Shuhua despertó al sentir un golpe en su mejilla—¿QUÉ HICE? ¿QUÉ PASÓ?—Chilló asustada, abriendo sus ojos y arrepintiendo se al instante de ello cuando el único trozo de sol que entraba por la ventana le quemó las retinas—Mierda, veo luces—musitó, quitando la mano ajena de su rostro. Tomó asiento, apoyando su espalda contra la cabecera de la cama, jadeando al notar el frío tacto de la madera en su piel descubierta.
“¿Y mi camisa?”
Un dolor agudo le cegó por completo, tomando su cabeza en un intento por alivianar el dolor—¿Dónde..?—un cuerpo cálido se abrazó a sus muslos, reposando su cabeza en ellos, la melena rubia fué rápidamente reconocida entre la oscuridad por la extranjera, quien enredo sus dedos entre sus hebras.
Sonrió con sus labios, acariciando sus rojizas mejillas. “¿Tendrá calor?” pensó, jadeando ante el agudo dolor de su cabeza y ahora caderas al apenas acomodarse.
Tomó un respiro y miro a su alrededor, sentía el calor de un cuerpo a su izquierda y la curiosidad le ganaba. Entrecerró los ojos logrando apenas divisar la silueta del resto de su grupo, inocente fue su pensar al suponer que solo se trataba de una de ellas—Opino que debería volver a dormir y simular que no ví nada.—apuntó, abriéndose paso entre los cálidos brazos de Nicha, disfrutando de la suavidad de su pecho desnudo.
—¿Estás cómoda?—susurró la rubia con una voz ronca y seductora.
Yeh frotando su mejilla contra el pecho de Minnie, le sonrió coqueta, gozando de sus privilegios—Demasiado—susurró también, dejando suaves besos entre sus encantos. Shu rió algo avergonzada por su mismo actuar, abrazándose aún más a la tailandesa.
Por su parte una coreana que dormitaba tras ella enrolló de forma posesiva su cintura.
—¿Debería preguntar porqué hay cinco mujeres en mi cama?—preguntó, escondiéndose en la esbelta figura de la tailandesa—Suenas cómo un Playboy, Shuhua—musitó, acercándose en un beso.
En medio del beso sintió los dedos de la pelinegra juguetear en su abdomen, el solo sentir las uñas puntiagudas contra su piel le reveló la misteriosa propietaria de esas caricias.
—Sabes que eres mi preferida—Ronroneó, intentando no morir de la risa.
Unas uñas afiladas se enterraron en su abdomen, sacándole un leve suspiro.
—Dios, me derrito—Bromeó también en respuesta Kim, abanicandose con sus manos.
—¿Realmente no recuerdas nada?—Minnie dejó escapar un suspiro, cerrando sus ojos con suavidad una vez se encontraba cómoda—Si lo recuerdo, estoy algo avergonzada.—contestó Shuhua, cubriendo su rostro con las manos por la vergüenza.
—Muerdes muy fuerte, suerte que soy masoquista—burló, coqueteando de forma estúpida para evadir los nervios y jugar un poco con la coreana tras ella—No me molestaría repetirlo—susurró, acariciando las manos que rodeaban su abdomen mientras sus ojos permanecían fijos en Minnie.
—Si ya terminaron de culiar verbalmente, les agradecería hacer un poco de espacio, me estoy cayendo de la cama y Yuqi está durmiendo en el suelo.—Se Quejó Miyeon, asomándose a espaldas de Minnie, la rubia tiró atrás una de sus piernas y le propinó una patada a la malumorada coreana.
Shuhua prefirió acomodarse derecha, mirando al techo, avergonzada por ser atrapadas, La pelinegra mantuvo la mano en su abdomen, posando su rostro en el cuello de Shu.
Por el contrario Nicha se dió media vuelta para confrontar a su mayor.
—No lo arruines, quería ver qué más decía.—respondió Nicha, alegando que se fuera a dormir a otra habitación—Jodete, este es mi departamento—respondió en defensa Miyeon—Dios, ya no respetan nada—bufó exasperada.
Con cuidado de no aplastar a Song la mayor se levantó, encendiendo las luces para levantar a todas las chicas.
—Apaga esa mierda, Cho Miyeon—Demandó Soojin, apareciendo en el lado derecho de Shuhua. La coreana termino de fundir su rostro en el cuello de la maknae, evitando la luz de la habitación.
—Le diré a Soyeon que no me respetas—dijo con disgusto, retirándose de la habitación tras agarrar unos pantalones del suelo.
—Ninguna de ustedes deja dormir—soltó estresada la líder, agarrando su almohada antes de levantarse a apagar la luz, decidiendo que prefería cambiarse de cama antes de volver a ese enredo de piernas en la cama de Yeh Shuhua.
—Siento que tendré que disculpar de alguna manera con ellas luego de esto—Apuntó preocupada la taiwanesa, mordiendo su mejilla interna
—Solo muestrales las tetas y estarán felices—Mencionó una voz grave, Song se levantaba con dificultad del suelo, estirando cada uno de los músculos que le fuera posible estirar—¡Buff! Necesitamos una cama más grande. Ustedes son demasiado relleno en mi relación con Shuhua, sin ánimos de ofender, solo atacar.
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𝕆𝕦𝕣 𝔹𝕒𝕓𝕪 ; Ot5 x Shuhua
Фанфикшн-Todas amamos a nuestra linda maknae, nuestra adorable bebé
