Las luces estaban apagadas, el cuarto era solamente iluminado por el pequeño brillar que reflejaban las velas.
Shuhua siguió los pequeños destellos hasta la sala, mirando a su alrededor en busca de alguien más, el estar en esa oscuridad le causaba una sensación de inseguridad, no sabia quienes se encontraban dentro de casa.
Las luces se encendierón de forma abrupta, asustandola de gran manera. Miró en dirección la los interruptores encontrando a una somñolienta y desaliñada cabellera rubia, Nicha la miraba con uno de sus ojos aún cerrado y con el rostro tallado en sueño. No la culpaba eran las 6:12 AM y no sabía cómo es que se mantenia en pié.
—Yahh!!, Minnie lo arruinas.—se quejó la chica de pelo enrulado, arrojandole las blancas telas sobre la cabeza a la rubia, quien no tuvo tiempo de reacción antes de las mismas le quitaran la visión—Le diré a Soyeon que encontré sus sabanas.—conmento la mayor, bajando su mano de la pared y suspirando.
La menor veía con una risa contenida como su unnie se arrastraba con las sábanas sobre ella de vuelta a su habitación.
Yuqi pataleó dando pisotones de forma estruendosa y deambulando por el apartamento haciendo muecas, si la maknae se quedaba en silencio lograría escucharla maldiciendo el nombre de la tailandesa mientras que la misma salía una vez más para hablar con Shuhua, ya que no se habían visto desde el día anterior y la extrañaba.
Lugo de unos minutos de hablar del agotador día que fue ese para la azabache ambas decidieron que lo mejor era que descansará, por lo que la acompañó hasta su habitación para que descansara.—Duerme todo lo que sea necesario, princess.—Shuhua rió suavemente, desde que la rubia se había sentado a ver esa serie de televisión no dejaba de llamarla "Princesa, boogabo o my lady", era gracioso cuando estaban en público y se refería a ella de esa manera.
Shuhua tomó su rostro entre sus manos y la atrajo en un beso suave.
Yontararak se recostó a su lado, mirándola de frente.—Shushu, ¿Puedo hacerte una pregunta?—la taiwanesa asintió y miró sus ojos cansados con ternura—Claro unnie, ¿Qué es lo que quiere preguntarme?.
La chica se abrazó a ella y hundiendo su rostro en el cuello de la adormecida propietaria de la habitación susurró en un tono bajo, aquella pregunta que deseaba desde hace tanto tiempo formular. Yeh sorprendida abrió sus ojos hasta su máximo esplendor, Minnie se escondió en su pequeño lugar seguro esperando a escuchar alguna respuesta de la menor.
Se sorprendió cuando sintió un giro abrupto, intentó aferrarse pero permiso de espaldas contra el colchón—¿Hablas en serio?—preguntó con una hermosa sonrisa, haciendo a la mayor sonrojar al verse en la obligación de repetir su pedido.—Sí, de verdad desearía que tú y yo- —sus belfos chocarón haciéndola cerrar sus ojos, tosiendo el pequeño beso con una sonrisa.
—Acepto—acotó—dios obviamente quiero.—respondió entre besitos alegres y cariñosos, atrapando a la dormilona chica entre sus brazos y recibiendla en su cama, ntre sus mantas.
Ambas se fundieronen una burbuja fuera de la realidad, susurrando dulces "mi novia" entre risitas.
La puerta chilló con un ensordecente sonido, entre la oscuridad que le proporcionaban sus mantas se pusieron en alerta, asomando sus ojos para observar alrededor de la habitación, todo parecía estar en paz, la bailarina seguía dormida en su cama con la boca levemente entre abierta, Miyeon descansaba en profundidad abrazando una de sus almohadas y hundiéndose en ella.
—Tal vez fué solo el viento.
—¿Yuqi volvió con Soyeon?—Minnie rió cubriendo su boca.—eso suena como si ambas fueran pareja.—Shuhua asintió riendo junto a ella y contándole el cómo al inicio pensaba que Yuqi de verdad tenía un crush en su líder, Kim acordó de inmediato.
Ambas entre risas silenciosas acordaron dormir nuevamente abrazándose la una a la otra —¡AHH!—la menor fue jalada con fuerza desde los pies de la cama, gritando al sentir las moustrosas uñas de su atacante resfalar por su piel, la tailandesa asustada se levantó de golpe de la cama ayudando a Shushu a volver a su posición original.
Nuevamente ambas escanearón la habitación está vez asustadas cuando una sombra corrió por frente a ellas y se abalanzó sobre ambas—Boo!.
—¡VETE A LA MIERDA SONG!—gritó enfadada la rubia, golpeando con su mano la cabeza de la china.
Yuqi sin dejarse ganar se empeñó en darle pelea una vez se liberó de su máscara y guantes lloviendo golpes en todas direcciones.—Oh no.—murmuró Shuhua al ver a su espeluznante unnie de pie tras ambas.
Las agarró de la oreja haciéndoles chillar por ello—Ay, ay, ay, ¡unnie!.—se quejaba la menor, lloriqueando de forma exagerada.
—Tienen diez segundos para volver a su apartamento o juro que les arrancaré las orejas.—ambas asintieron sin objeciones y corrieron fuera de la habitación, una cambiando de apartamento mientras la otra regresaba a su camita en el sofá, rezando a mil y un diosas porque más tarde la aterradora coreana no siguiera enfadada.
—Unnie..—susurró algo nerviosa.
La mayor se dejó caer en la cama de la menor y se tapó con sus mantas—Solo déjame dormir.—shuhua apuntó a su pecho y preguntó—¿puedo unirme?, ¿No estás enojada?.
Soojin asintió y abrió sus brazos, cerrando sus ojos una vez la chica entró a la cama.
Más tarde Miyeon también encontraría su lugar entre las mantas.
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No sé qué nota poner, besitos para todos, chau.
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