-Capitulo cuarenta y nueve-

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Los días que siguieron se sumergió en las profundidades de su habitación por llorar por su amor no correspondido. Si le hubieran dicho antes que un corazón roto se sentía de esta manera lo hubiera cuidado más, y no entregárselo voluntariamente a alguien que lo destrozaría en pedacitos, sabiendo que lo haría.

Krynn no le hacía bien a él, necesitaba irse de ahí, necesitaba tomar un nuevo respiro. En Seúl lo tenía todo, en Seúl todo iba bien, pero Sulli no se quería ir, y lo arrastraba a él a una miserable vida. ¿Qué tenía que hacer? ¿Quedarse años en un pueblo que odia solo porque su mamá no se quiere ir? ¿No que los padres velaban por el bienestar de sus hijos? Ese nunca fue su caso, porque nadie se ha preocupado nunca por su felicidad. Y es irónico porque él vive pendiente de que el resto sea feliz, que irónica es la vida. Sulli tuvo día libre y se quedó en cama porque se sentía mal, y Jimin no se sentía bien para cuidar de otra persona que no sea el mismo.

El lunes llego y se quedó solo nuevamente en su casa, el martes Namjoon lo fue a ver, pero él seguía enojado con la vida, asique ni le hablo. El miércoles sus amigos fueron a verlo, él se bañó por hacerlo, pero tampoco le dirigió la palabra a ninguno. Ellos llevaron comida y lo acompañaron a ver películas de comedia, pero Jimin solo quería estar solo.

Esa madrugada del jueves Namjoon estaba durmiendo plácidamente a su lado. Él se levantó y fue al baño, se miró al espejo y empezó a llorar, el solo quiere ser feliz, la encontró cuando estaba en Seúl, también la encontró cuando estaba al lado de Yoongi, pero se esfuma rápidamente, como una mariposa cuando le tomas suficiente atención.

Tomo entre el botiquín y tomo una cuchilla, no paraba de llorar, necesitaba acabar con ese dolor que tiene rápido. Le costaba respirar, estaba asfixiado, solo unas cuantas cortadas y ese dolor se acabaría, a nadie le importara, a Yoongi no le importara, de hecho, estaría complacido porque varias veces le decía que se mate y que este mundo sería mejor sin él. Tenía razón Namjoon, enamorarse de tu agresor es algo enfermo.

Aplicándole todas sus fuerzas y llorando desconsoladamente empezó con un corte directo a la vena, otro más en el otro brazo y todo se acabaría, ¿Podría encontrar la felicidad en el otro lado?. Aplicándole fuerza a su otra muñeca empezó un corte profundo pero que no llego a mucho.

---¡¿Qué mierda haces Jimin?!.---Namjoon intento quitarle la navaja, pero Jimin ponía resistencia.

---¡Déjame Namjoon! ¡El mundo estará mejor sin mi!.---Le grito intentando volver a cortarse.

Namjoon intento como pudo quitarle la navaja sin herirlo aún más, pero pasándose a cortar el.

---¿Qué son esos gritos?.---Bajo Sulli tapándose con una bata, miro el suelo y la sangre que había.---¡¿Otra vez Jimin?!.---Se altero haciendo a un lado al más alto.---¡Me dijiste que no lo volverías hacer!.---Se veía estupefacta.

Jimin solo lloraba, entrando a una crisis de pánico, Sulli quedo en un trance, solo miraba como su hijo estaba perdiendo la cabeza, Namjoon intentaba ayudar en lo que podía. No fue una buena noche, Jimin lloraba desconsoladamente y Sulli limpiaba la sangre que estaba en el baño.

---Lo voy a llevar al hospital.---Hablo finalmente Namjoom, cuando la mamá de su amigo termino de limpiar la sangre.

Jimin solo estaba tiritando y sollozaba en el sillón mirando un punto fijo de la sala.



Estaba sentado en la camilla envuelto en una frazada rosaba que encontró Nam en su habitación y lo envolvió en ella llevándolo al hospital.

happiness is a butterfly [ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora