34. Familia Perfecta 2da Parte [EXTRA]

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"Te elegiría mil veces mi amor"

💫💫💫

-- Entonces papi Mew lo olvidó...

Gulf suspira, estando en cuclillas frente a la pequeña con dos coletas de cabello negro, reniega, pero solo internamente porque no debía sacar su instinto asesino porque la traumaría. Pero es que un hombre tenía problemas y no lo sabía, había olvidado la cita que le prometió a su hija hace tres días.

Claro que estaba en problemas, pero ese castaño lo apoyaría frente a esa niña que es idéntica a él. Ya entrando a su habitación lo patearía.

Porque estos últimos años, cuatro y algunos meses para ser precisos;

La familia Jongcheevevat ha crecido, tanto amorosamente, como maduramente. Porque si bien ese par de mal hablados han tenido que cerrar sus bocas sueltas frente a una niña de casi cinco años, no formaba parte del "contrato" que de la recámara para adentro fueran ellos mismos de nuevo, un par de mal hablados, pervertidos y sarcásticos, así como cuando se conocieron, pero frente a su única hija han tenido que guardar las apariencias. Ser callados, rectos y serenos. Un par de adultos ejemplares.

Pero es que no han cambiado.

Y cuando su vida volvió a la normalidad hace un par de meses, lograron sobrellevar aquel mal rato por el que Mew pasaba, porque ese día que lo miró llorando frente a los restos donde descansaba su madre, corrió hasta él y le abrazó.

-- Vamos a perder todo Gulf... -- sollozaba en su hombro -- papá volvió y como no quise darle nada, está haciendo todo para hundirme...

Acarició su espalda, le daba consuelo mientras miraba a su lado en aquella placa, unas lindas arracadas y cerró sus ojos. Se sintió culpable por ser tan egoísta. Pero lo apoyó, le ayudó a ponerse de pie y no solo de aquel suelo dónde ambos estaban, sino que le ayudó a "patear" a su padre, su mal querido suegro que casi les quita hasta su matrimonio, Gulf se ocupó, con buenas demandas por difamación, se ocupó también de administrar todo lo que Mew logró hasta hoy, y ese día se dió cuenta el porqué su marido no quería que lo ayudara con su administración, al principio pensaba que tal vez no confiaba en él y creía que podía echar abajo sus negocios, pero no era así. Todo tuvo sentido después de todo. Incluso hasta la comida en otro restaurante que fue para hablar con ése hombre que decía ser padre de su esposo.

Y es que claro que Gulf estaba dispuesto a empezar de cero, volver a su pequeño departamento de soltero, de algo tenía que servir además de bodega y no dudaba en hacer todo para que su esposo nadara, porque el dinero no le importaba, a él le importaba su familia. Y no iba a dejar que un viejo interesado que los abandonó cuando más los necesitaban los hermanos Jongcheveevat, regresara con la mano en la cintura exigiendo algo que ni siquiera merecía ver. Iba a cobrarse todo el mismo e iba a ponerlo en su lugar en memoria de su difunta suegra.

-- ¿Y tú quién eres para hablarme así? -- le dijo aquél hombre con algunas canas. -- Este asunto es con mi hijo, así que cállate porque no eres nadie aquí.

-- Mire señor. -- Mew le tomó, un poco temeroso por lo que podría hacer, Gulf le miró tranquilo. -- al único que dejo que me hable así es a mi gato... -- sonrió -- Y no tengo gato. Así que el que se va a ir de mi casa es usted. Y ahora mismo si no quiere que llame a la policía, podrá ser papá de Mew y a medías, pero mío usted no es nada, así que le doy la oportunidad de largarse de aquí antes de que yo mismo lo encierre tras las rejas. Créame que ya me tiene harto. Y en memoria de mi difunta suegra, lo voy a pisar tanto que ni su tonta amante lo va a querer ver porque lo voy a dejar hasta sin zapatos. Así que, ¿Se va por las buenas o lo hacemos a mi manera? Pruebeme señor. Soy peor de como hablo.

«MÁGICO»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora