Soojinie suspiró al cerrar la puerta tras su espalda, la menor no se había demorado en notar que la conversación era obviamente falsa, el chat había pasado de "¿Entonces quieres sorprenderla?" A "Si, si, nesecito que vengas con urgencia, hay cosas en las que nesecito tu ayuda".
La verdad le había provocado tristeza ver la linda sonrisa de Shuhua caer y convertirse en un rostro decepcionado, fue algo doloroso el despedirla de esa manera, pero juraba recompensará y hacerla sonreír como nunca.
Solo necesitaba algo de tiempo para preparar todo.
—¡Miyeon unnie!, ¿Hay alguien en casa?.—el eco del lugar destacó entre el denso silencio que lo inundaba—Supongo que llegará tarde nuevamente.—mordisqueó su labio inferior, pensando por qué debía empezar.
¿mantas?, ¿El proyector?, Tendría que ver el terreno disponible antes que nada, tal vez limpiar un poco, ya que nadie utilizaba esa zona.
Dejo las bolsas sobre el sofá y de un trote volvió hasta la puerta, dudo de llevar una escoba al momento de dirigirse al ascensor, suspiró, esperaba tener todo preparado para cuando la chica estuviera en casa.—Señorita, ¿va a entrar?—Seo levantó su cabeza al oír la voz de la anciana mujer, asintiendo de forma acelerada y entrando dentro del cuadrado en una pequeña reverencia como agradecimiento—¿A qué piso se dirige?.
—A la azotea, por favor.—la agadable señora le sonrió y apreo el último piso—Que incidencia jovencita, yo tambien nesecito ir al último piso.—Soojin le sonrió de vuelta y las puertas se cerraron frente a sus ojos.—¿Que planea hacer allá arriba?.
—Yo.. planeaba hacerle una cena.—Dudó de si era correcto decirle ese tipo de información a la mujer, sus nervios aumentaron, ¿Que debería decir?, ¿Novia?, ¿Novio?, ¿Amiga?. Rascó el costado de su cabeza.—Te veo tensa, ¿Hablas de tu pareja?, Que romántica.—golpeo suavemente su codo en el costado de la menor, guiñandelo un ojo de forma cómica.—no se preocupe señorita, que estás palabras de aquí no salen—Selló su boca como un cierre para demostrar que no hablaría. La pelirroja le sonrió de forma sincera agradeciéndole de forma breve por su secretismo.
—¿Que planeas hacerle a tu chica?.—Preguntó con toda confianza la mujer, Soojin se atragantó con sus palabras—¿lo asumí muy rápido?, ¿Era un chico?.
—Es.. una chica, le atinó.—murmuró tímida la chica—quiero invitarla a ver el atardecer, una película, comer algo juntas.—Sonrió bobamente.—espero lograr hacerlo a tiempo.
—A tu chica le encantará jovencita, estoy segura. Si nesecita ayuda me lo da a conocer, mi hijo es un chico muy fuerte y amable que seguramente le pueda ayudar.—
—No creo que sea necesario, pero le agradezco la oferta.—las puertas del ascensor se abrieron y la mujer se despidió con una sonrisa aclarando que su puerta era la número 222.
Soojin fue directo a las escaleras para salir arriba sorprendiéndose de buena forma al ver que el espacioso lugar estaba en buenas condiciones, apostando a que su pintura era reciente, miró en dirección al sol, al atardecer la enorme esfera se vería caer entre los edificios, tal vez no era como un atardecer en la playa, pero se vería hermoso de igual manera.
Corrió escaleras abajo, el poco tiempo que le tomó verlo era suficiente, una pala, una bolsa de basura y un escobillón era lo único necesario para dejar el lugar en óptimas condiciones, celebró aquello con un pequeño baile improvisado.
Al llegar al piso en el cual vivía agarró lo nesesario rápidamente, sinceramente la chica detestaba barrer el piso, pero está vez valdría la pena.
Preparó algunas cosas simples para comer.
Subió y bajó una cantidad incontable de veces, mantas, almohadones, el proyector, una computadora, una pequeña carpa de playa para cubrirse, incluso instaló unas pequeñas luces que tenía en su habitación para iluminar alrededor una gran tela blanca para proyectar la imagen.
Todo estaba listo, solo debía tomar una ducha y esperar a la menor ya que llegaría pronto.
Miró la hora en su celular 5:50, Shuhua llegaría en unos diez a veinte minutos según había avisado Entró a la ducha, dándose el baño más rápido que alguna vez había tomado en su vida y sin secar su cabello subió una vez más al lugar apenas terminó de abrochar sus zapatillas. Arregló la pequeña pila de mantas que tenía a un lado y se sentó con impaciencia a esperarle.
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Su celular sonó luego de quince minutos, suspiró imaginando lo peor, tal vez había decidido ir a casa de Soyeon, Minnie y Yuqi, no podría saberlo si no contestaba.—Oh, unnie, estoy en casa, ¿Dónde está usted?, Le pregunté a Haku pero dice que no la ah visto.—Rió suavemente al mencionar al can, quien ladraba feliz tras la línea.
Soojin observó el plato de comida del can, le había comprado un alimento especial para la noche, no podría dejarlo fuera el día de hoy.—Shushu, nesecito tu ayuda con algo aquí, ¿podrías traer a mata contigo?, Estoy en la azotea.—pidió esperando que la menor aceptará.
La menor ya estaba de buen humor por lo que sin protestar subió al ascensor, aunque se sintió extrañada al ver una mujer anciana mirarla através de su puerta con una sonrisa, haciéndole señas para que subiera.
Subió las escaleras y abrió la puerta, frente a ella estaba su novia, esperandola con una sonrisa y su mano extendida.
—Bienvenida a nuestra primera cita.—Tiró de ella a sus brazos y beso sus labios a modo de saludo.
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Adivinen quien está feliz, ahhhh. Hoy no dejaré una nota coherente solo diré que se cancela el pasar las penas con juguito de manzana skxnsnx, perdón.
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