-Capitulo veintitrés-

242 30 4
                                    


Inhalo pesado para botarlo, un simple ejercicio que le enseñaron cuando niño, bastante eficiente y simple, lo utilizaba en situaciones donde tenía miedo o estaba nervioso o apunto de tener crisis de pánico.

Tenía en su mochila sus cuadernos, guías y todos sus lápices en orden. Todas las cosas que necesitaba para su no-clase con Yoongi.

Se adentro a la biblioteca, lo suficiente para ver la mesa en donde siempre estudiaba el, que está justo delante de la suya. A esa hora no había casi ninguna alma en ese lugar.

Él estaba tecleándose con alguien en su celular, no quería ir, pero a la vez tenía, él lo estaba esperando y sería muy mala educación irse y no avisar. Se había comprometido y él no es un hombre de palabras, sino hechos.

A paso inseguro se paró al lado de la mesa, este levanto su mirada dejando su celular en la mesa, miro rápidamente el teléfono para después a él, intento sonreír pero se vio más como una mueca.

---¿Te perdiste en los pasillos Park?.---Jimin lo miro confundido y este chasqueo los labios.---Solo fue un comentario para aliviar el ambiente, no lo tomes todo tan personal.

Se sentó a su lado.---Es raro viniendo de ti tanta amabilidad.

----Hablas de mí como si fuera un asesino serial.---Jimin no dijo nada, solo sacaba sus cosas con manos temblorosas y torpes. La presencia de Yoongi lo pone nervioso.---¿Qué impresión tienes de mí?.

Lo escucho decir, el guardo silencio pensando en su pregunta y en que podría decir ante aquella, ¿Qué decir? Decirle que era un arrastrado, un matón que disfrutaba un dolor que no era suyo, o simplemente decirle que era un fracaso de intento de hijo perfecto.

Lo miro y este lo miraba esperando una respuesta.

---Pensé que estudiaríamos, tengo examen en dos semanas más y no tengo ni idea de que mierda estamos pasando. Solo apunto.

El asintió comprendiendo.---Dame tu cuaderno.---Él se lo paso, un simple cuaderno de color verde que por dentro era un desorden de números.---Estadísticas.---Mientras Yoongi revisaba su cuaderno, él se colocó sus anteojos.---Esto es tan fácil como sumar, restar y dividir.

---Aún no se dividir muy bien.---Comento.

Una sonrisa apareció en su rostro y se mordió el labio para no soltar una innecesaria carcajada.

---Estas en tercero de la Universidad ¿Y me estás diciendo que no sabes dividir?.---El asintió tieso.---Eres más tonto de lo que creí.---Dijo sin mas.

Una opresión se formó en su pecho y sus mejillas se ruborizaron de la vergüenza.

---Lo aprendo y lo olvido, se me es muy difícil las matemáticas. Pero eso no significa que sea tonto, tengo otras habilidades en otras materias.

El asintió sin tomarle importancia.---Bien, esta clase te enseñare a dividir, y tendrás que poner mucha atención porque la división es como las sumas, son para toda la vida ¿Entiendes?.

Asintió, Yoongi abrió una página en blanco y empezó a explicarle detalladamente las cosas, el trababa de poner la máxima atención, pero por alguna razón sus ojos se desviaban hacia los delgados labios de corazón del pelinegro, apartaba su mirada de inmediato, o simples cosas como sus grandes, huesudas y venosas manos que las encontró bonitas, y hasta las comparo con las suyas.

Pero no todo fue simples y tontas distracciones, se sentía estúpido por olvidar cosas básicas de las matemáticas.

---¡Vamos Jimin! Dividir en cuatros cifras no es una ciencia.---El rubio agradecía la paciencia que estaba teniendo Yoongi con él.

happiness is a butterfly [ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora