01. Trato

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Yo siempre te quiero.
Hasta cuándo finges no quererme.
Hasta cuándo no te dejas querer

- Brandon

....

El techo azul, es el único testigo que ve a ese par de amantes mientras jadean y dan vueltas en la cama, ambos agotados, con la respiración a tope y los latidos en carrera, y es que, después de un buen sexo, porque claro que era solo sexo, ninguno de los dos siente nada sentimentalmente porque lo que concierne en la cama, en la ducha o en cualquier lugar que sirva para sentir su vientre vibrar. ¡Ahí si que sienten!

Porque ese es el trato.

Después de cinco meses de conocerse en una boda y terminar tras el escenario sin ropa, fue el detonante para empezar una linda "amistad", ambos sin compromiso, ambos sin nada que sentir y solo conociendo el cuerpo del otro cuando tienen ganas. A lo hora que sea, y en el lugar que sea. Pero con reglas.

Así como en cada relación clandestina que tiene su "No" como detente; eso no me gusta. Y aunque sonara extraño, ninguno tenía problema en detenerse y sabían los límites del otro.

"Tal vez por eso se llevaban tan bien..."

Por eso ahora, el departamento de Gulf fue elegido, ya que Mew, aprovechando que salió temprano de su restaurante manejó cuarenta minutos, tocó la puerta al llegar y en cuanto esta fue abierta, desvistió al piel canela mientras lo llevaba hasta la sala.

-- Tengo hambre... -- le ve Mew al tipo que está boca abajo en la cama mientras trata de recuperarse.

-- ¿Y? ¿Soy tu sirvienta? -- dice Gulf entre jadeos.

-- Al menos merezco una buena cena ¿No? -- le nalguea -- Mueve tu hermoso culo y pide algo.

-- ¿Además quieres que lo pague? -- se levanta lentamente y se sienta -- ¡Cabron!

Le dice en burla al ponerse de pie y toma el teléfono para pedir una pizza.

-- Yo pagué la vez pasada. No soy tu cajero.

-- Vete a la mierda.

Responde Gulf mientras tiene el teléfono en la oreja esperando que del otro lado de la llamada, alguien se digne a tomar su pedido de una pizza grande de pepperoni con doble queso, lo cual era lo único en común que esos dos compartían, porque de la cama para abajo, eran un par de completos desconocidos.

-- ¿En cuanto llega? -- dice Mew desde la cama al ver cómo Gulf se le acerca.

-- Media hora...

-- Jum... -- se queja -- tengo que irme en una hora, mañana tengo una junta muy importante.

-- ¿Problemas con tu restaurante?

-- No.. tal vez abra otro lugar.

-- ¿Y así quieres que pague la pizza? ¡Él del dinero eres tú!

-- Pues no soy tu Sugar Daddy.

-- Ni yo tu puta idiota.

Mew sonríe, se sienta en la cama y espera a que Gulf se siente sobre sus piernas, porque conociendo sus manías, al tipo castaño le gustaba sentarse en él porque; "es la mejor posición cuando quieres tocar a alguien".

Se sienta.

-- Yo pagué la vez pasada en mi casa Gulf.

-- ¿Y? ¿Vas a quedarte pobre por una pizza?

-- No.. pero odio a los tipos que les gusta que le paguen todo.

-- Lo sé... -- asiente -- Por eso estás soltero y nadie quiere salir contigo. -- se burla.

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