happiness is a butterfly [ym]

-Capitulo veintidós-

Su pecho se exprimía ante el silencio y miro a un punto fijo de la habitación. Hablar de su vida íntima nunca a sido fácil, ni con Tae o Jungkook.

Si bien los dos últimos estaban enterados de algunos que otros anécdotas de su vida, normalmente cuando estaba con ellos lograba olvidar. El nunca en la vida se sentía tan alegre cuando estaba los tres juntos.

No quería pensar en ello, no quería pensar en su madre u Seungri, o Yoongi que iba de la mano con su no-novio.

---Te espero Jim, tomate tu tiempo.---Ella hablo esperando una respuesta, después de algunas terapias y viendo como el chico que estaba al frente suyo se sentía con un poco más de energía y esa mirada vacía iba desapareciendo con cada palabras que entre ellos dos hablaba, decidió que era momento de hablar de temas que el a estado desviando y no discretamente.

---Me golpea.---Susurro bajito.

Ella acomodo sus anteojos.---¿Tu padrastro?.---El muchacho asintió.---¿Desde cuándo?.

Inhalo y exhalo y soltó una risa seca para abrazarse.---Desde siempre.

---¿Y tu madre?.

---Ah ella igual.

Dejo su cuaderno con notas e información del paciente que tenía en su consulta a un lado.

---¿Lo han denunciado alguna vez?.---El negó.---¿Por qué?.

Lagrimas empezaron a salir, ante recuerdos que aparecían en su cabeza.

---Porque ella no quiere.---Su voz estaba tan quebrada.

Era una imagen triste de ver para Chungha, ver a un chico tan sensible, delicado y roto. El no paraba de llorar y en un momento dejo su mano derecha en un brazo del sofá y con la otra tocaba su corazón.

Empezó a faltarle el aire y empezó a sudar, la psicóloga no dudo en actuar rápido, Jimin jadeaba por un poco de aire.

Y ella se acercó a una distancia prudente.---Escucha mi voz Jimin, respira y exhala.

Chungha se estaba empezando a preocupar cuando pasaban los minutos y veía a su paciente tratando de respirar.

---Jimin, relájate.---Él no le hacía caso, porque estaba tan asustado que no podía ni escuchar su voz, hasta que ella lo tomo del rostro obligándolo a mirarla.---Respira, hagámoslo juntos.---Sintió que el alma le volvía al cuerpo al ver al chico rubio poder respirar. Se alejó de el de apoco.

Se recostó en el respaldo del sillón tratando de clamar su respiración. Se pasó una mano por su cabello después de unos minutos sintiendo hasta vergüenza.

---Nunca me dijiste que sufrías de Ansiedad.---El chico no hablo.---¿Desde cuándo?.

---Desde siempre, pero desde verano que son mucho más frecuentes.

Ella crispo los labios ladeando un poco su cabeza.---¿Por qué más frecuentes de verano?.

Jimin no quería seguir ahí, solo quería estar con sus amigos y que estos hablasen de cualquier estupidez que lo distrajera, aunque sea solo un par de horas.

---Me tengo que ir.---Fue lo único que dijo para levantarse y buscar su mochila y querer salir lo antes posible de esa consulta.

---Espera Jim.---El la miro sin voltearse.---Te espero aquí el viernes o si quieres podemos acordar ir por un café y hablar mejor ahí, ¿Te parece?.---El asintió, pero ella antes de que se fuera busco su tarjeta y se la entrego.---Mándame un mensaje el jueves y acordamos una sesión en el lugar que quieras.---El voltio asentir.---Espera Jimin.