-Capitulo treinta y cuatro-

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Sabía que es de esas personas que les da mucha importancia a las cosas. Busca cada punto de vista para buscar algo tanto bueno o malo. Comiéndose la cabeza de inseguridades, más inseguridades de las que él ya tiene. Pero ver a sus ex mejores amigos de toda la vida jugando como lo hacían ellos tres le rompía el corazón. El momento donde más los necesitaba ellos se fueron, se fueron en un momento muy difícil, y eso le hacía más daño de lo que se podía permitirse, envenenando cada vez más su alma, y eso no le gustaba.

Se siente traicionado y completamente excluido, un marginado. Y ahí estaba, sin ni siquiera podía despegar su vista de ellos. Su corazón se exprimía y un mal sabor en la boca se le formo junto a un dolor en su estómago.

Tiene que dejar ir a las personas, porque su psicóloga en la mañana le dijo que hay personas que están mucho tiempo en tu vida u otras un rato, que las personas cumplen un ciclo en la vida y no es sano aferrarse a ellas cuando ya no queda más que cariño y buenos recuerdos. Jimin cree que por eso no ha dejado entrar a su corazón a los chicos con los que se relaciona ahora. Tiene mucho miedo que desaparezcan y lo dejen solo y más roto de lo que ya está.

No quiere que le rompan el corazón, el de verdad no quiere que lo desechen como si no valiera nada, lo han hecho toda su vida. ¿Cuándo dejara de sentirse así?.

¿Cuándo se dejará de sentirse como algo pasajero de las personas? Él quiere marcar la vida de alguien, porque todas las personas que pasan por su vida dejan alguna huella, otras muy grandes, medianas y otras muy pequeña, pero todos lo hacen, al fin y al cabo.

Necesitaba aire, lo necesitaba urgentemente porque se sentía asfixiado. Se levanto rápidamente de la mesa donde se encontraban sus amigos y corrió rápido hacia el jardín, quedando debajo del techo y viendo la lluvia caer al pasto verde y levemente largo. Se encontraba luchando con nadar hasta la superficie del vaso lleno de agua y poder respirar un poco.

Le empezó a faltar el aire y se estaba paralizando, cayó al suelo de tanta debilidad. Todo su cuerpo temblaba y tiritaba, abría su boca en busca de oxígeno, pero no podía respirar bien. Lagrimas caían por sus ojos de lo asustado que estaban, ¿Así acabaría todo?.

Lo tomaron de los hombros, no le tomo importancia, porque estaba sintiendo nuevamente lo que es estar cerca de la muerte.

---Jimin.

Escucho una voz que se oía como un eco. Mas lagrimas salían de sus ojos y su corazón latía ferozmente, su pecho se apretaba tanto que dolía y solo quería que esto terminara, pero sabía que no terminaría de buena forma.

---No puedo respirar.---Le dijo a la persona que le apretaba fuete los hombros.

---Mírame.

No podía mirarlo, estaba muy sumergido volviéndose loco como para prestarle atención a la persona.

Pensaba vagamente en su familia. No podía dejar a su mamá sola, no quería lastimar a su abuela, pensar en ello solo hacía que le doliera más el pecho.

---¡Jimin!.---Escucho a alguien gritar y abrazarlo fuertemente.---Aquí estoy.

---Jin suéltalo necesita espacio.

Un fuerte suspiro salió de su boca al notar que podía respirar nuevamente, las lágrimas aún salían, y ese fuerte dolor en el pecho iba disminuyendo a medida que respiraba. Las caricias en su cabello lo tranquilizaban un poco más.

Las caricias en su cabello fueron remplazadas por un fuerte abrazo, miro hacia a su alrededor encontrándose con el ceño fruncido de Yoongi, la aparto para ver a Namjoon y Hoseok al lado de Yoongi.

happiness is a butterfly [ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora