#114: La résistance

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Sus visitas a aquel lugar tan desolado eran cada vez más frecuentes. Después de todo, ella no podía ir a ningún lado y él ya no la tenia a su lado.

En medio de la lluvia, con un ramo de rosas rojas, un castaño se encontraba viendo cabizbajo la tumba de la mujer que una vez amó, aunque si le preguntaran, este les diría que la sigue amando y no dejará de hacerlo nunca.

-hola bebé- sonrió melancólico por el mal juego de palabras mientras dejaba el ramo en el centro del pequeño altar en su memoria -son rosas otra vez, ¿recuerdas?, solías decirme que el detalle está en lo costoso del producto- sonrió tratando de dejar sus lágrimas de lado -Craig sigue tratando de acercarse. Se que me dirías que no tiene la culpa y que deje de ser un idiota.., pero por más que lo intento, no puedo dejar de pensar.. que él sabe más de lo que me dice, incluso tu madre no me quiso decir nada- y las lágrimas fluyeron como torrentes llenos de ira -simplemente no puedo perdonalo, tú no debías...tu- el dolor en su pecho y la furia de sus ojos goteantes se hizo presente.

-Barbara Stevens, ¿verdad?- dijo mientras se acercaba con su paraguas hacia el castaño.

Clyde solo lo veía como si hubiera dicho la cosa más rara del mundo. No parecía reconocerlo, y estaba completamente seguro que la rubia tampoco lo hubiera podido conocer.

-lamento tu perdida- dijo dejando sin habla al castaño -mi madre solía decir que las cosa pasaban por alguna razón- miró hacia las rosas posadas en el altar -aunque ella ya no está-

-..¿la conocías?- no podía despegar la mirada de la tumba. No quería.

-no realmente- se colocó al lado del castaño -pero se de lo que era capaz- y con esa ultima oración logró obtener toda la atención del mayor -mi padre la conocía bien, me hubiera gustado hacer lo mismo- se detuvo una vez más ante la mirada seria y llena de ira que le dirigió el castaño -quieres saber que le ocurrió, ¿verdad?-

-¿tú, sabes algo?-

Y el chico del paraguas solo sonrió. Clyde Donovan, el chico más cercano a la antigua reina. Muchos, y se refiere al equipo de investigación de su padre, que se caracterizaba principalmente por obtener información sobre el fenómeno de la repentina evolución humana, se preguntaron como era posible estar tan cerca de una reina y no desarrollar ninguna habilidad ¿La respuesta?, ¿mera casualidad?

Resultados indicaban que el poder que manipulaban personas especiales como lo era Stevens no tenia directamente nada que ver con el tipo de habilidad que desarrollan ciertos individuos. En el caso de Donovan, su cuerpo rechazó el cambio y tan simple como eso, al igual que en el caso del moreno, nunca se activó.

Este tipo de información es lo que la familia Black, en colaboración con los Tweak, vende a la seguridad nacional.

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Decir que ambos estaban nerviosos era decir poco. Despues de todo, ahora sabían sus verdaderas identidades. Sabían que estuvieron cerca de la persona de la cual se habían enamorado, desde el primer día de clases, desde la primera vez en la azotea.

-oye..- dijeron al mismo tiempo, maldiciendo por su lado lo inevitablemente torpe que se habían vuelto el uno con el otro.

-tu primero- se maldijo, el pelinegro, mentalmente.

-realmente no me lo imaginaba...- ahora sin Wonder, su disfraz ya no podía cubrir su verdadera personalidad -que fueras Super, yo..-

-¿te decepcionó?- estaba realmente angustiado por la respuesta, pero logró ocultarlo con la oscuridad que proporcionaba la noche -quería saber quien eras e insistía, pero no me puse a pensar que yo realmente no hubiera querido decírtelo...mi verdadero yo, es aburrido y sin personalidad,...y un cobarde- susurró lo último por la casi confesión que iba a hacerle al rubio en el hospital, pero que despues de todo no pude continuar.

Héroes || South Park AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora