20| Caminar

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Draco

Todo trabajo se torna más fácil una vez que te acostumbras, si antes corrías para lograrlo, tiempo después empiezas a caminar con confianza. Es así para mí y aunque no me gusta de esa manera mantengo mi mente ocupada.

Casi tres semanas después de mi llegada y de que conociera a Charlotte Luesby, los pasillos de este hospital se han convertido en mi hogar otra vez.

Camino apresurado hasta el área infantil, hay un niño al que debo llevar a la sala de cirugía, la jefa de enfermeras me indica que se está preparando, mas la música me distrae, se trata de un piano y me es fácil reconocer la canción: "Somewhere Over The Rainbow", es la primera vez que la escucho en un piano y no en un ukelele. Me asomo por la puerta y veo a Charlotte en compañía de varios niños que cantan la melodía.

— Desde que descubrió que el área infantil tiene un piano viene a tocar para ellos — Una mujer de cabellos rosas me susurra, me resulta conocida y a la vez no — Draco, soy Nymphadora Tonks ¿ya te olvidaste de mí? ¡Oh por Dios! No debo haber cambiado mucho en los últimos años.

Entonces parpadeo un poco, sí, es mi prima, la que hace más de siete años atrás se fugó con su profesor; Remus Lupin, para vivir su amor y empezar de cero en Gales. Es cierto no ha cambiado mucho, a excepción de su cabello que antes era castaño.

— Volviste — replico con cierta sorpresa — pensé que ya no ejercías como médico.

— No lo hago, decidí trabajar con Remus, ahora soy parte de la Scotland Yard — saca su documentación para mostrarme su placa que la acredita como detective. Recuerdo que el profesor Remus era médico forense e impartía un par de cursos muy entretenidos — Solo estoy visitando a mi ahijada, su caso no está cerrado del todo — señala a Charlotte luego de guardar su placa, sabe que estoy confundido por lo que dice — Es la ahijada de mi esposo, es una muy buena mujer, Remus la vio crecer y le dio como regalo un perro en su momento más crítico. Vinimos en cuanto nos enteramos lo que ocurrió, por suerte ha recuperado la voz.

¿Recuperó la voz? A mí no me dirige la palabra y siempre se comunica con señas. Empiezo a creer que me oculta algo.

— Oí que tuviste un hijo — decido cambiar el tema — No he tenido la oportunidad de conocerlo por mis ojos.

— No podía volver a Liverpool, mis padres no me perdonan que haya abandonado mi profesión y el derecho a la clínica estética de la familia Black, es mejor que esté en las manos del tío Regulus. — Suspira — La tía Bellatrix es la única que me entiende, ha resultado ser más maternal que mi propia madre.

Asiento, La tía Andrómeda es mucho más dura que mi madre, es más rígida que un palo. — Ahora que la tía Bella tiene a su hija es mucho más amorosa, hace una semana vino para los controles de nuestra prima. — vi por primera vez a la pequeña Delphi de diez años. Resultó ser rubia y muy inteligente para salirse con la suya; logró que le regalara más de una bolsa de dulces.

— Remus y yo hemos actualizado el testamento — Nymphadora me mira a los ojos y me da un guiño — Mi ahijada y tú tienen la custodia de mi niño, por si algo nos sucede.

—¿no crees que es una medida exagerada? — pregunto con cierta sorpresa.

— No lo es para mí, Remus y yo hemos estado a nada de morir varias veces, se metieron a nuestra casa, casi raptan a mi niño de no ser por el perro de casa... — Suelta un suspiro de alivio, que me indica que pudo pasar lo peor. Observa hacia el interior donde Charlotte sostiene al niño que la enfermera trata de ponerle una bata — Tiene madera de madre, perdió al suyo, sé que amará al mío si llego a fenecer. El último caso que estoy manejando me hizo pensar en que tengo que dejar asegurada la vida de Teddy.

Euforia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora