Rubén tomó una gran bocanada de aire y no la soltó por unos segundos. Mangel se quedó paralizado, como si de un momento a otro se hubiera convertido en una estatua. Los padres de Rubén no emitían ningún sonido, ni siquiera se movían; con suerte pestañeaban y miraban a cada uno por un corto período de tiempo. Rubén no aguantó más y botó todo el aire que mantenía, para luego respirar pesadamente. Mangel sólo miraba a los dos adultos. Y sucedió; Christina miró al Padrino y sonrió con dulzura, para luego él devolverle la sonrisa. Al cabo de unos segundos, la mujer miró a su hijo, sin dejar de sonreír.
- Hijo... no nos importa si la persona con la que estás es hombre o mujer, nosotros sólo queremos que tú seas feliz. Y lo seremos mucho más sabiendo esto, porque nos aseguramos de que sí confías en nosotros. Estamos felices por ti, por ustedes. Sé que Mangel es buena gente, aunque no hemos hablado mucho, me basta con las maravillosas cosas que me relatas de él. Siempre te apoyaremos en todo, de eso nunca debes dudar – Dicho esto se acercó a Rubén y lo abrazó, él le devolvió el abrazo con manos temblorosas. Ya pasó, todo salió bien. Es como si por fin salieran de una pequeña caja en la que estuvieron mucho tiempo atrapados. Pueden respirar tranquilos, ya no deben temer de las cosas que vayan a salir mal. Todo está bien, todo estará bien.
Mangel baja la cabeza y suspira, está más aliviado que nunca. Ya no siente tan fuerte esa presión en el pecho, ya no siente que se desmayará, se siente bien, como si el mal tiempo por fin se hubiese ido, mientras sale el resplandeciente sol a alegrarles la vida más de lo que está. Pero aún la prueba no está completamente superada; falta contarles a los padres de Mangel, y eso ambos lo tienen claro.
- Pensé que me rechazarían, que me dirían que ya no soy su hijo, que me botarían y nunca más querrían saber de mi existencia. Muchas gracias por entenderlo, no saben cuán aliviado me siento. Los amo mucho – Aunque lo intentó no logró reprimir una lágrima. ¿Cómo no hacerlo si era una de las mejores cosas que podrían pasarle?
- No vuelvas a pensar eso, somos tus padres y te amamos. ¿Por qué te rechazaríamos? Sólo es un gusto diferente, pero eso no te hace un bicho raro que merece el asco de la gente. Amor es amor, ¿no? – Rubén ríe y la abraza más fuerte, luego de un rato se separan pero el chico abraza al hombre.
- Estoy completamente de acuerdo con tu madre, Rubén. No te preocupes, que nosotros nunca haríamos algo como lo que has dicho, ¿vale? – Rubén asiente con la cabeza, sin dejar de sonreír.
- Gracias, gracias – Repite incesantemente. La felicidad que siente es en absoluto satisfactoria. Por Dios, aunque le aseguraba a Mangel que todo saldría bien, no terminaba de convencerse. Aún así temía de lo que podría pasar... pero ya no más. O al menos por el momento.
Terminan de abrazarse, para que luego Mangel abrace a la pareja bien fuerte y sin timidez. Está feliz, y agradecido infinitamente con ellos.
- Creo que son los mejores padres que podrían existir – Dice sonriendo. La mujer ríe, acompañada por la ligera risa del hombre.
- Y tú el mejor novio para nuestro hijo – Le dice el hombre, apretándole la espalda en gesto cariñoso. Mangel se ruboriza al escuchar lo que le dijo. No les da vergüenza decir que su hijo tiene novio, no lo sienten como un tabú, y eso es muchísimo mejor. Él ríe por lo bajo.
- G... gracias – Responde sin quitar la sonrisa de su rostro. Al cabo de unos segundos se separan. Rubén y Mangel se quedan mirando por un rato, hasta que, sin timidez, se dan un cálido y fuerte abrazo. Rubén entierra su cabeza en el cuello de Mangel, mientras éste sonríe y cierra los ojos. Se escucha un tierno "aww" por parte de la mujer, por lo que ambos ríen.
- ¿Ves? Te dije que todo saldría bien – Rubén casi ni logra hacerse entender por tener la boca en la camiseta del pelinegro. Pero aún así éste le entiende.
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Promise? (Rubelangel)
FanfictionTodos soñamos con un amor de película. Con esos que duran bastante y son verdaderos. Claramente estos amores también traen problemas, pero nos atrevemos a intentar solucionarlos. Miguel Ángel y Rubén Doblas son dos chicos con esperanzas de encontrar...