SECOND CHANCES - JULIANTINA (Transcripción-Adaptación)

CAPÍTULO 15

—Valentina, levántate, amor. — Juliana dijo suavemente, frotando la espalda de su esposa mientras se sentaba en la cama a su lado. Valentina exhaló en sueños, pero no se despertó, en su lugar enterró la cabeza más profundamente en la almohada, moviendo su trasero para ponerse más cómoda. Juliana sonrió con adoración por lo linda que se veía Valentina acurrucada en una bola en el medio de su cama tamaño queen, una almohada entre sus rodillas, su brazo derecho extendido, su brazo izquierdo debajo de su cuello y su cabello fluyendo detrás de ella, en la sábana color lavanda que Mía insistió en que compraran para su cama.

Juliana volvió a frotar su espalda mientras se inclinaba y besaba su mandíbula.

—Valentina, tienes que levantarte para ir a trabajar.

Valentina volvió la cabeza, sintiendo los labios de Juliana cerca de ella y comenzó a besar el aire, haciendo que su esposa se riera.

—¿Dónde están tus labios? — Valentina luego gimió, después de unos momentos.

Juliana se pasó los dedos por el cabello mientras se inclinaba y presionaba sus labios contra los de Valentina, quien le devolvía el beso con cansancio.

—Son un poco más de las seis, tienes que levantarte.

Valentina finalmente abrió los ojos y asintió.

—Está bien. ¿Mía ya ha vuelto con mi mamá?

—No, iban a ir a cenar. — Juliana le informó.

—¿Y Leo? — Luego preguntó Valentina, parpadeando lentamente para enfocar sus ojos.

—Está justo aquí. — Juliana asintió con la cabeza hacia el lado de la cama, donde Leonardo estaba de pie, sosteniendo un animal de peluche, de puntillas para ver a su madre. Se inclinó y lo levantó, colocándolo en la cama frente a Valentina, quien se dio unos golpecitos en la mejilla y sonrió feliz cuando Leonardo le dio un beso.

—¿Por qué no fuiste con tu abuela? — Preguntó Valentina. Leonardo la miró antes de reír.

—No. — Leonardo negó con la cabeza.

Valentina se sentó y permitió que Leonardo se subiera a su regazo y le sonrió mientras el pequeño bailaba su alce de peluche en el regazo de su madre.

—Llamé a mis padres y reservé los boletos de avión para que vinieran el próximo miércoles. — Juliana dijo, poniéndose de pie y sacando la bata para Valentina, colocándola en la cama. Leonardo vio su estetoscopio de juguete y lo alcanzó. Valentina lo vio tratando de alcanzarlo y lo agarró para que no se cayera de la cama y se lo pusiera en el cuello.

—¿Los vamos a pagar? — Preguntó Valentina, levantando una ceja.

Juliana se dio la vuelta y la miró, sonriendo a Leonardo mientras movía el dial sobre el pecho de Valentina.

—Sí, yo los pagué, y usé mis ahorros personales.

Valentina se encogió de hombros.

—Podrías haber usado la cuenta corriente.

—Mis padres, mis ahorros. — Juliana se encogió de hombros. —¿Quieres comer antes de irte?

—¿Preparaste la cena? — Preguntó Valentina, mientras Leonardo continuaba moviendo el dial a su alrededor. Valentina lo colocó en su muñeca, justo en su punto de pulso. Leonardo frunció el ceño y negó con la cabeza.

—No, mami. — Leonardo le dijo rápidamente. —Aquí. — Dijo, presionando el dial contra el pecho de su madre nuevamente.

Juliana sonrió y besó la parte superior de la cabeza de Leonardo.