«MÁGICO»

12. Bebé en camino.

Náusea

Arcadas

Y vómito...

Era lo que Gulf hacía desde que despertó, primero abrió los ojos, sintió náuseas que le hicieron despertar pero al final, terminó siendo vómito de un color desagradable, así que ahí estaba él, en pijama, con la cabeza en el retrete y con una gran alarma prendida en su mente.

Porque ese chico moreno no era estúpido.

Al principio creyó que tal vez la comida de la oficina del día de ayer le había caído mal, pero cuando llegó a su trabajo, todos estaban como si nada y eso le hizo abrir los ojos, correr hasta el baño más cercano y vomitar tanto, solo porque sintió un olor como de pollo enchilado.

Era horrible.

Y por todo eso, era que ahora se encuentra en cuclillas y con la cabeza inclinada en el retrete de su oficina, siente el sabor agrio en su garganta quemar por tercera vez que vomita en toda la mañana y se levanta, jala la manija para que toda esa "preocupación" se vaya por el caño y toma un poco de agua del lava manos, se enjuaga la boca, se mira en el espejo y no lo puede creer.

¡Eso no le estaba pasando a él!

Se mira fijamente, trata de pensar antes de caer en pánico y comienza a tratar de calmarse para no comprar pañales.

¡Solo habían pasado tres días desde que estuvo con Mew!

-- Tranquilo Gulf... -- se mira en el reflejo -- siempre lo haces con protección, siempre. Solo el viernes en el evento pero te tomaste la pastilla. Relajate, es imposible que los síntomas lleguen en tres días. No pasa nada.

Trataba de sonreír pero no se lo creía aunque sus argumentos eran buenos, pero si lo pensaba a fondo, tal vez algo en la matrix falló y el viernes después del evento esa pastilla no funcionó más. O tal vez fue mucho antes que dejó de hacerlo.

>> Haber -- levanta sus dedos -- de unas semanas hacia acá Mew lo hacía, piensa, cuenta bien.

Respira agitado, su corazón late a mil por hora, siente ganas de llorar pero toma aire profundo de nuevo. ¡Que le aclare la mente!

>> El día del centro comercial que conocimos a Tian lo hicimos con preservativo... Bien -- sonríe -- el día del colchón... -- abre los ojos -- ¿Sí?

Duda por un momento, pregunta al espejo pero ni siquiera su reflejo sabe la respuesta porque él también está confundido.

>> Pero el día donde volvimos a ver a Tian si, lo hubo -- asiente tranquilo -- pero...

Abre los ojos, traga duro y recarga sus manos en el mojado borde del lava manos.

>> Ese día extraño en que golpeé a Mew con las rosas... Si. -- dice para nada seguro -- ¡Claro que sí!

Asiente seguro pero su mirada decía otra cosa. Acomodó su camisa morada, limpió su boca firmemente, salió del baño de su oficina y se fue directamente hasta su escritorio, sentándose en la silla frente a la computadora, tomando el mause y se quedó quieto porque desde esa vez habían pasado varios días.

¡Estaba perdido de ser así!

Así que mirando al infinito tras la computadora, y también tras la "estupidez" más grande que había echo. Mordió su labio con fuerza.

-- Yo no estoy listo...

Mira hacia su estómago, siente como se le revuelve de nuevo pero no son ganas de vomitar, sino de llorar. Porque Gulf tenía planes, planes donde un bebé llegaba en un par de años o tal vez nunca. No ahora.