SECOND CHANCES - JULIANTINA (Transcripción-Adaptación)

CAPÍTULO 21

Valentina corrió por el pasillo y encontró la habitación de Juliana en la sala de emergencias rápidamente, corrió la cortina y se dirigió directamente a la cama, donde Juliana estaba acostada, con los ojos cerrados. Valentina observó la apariencia de Juliana, notando que no se veía demasiado enferma o herida, aparte de la marca roja en el costado de su cara y un pequeño vendaje, donde se golpeó la cabeza cuando se desmayó. Agarró su mano y la besó, lo que provocó que Juliana abriera los ojos y la mirara fijamente, formándose algunas lágrimas. Valentina negó con la cabeza y usó su pulgar para limpiar las lágrimas de Juliana, antes de tomar su mano nuevamente.

—Oye. — Valentina sonrió, frotando los nudillos de Juliana con su pulgar.

—Hola, Val. — Juliana susurró, parpadeando para sacar las lágrimas.

—¿Puedes sentarte? — Preguntó Valentina. —¿Estás adolorida?

—No tengo dolor. Bueno, aparte de mi cabeza, ahora mi espalda por la caída. — Juliana le dijo mientras se sentaba lentamente, Valentina la ayudaba. La castaña se sentó en la cama y abrazó a Juliana con fuerza. La besó suavemente en los labios y suspiró, antes de pasar los dedos por su cabello.

—¿Estás bien?

—Sí. — Juliana asintió.

—Me asusté muchísimo, bebé. — Ella admitió rápidamente. —No me asustes así. — Añadió suavemente, con una pequeña sonrisa, que Juliana le devolvió. —Déjame revisarte. — Valentina continuó mirándola antes de tomar su estetoscopio de alrededor de su cuello y revisar los pulmones de Juliana. —Respira hondo, Juls. — Dijo ella suavemente. Juliana asintió y respiró tan profundamente como pudo, mientras Valentina movía el estetoscopio alrededor de la espalda y el pecho de su esposa, escuchando con atención. —Suena todo normal. ¿Algún dolor en el pecho o en cualquier otro lugar cuando respiras profundamente?

Juliana negó con la cabeza rápidamente.

—¿Dónde están los chicos? — Juliana preguntó mientras miraba alrededor de la habitación. —Joder, tengo que ir a buscar a Mía a la escuela. — Trató de levantarse de la cama, pero Valentina negó con la cabeza y la sujetó.

—Daniela va a recoger a Mía y fue por Leo a la guardería. Ambos están bien. — Le aseguró Valentina. —Ella vino a mi oficina para decirme que te desmayaste y para buscar a Leo, sin que yo la llamara ni nada.

Juliana asintió.

—¿Puedes revisar mi historial? Confío en el médico y en todo, pero confío más en ti, eres mi esposa y has sido cirujana durante mucho tiempo.

Valentina se sonrojó.

—Por supuesto. — Agarró el folder del final de la cama. —Acuéstate, mi amor, trata de mantenerte despierta en caso de que tengas una conmoción cerebral.

—Ellos no me hicieron examen sobre eso. — Juliana respondió.

—¿Qué carajos? — Valentina frunció el ceño. —Te golpeaste la cabeza, el historial dice que estabas desorientada cuando te despertaste, ¿y no comprobaron si tenías una maldita conmoción cerebral? — Agarró su maletín médico y tomó la presión arterial de Juliana, comparándola con la de la tabla, sus ojos enfocados en ella todo el tiempo. Cada vez que Juliana cerraba los ojos por mucho tiempo, Valentina inmediatamente sacudía su brazo para despertarla. —Mantente despierta, Juls.

—Estoy despierta. — Juliana le aseguró.

Valentina fue al fregadero y se lavó las manos rápidamente antes de volver con Juliana y levantar el vendaje de su cabeza.

—¿No te hicieron puntadas? — Le preguntó a Juliana.

—No, dijeron que simplemente necesitaba pegamento biológico.