto de música o de ropa, ¡seguirás siendo tú, sólo con un gusto diferente!.-
- Pero... ¿y si él no gusta de mí?.- Sigue dudando.
- Se ve a kilómetros que él gusta de ti.-
- Imaginemos que es así, ¿y si intentamos algo y todo sale mal? Ya lo he experimentado, y no es lindo.-
- ¿Y si no sale mal? ¿Y si tienen una linda historia que luego podrás contar a tus hijos? A sus hijos.-
- ¿Pero si no es así?.-
- Pero, pero, pero ¡Todo con peros! Quita esa palabra de tu vocabulario por hoy y piensa en positivo. ¡No todo en la vida te saldrá mal! Deja de fijarte en lo malo del cuento y comienza a fijarte en lo lindo, en lo que te hace feliz, ¡En eso vale la pena fijarse!.-
Rubén suspira. Su amiga tiene razón. Ya la ha pasado mal y quizá es la hora de pasarla bien, de ser feliz por fin.
- No debe importarte la opinión de los demás, es tu vida, tus gustos, tus decisiones. No la de los demás.-
Y como si fuera magia, los temores, las dudas y todas las inseguridades se desvanecieron. Ya no puede negarlo más, no debe negarlo más. Lo que él siente no es algo malo. ¡Gusta de Mangel! Y ya no debe temer decirlo.
- Tienes razón, en todo. No debe importarme la opinión de los demás. ¡Sí, gusto de Mangel!.- Y violentamente se levanta de su silla, empujándola hacia atrás haciendo un gran estruendo. Algunas personas se quedaron mirándole raro, pero a él ya no le importaba nada.- ¡Y ya no voy a negarlo! ¡Ya no voy a estar inseguro, temeroso o dudando de todo! ¡Muchísimas gracias por todo, Paola!.- Dicho lo último se acerca a su amiga y le planta un beso en la frente.
- Venga, me alegro que al fin estés seguro de todo. Pero... no hagas tanto escándalo, Dios mío.- Rió. Rubén al fin fue consciente de todo el griterío que estaba haciendo, pidió disculpas en voz baja y volvió a sentarse delante de su amiga.
- Eres la mejor amiga que algún día pude encontrar. No sé qué haría sin tí.- Sonríe bobo.
- Lo mismo que hiciste durante 4 años.- Paola le devuelve la sonrisa, más feliz que nunca por su amigo. Quizá al fin tiene la oportunidad de ser feliz, y ella sabe que él no la desaprovechara.
- 4 años en los que me hiciste mucha falta.- Agrega.
- Pero sobreviviste.- Los dos ríen al mismo tiempo. Luego de unos segundos Rubén se levanta y le avisa que irá al baño. Comienza a caminar hacia éste, sonriendo como tonto, justo en el momento en que Mangel sube con la bandeja en las manos a sentarse delante de Paola.
- ¿Y Rubén?.- Pregunta al ver que él no está en la mesa.
- Fue al baño.- Mangel asiente y saca su hamburguesa. Ahora es el turno de Mangel.
- Mangel... ¿Puedo hacerte una pregunta?.- Paola mira a los ojos a Mangel, quien se la sostiene por un rato pero no dura mucho.
- Claro.- Responde sonriendo mientras saca de la envoltura su comida, algo incómodo.
- Pero debes jurarme que responderás con la más sincera verdad.- Así que es importante, piensa Mangel.
- Lo juro.- Dice sonriendo y poniendo su mano en el pecho. Paola también sonríe.
- Vale...- Aguarda unos segundos antes de hacer la pregunta, irá directo al grano.- ¿Gustas de Rubén?
Si antes Mangel estaba algo incómodo, ahora lo está mucho más. Juró decirle la verdad, así que no tiene escapatoria. Y si intenta mentir, se pondrá muy nervioso y comenzará a tartamudear, señal perfecta para saber que esta mintiendo. Duda un momento antes de contestarle, primero debe estar seguro que puede confiar en ella.
- ¿Puedo confiar en tí?.- Le pregunta directamente. Paola sonríe dulcemente.
- Claro que sí, siempre podrás confiar en mí como confías en Rubén.- Mangel asiente y respira nervioso unos segundos. No le ha contado a nadie, y seguramente decirle a ella lo liberará de un peso tremendo. No puede guardar este secreto para siempre. Suspira e intenta hablar.
- Para ser sinceros... s... sí... me gusta R... Rubén.- Responde tartamudeando, nervioso y mas rojo que nunca.- Pero no le dirás, ¿verdad?
Paola ríe levemente, pero no en tono de burla. Pensó que sería algo como Rubén, que estaría inseguro y todo, pero fue más fácil de lo que imaginó.
- Claro que no, te dije que puedes confiar en mí. Y... ¿desde cuándo te gusta?.-
- Pues... no lo sé... desde que lo conocí... supongo. En un principio dudaba muchísimo y estaba muy inseguro, pero poco a poco me fui dando cuenta que no es nada malo sentir cosas por alguien de tu mismo sexo... es de lo más normal. Hasta que un día decidí no negarlo más, no debía negarlo más. Y cómo no va a gustarte ese maravilloso chico... simpático, alegre, divertido, guapo, cariñoso, es de lo mejor.- Inconscientemente Mangel comenzó a sonreír.
A Paola casi se le escapa una lagrimilla. No puede estar más feliz por ambos.
- Ya llegué.- De la nada Rubén llega y se sienta al lado de Mangel. Rápidamente los otros dos muchachos recuperan la postura y hacen como si nada hubiera pasado.
- ¿Por qué tardaste tanto?.- Pregunta Mangel al tiempo que se echa una papa en la boca.
- Un hombre en el baño no dejaba de hablarme diciendo que me parezco a un tal Alex Strecci, intentaba terminar la conversación pero él no quería. ¡Ya son dos personas que me confunden con él! Y ni siquiera lo conozco.- Reclama. Mangel y Paola ríen.
Pero Paola no deja de pensar en lo que acaba de hablar con sus dos amigos. No deja de pensar en el brillo en los ojos de cada uno hablando del otro. No deja de pensar en la sonrisa boba que a cada rato se les escapa cuando se miran o se sonríen. No deja de pensar en que pueden tener una linda historia, y que serán felices. Pero no todo sale siempre como lo planeamos, y eso está más que claro.
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Holaaa! Hoy un cap un poco más cursi e_e xD ojalá les haya gustado :D muchísimas gracias por leer, las quiero un montonazo <3 no olviden votar y comentar, se agradece infinitamente. Nos leemos el próximo viernes, un besazo y chao chao z4
Rubelangel_Vale
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Promise? (Rubelangel)
FanfictionTodos soñamos con un amor de película. Con esos que duran bastante y son verdaderos. Claramente estos amores también traen problemas, pero nos atrevemos a intentar solucionarlos. Miguel Ángel y Rubén Doblas son dos chicos con esperanzas de encontrar...