23| Radiante

33 4 3
                                    

Hermione

Me arrodillé junto a Harry, observando el cuerpo calcinado que una vez fue Luna. Las lágrimas corrían por su rostro, y mi corazón se rompía al verlo tan devastado. Coloqué una mano reconfortante en su hombro, tratando de ofrecerle el consuelo que tanto necesitaba.

— Harry... — susurré, mi voz llena de compasión. — Lo siento tanto...

Harry sollozó, su cuerpo sacudido por la intensidad de su dolor. — No merecía esto, Hermione. Luna no merecía este tipo de muerte. ¿Qué le voy a decir a nuestros hijos? ¿Cómo voy a explicarles que su madre se ha ido de esta manera tan horrible?

Lo abracé, tratando de transmitirle toda la fuerza que podía. — No tienes que hacerlo solo, Harry. Estamos aquí para ti. Todos nosotros. Encontraremos la manera de superar esto juntos.

En ese momento, Draco llegó al lugar, al parecer dejó nuestro pequeño con una niñera para asegurarse de que estuviera a salvo. Al ver el cuerpo calcinado, se detuvo en seco, su rostro pálido por la sorpresa y el horror. Se acercó lentamente, sus ojos fijos en el montón de cenizas que una vez fue Luna.

— No puedo creerlo... — murmuró Draco, su voz apenas audible. — ¿Cómo pudo pasar esto?

Harry levantó la mirada, sus ojos llenos de dolor y desesperación. — No lo sé, Draco. No lo sé...

Draco se acercó al cuerpo, su mente comenzando a desbloquear recuerdos que  había enterrado profundamente. Recordó el choque, el impacto, y la confusión que siguió. Las fotos, videos y audios que le enviaron años atrás. Poco a poco, las piezas comenzaron a encajar en su mente, revelando la verdad de lo que realmente había ocurrido años atrás.

— Fue Evanna... — susurró Draco, su voz temblando. — Ella estaba detrás de todo esto. El choque, el accidente... todo fue parte de su plan.

Miré a Draco, sorprendida por su declaración. — ¿Qué estás diciendo, Draco? — pregunté, mi voz temblando.

Draco respiró hondo, tratando de calmarse. — Luna...  ella siempre fue Evanna. Cambió su identidad para cometer sinfín de crímenes y llevar a cabo sus planes. — Tocó su cabeza y cerró los ojos  con fuerza parecía estar sufriendo de dolor — Yo quise detenerla...

Me llevé una mano a la boca, horrorizada por la revelación. — ¿Cómo es posible? ¿Cómo pudo mantener esa fachada durante tanto tiempo?

Draco asintió, su mente recordando cada detalle. — Luna una maestra del engaño. Sabía cómo manipular a las personas y ocultar su verdadera identidad. Pero ahora que lo sé, todo tiene sentido. El accidente, el choque... todo fue parte de su plan para deshacerse de nosotros.

Harry apretó los puños, su furia creciendo. — Entonces, ella no está muerta. Todo esto fue una farsa para hacernos creer que había desaparecido.

Draco asintió, su determinación renovada. — Exactamente. Y ahora, tenemos que encontrarla antes de que haga más daño.

Lo miré, mi preocupación creciendo. — ¿Cómo vamos a encontrarla? Si ha sido capaz de fingir su propia muerte, no será fácil.

Draco sonrió débilmente. — Conozco a Evanna, o mejor dicho, a Luna. Eventualmente vendrá por sus hijos, se acercara a nosotros lentamente, tenemos que alertar a la policía sin que lo note...

Harry asintió, su resolución firme. — Entonces, no perdamos más tiempo. Vamos a denunciarla para atraparla en su propia trampa.

~~°~~

Teddy

Visité a mi madre en su habitación del hospital, como lo hacía cada semana. Su cabello, que antes era de un vibrante color rosa, ahora había perdido todo su color, volviéndose de un gris apagado. Me acerqué a su cama y tomé su mano, esperando que, de alguna manera, pudiera sentir mi presencia.

Euforia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora