Capitulo 23

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Todo pasó muy rápido. Primero Catalina y él estaban riendo de cualquier cosa, tranquilos y divertidos mientras seguían limpiando. Luego Catalina puso cara seria y Rubén preguntó que le pasaba. Ella susurró un "lo siento" y poco a poco se fue acercando a él. Sin tiempo a reaccionar, sus labios se juntaron. No puede moverse, no quiere moverse. Le devuelve el beso y la guía con sus labios. La toma por la cintura y ella por la nuca. ¿Qué está haciendo? ¿Por qué le está devolviendo el beso? ¡Tiene novio, no puede hacer esto! Pero no puede moverse, ¡¿por qué no puede hacerlo pero sus labios sí?! Por un segundo cierra los ojos, pero los abre inmediatamente y ve detrás de la chica. Joder.

Mangel está al lado de una repisa, con los ojos cristalizados y la boca un poco abierta formando una "o". En este momento se siente horrible, y Rubén la peor persona del mundo. Mangel baja la cabeza y una lágrima cae al suelo, no, no debe llorar frente a su novio... o quizá su ex novio. Se las seca rápidamente y se va corriendo del lugar.

Rubén logra reaccionar y se separa de la chica, muy arrepentido. Acaba de ver como su novio lloraba por lo que vio y eso le ha hecho sentir muchísimo peor. 

- Catalina... no puedo... sigo queriendo a mi novia.- Se excusa, deja la copa en la mesa y se va del lugar sin importarle la reacción de la chica. ¡Por qué ha hecho eso joder! Ahora Mangel estará enfadado y triste hasta no poder más. Corre hacia la cafetería y busca con la mirada a su novio, pero no lo encuentra, sólo ve a Paola mirándolo preocupada. Se acerca a él mientras éste suspira y se lleva las manos al cabello.

- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué Mangel salió corriendo de la cafetería?.- Pregunta frunciendo un poco el ceño. 

- He jodido todo, Paola.- Responde con voz temblorosa, siente que en cualquier momento se pondrá a llorar, y no quiere hacerlo.-  ¿No te dijo dónde fue?

- Alcancé a escuchar que por favor le dijera al sr. Marcos que le dolió mucho el estómago y luego se fue corriendo, pero no sé a dónde.- La chica saca su móvil y se dispone a llamar al pelinegro, pero Rubén la detiene.

- No, no lo llames. Quédate segura que no le dolió el estómago, debo ir a hablar con él. Avísale al sr. Marcos que acompañé a Mangel porque... porque...- Intenta decirle una excusa que él pueda creer, pero con lo nervioso que está no logra decir nada. La chica le pone una mano en el hombro y le sonríe dulcemente.

- No te preocupes, yo me inventaré algo. Ve a hablar con él, suerte. Te quiero.- Rubén asiente y le da las gracias, luego sale corriendo del lugar. 

Ahora, ¿dónde puede estar Mangel? Seguramente debió de irse al departamento, irá primero a buscar allí. No quiere tomar transporte público ni nada, solo corre. Corre mientras algunas lágrimas le caen por la mejilla. Si pudiera revertir el tiempo lo haría, y así no hubiera besado a Catalina. Luego de unos minutos de carrera sin descanso, llega por fin al edificio. Se seca las pocas lágrimas que amenazan por salir y sube las escaleras. 

Se para frente al departamento del chico y suspira. Da tres toques rápidos y espera. Luego de unos segundos se abre la puerta y puede ver a Mangel con los ojos y la nariz roja. 

- No quiero hablar contigo.- Es lo único que dice antes de cerrar la puerta. Pero Rubén no se rinde tan fácilmente y vuelve a tocar.

- Mangel... por favor. Necesito hablar contigo... lo siento.- Dice lo bastante alto como para que el chico pueda oírlo. 

- No, no lo sientes. ¡No sientes ni la mitad de las cosas que estoy sintiendo yo ahora!.- Su voz sale notoriamente furiosa.- ¡Te vi besándo a Catalina! ¿Qué hubieras hecho si todo esto hubiera sido al revés? ¡Estarías muchísimo más enojado!

Lo último lo grita. Mangel puede ser muy tranquilo, pero cuando se enoja es una bestia furiosa que nadie puede parar. 

- Por favor, Mangel... me siento la peor persona del mundo, estoy muy arrepentido... por favor.- Una lágrima salvaje corre por su mejilla. La puerta se abre de golpe y Mangel sale con el ceño muy fruncido, su mano tiembla levemente.

- ¿Estás arrepentido? ¡Já!.- Sonríe sarcásticamente.- ¿Por qué no te arrepentiste antes de besarla si sabías que iba a pasar esto? 

Rubén se mantiene en silencio. No sabe qué decir. Cualquier cosa que diga arruinará todo mucho más.

- Y no me vengas con que no sabías que esto pasaría. Porque de hace tiempo sabes que Catalina gustaba de tí. Y ahora voy y te veo besándola. ¿Qué quieres que piense de esto? ¿Que nunca me quisiste?.- Sus palabras duelen, y Mangel lo sabe. 

Rubén lo mira directo a los ojos y frunce el ceño.

- Nunca más digas que yo no te quiero. He cometido un gran error, ¡lo sé! Pero siempre te he querido y te quiero, muchísimo más de lo que te imaginas. Puedes enojarte y odiarme, pero aún así te querré.- Ahora lo mira con los ojos cristalizados y le habla con la voz temblorosa.- Por favor... perdóname, dame una segunda oportunidad... por favor.

No logra controlar la lágrima que sale de su ojo. Mangel también está a punto de llorar, pero resiste.

- Ya te dije que no quiero hablar contigo.- Dicho esto cierra la puerta de un gran portazo. Rubén cierra fuertemente los ojos y se enoja consigo mismo. Suspira, no vale la pena seguir intentando convencer a Mangel, él no cambiará de opinión. 

Ahoga un grito y se va a su departamento, donde golpea y patea todo lo que encuentra por su camino.

Ahora sí ha jodido todo.

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Ya hacía falta que algo malo pasara, no todo siempre es color de rosa, ¿no? Bueno que mala sldksld muchísimas gracias por leer, las amodoro <3 Voten y comenten, es gratis y me hacen muy feliz :'D nos leemos el viernes, un besazo y chaito

Rubelangel_Vale

P.D.: Estos ultimos dos capítulos han sido muy cortos, perdónenme ;-; pensaba que es mejor dejarlos hasta donde quedaron, porque les agrega más suspenso sldlsdksld okya, los próximos serán más largos, I promise <3

Promise? (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora