Héroes || South Park AU

#132: Caos, amor y guerra (parte 2)

Su vista a penas pudo sostenerse y su conciencia amenazaba con escapar de su cuerpo. Las fuerzas que había estado guardando para proteger a su amiga cobriza, mientras los demás se hacian cargo de detener la amenza, habían desaparecido de un momento a otro.

Frente a ella una gran masa de energía se estaba acumulando, amenazante con explotar y exterminarlos a todos. Trató de moverse, trató de levantarse para tomar a Tricia y huir, pero por más que suplicara no podía escapar de su destino. Ese era su fin.

Entonces aquella energia fue liberada. Sus poderes estaban siendo anulados, no le quedaba nada. Estaba segura, ese sería su fin.

Pero el sonido del impacto la hizo abrir nuevamente los ojos. Algo había recibido todo el daño, se interpuso en su camino, los salvó.

Tres gigantescos escudos se mostraron al disiparse la energía. Y en el acto, tres misiles cayeron sobre ambos pelinegros de armadura.

-¿Stan, hijo de perra, a caso no puedes separarte de la basura?- un gritó se ecuchó con fuerza en todo el campo de batalla.

Los misiles se separaron en el aire dejando salir tres cuerpos humanos, que iban cayendo a gran velocidad.

La castaña solo pudo ver como el misil se fue despedazando en pequeñas partes que impactaron el cuerpo de cada uno de los misteriosos desconocidos.

Trató de seguirlos con la mirada pero un zumbido en su cabeza la hizo ver en una dirección completamente distinta. Tal vez el mismo zumbido que hizo a Tricia despertar completamente asustada. Algo en ese lugar, algo estaba mal.

Pero no era momento de desviar la atención.

El pelirrojo recuperó sus propulsores, que sirvieron para proteger a todos en tierra, ahora podría enfrentarlo cara a cara, era hora de recuperar a su mejor amigo.

-¡Broflovski!- gritó el moreno detrás suyo siendo seguido de cerca por un castaño.

-vayan por Wendy- ordenó dejando cayado al hijo de Black, desde el principio el plan era derribarlos los tres juntos, uno por uno -¡vayan!- repitió colocando un escudo entre ellos y el pelinegro, al recibir otro intento de ataque por parte de su antiguo mejor amigo.

Al verlos alejarse y arremeter contra su amiga de la infancia supo que debia concentrarse en su misión.

-Stan tu..- pero un disparo directo a uno de sus propulsores le advirtió que no sería tan simple.

El primero en moverse fue el pelinegro quien arremetió con unos filosos sables, rodeados de una extraña y misteriosa energia morada.

Retrocedió con cada ataque, salvandose una y otra vez de reabrir viejas cicatrices y heridas que apenas estaban por sanar.

Solo podia disponer de uno de sus propulsores, el otro fue rápidamente aniquilado. Su defensa y su ataque solo dependian de estos y eso fue completamente aprovechado por el pelinegro, quien por más que pareciera estar hipnotizado o siendo controlado parecía conocer sus puntos debiles al pie de la letra.

Al otro lado del tablero, el resto de los antiguos hombres de Black parecian no poder con los ataques que la pelinegra lanzaba a diestra y siniestra.

El traje violeta expulsó varios reflectores en forma circular, parecidos a espejos. Marsh no desaprovechó en saltar en cada uno de ello colocandose por encima del pelirrojo quien no tenía idea de como defenderse.

De alguna forma, el pelinegró acomodó los reflectores en zonas perfectas, y esto no pasó desapercibido por el moreno.

-¿qué diablos es eso?- se impulsó contra la ojivioleta liberando a sus pequeños asistentes automatas quienes empesaron a agruparse lanzando pequeños, pero letales rayos de energía.