Héroes || South Park AU

#000: Extra I

-¿el problema persiste?- preguntó preocupada por la mujer castaña que había aterrizado en su terraza.

-Cada poder que absorbo se vuelve parte de mi- entró sin pedir permiso a aquella departamento que parecía atiborrado de papelería -pero este siempre me ha traído problemas-

Casi seis años después de lo ocurrido en South Park, la doctora Roberta Stevens se ha consolidado como la experta en el nuevo campo de los "alterados", nombre que finalmente se consolidó entre las potencias mundiales para referirse a personas que han visto cambios en su genoma y por ende desarrollado habilidades tan variadas como la cantidad de las mismas.

Ahora el mundo no solo se dividía por estupidas diferencias de raza o situación económica, sino que se han clasificado a todas las personas como despertados y no despertados por el gen H. Esto llevándolo a extremos como la creación de un  registro y de discusiones en plantel alto sobre que hacer ante la histeria colectiva.

-¿Sigues viajando, Karen?- preguntó en cuanto la castaña se instalaba en un tubo cristalino, especialmente construido para analizar la reacción de los despertados.

-algunas veces incluso aparezco en medio del océano- suspiró con cansancio.

-¿se lo dijiste a tu hermano?- la miró acusadoramente -¿o al menos a Tricia?

-no quiero preocuparlos por algo que sé que puedo manejar... con algo de esfuerzo y su ayuda- agachó los ojos provocando que la doctora solo negara con la cabeza resignada.

-¿pesadillas?- la castaña negó sabiendo a que se refería -¿alguna crisis de la cual debamos...?- pero nuevamente negó -correcto- dijo suspirando algo aliviada -parece nuevamente que hay un exceso de adrenalina en tu organismo, cuentame como inicio todo-

-hemos hecho esto miles de veces, no creo que...-

-cuentame- exigió nuevamente dejando sin alternativa a la castaña.

-todo comenzó cuando obtuve estos poderes- susurró -los obtuve de Timmy Burch, falleció por lo que supe- se mordió el labio -el primer viaje que hice fue a un futuro que nunca logró existir, había una extraña enfermedad y Ike era un asesino, buscaban incesantemente al lobo malo-

-eso hubiera sido mi culpa- recordó las palabras proféticas de cierta pelinegra.

-cada que caminaba por la estación o de regreso y me perdía en mis pensamientos, por momentos,... yo sabia que estaba en aquel lugar, había viajado en el tiempo involuntariamente-

La doctora abrió la carpeta de su "paciente" rellenando espacios que parecían a veces ser omitidos por la castaña, tal vez en un acto involuntario de no recordar aquellas experiencias.

-luego de que empezáramos a "pisar mariposas", cada que volvía se iba deformando aquel lugar hasta que deje simplemente de ir- suspiró -entonces, Nichole me quitó mis poderes-

-evento traumático para ti porque fue la persona en la que confiaste- aseguró anotando la mención de la pelinegra.

-bueno no diría...- pero los ojos inquisidores de la rubia la silenciaron -de todos modos, cuando acudí a Nichole porque tenía la esperanza de recuperar mis poderes terminé absorbiendo los de ella y ambas nos desmayamos, pero lo que vimos no era un simple sueño, de alguna forma sentí que esa era la realidad, de alguna forma viaje en el tiempo contaminando las visiones de Nichole- la rubia se fascinó con la nueva denominación que la castaña había otorgado a tal fenómeno -creo que es por eso que pudimos atrapar a tu sabes quién-

-respecto a eso ultimo- buscó en sus archivos -¿no me dijiste que te causó extraneza ver a ese rubio cuando estuvieron a punto de enfrentarla? ¿Lo reconociste de algún lado?

-¿Conocerlo?- jugó con sus dedos encontrando para nada de casualidad ese anillo que indicaba su futuro compromiso -Cuando me desmayé, la vez en la que aquel pelirrojo me tiró una descarga de adrenalina, pude verme por un segundo a mi misma de adulta... más adulta, con una niña y estaba ese hombre, Gary, la alcaldesa- dijo lo ultimo tratando de no enredar sus recuerdos -me gritaba algo que no logré escuchar-

Ella estaba dispuesta a continuar divagando en el asunto, pero el sonido de la apertura de aquella cámara de análisis le indicó que era libre de irse, lo cual la dejo extrañada.

-bueno, parece que terminamos por hoy-

-¿descubrió algo?-

-si- suspiró la mayor -que debes descansar-

La castaña se mostró confundida y algo decepcionada -eso no resuelve nada- susurró cuando la mayor la alcanzo y le indicó que se sentara a tomar una tasa de té.

-Karen- llamó a la joven como solía hacerlo con su hija -no hay un remedio para lo que estás pasando y eso debes tenerlo claro- le entregó la tasa cuando sentía que empezaría la replica -hay muchas personas allá afuera que no pueden controlar sus habilidades, y causan serios desastres- afirmó.

-por eso mismo necesito...-

-la causa no es nada físico o químico, el problema no es que liberes adrenalina cada dos por tres-

-pero entonces qué puede ser, porque no puedo hacer nada- sus ojos se vieron acuosos por un segundo, pero trató de calmarse un segundo.

-es miedo- sentenció sorprendiendo a la menor -miedo a que si experimentas esa habilidad, termines en un lugar para nada cómodo, desconocido y solitario- le sonrió de la forma más maternal posible entregándole un dispositivo móvil -ahora llama a tu hermano-