Amor en el silencio © Regresa a Wattpad

Capitulo 37

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El silencio reinaba en la habitación haciéndome sentir dolor y soledad.

Mi mirada no se podía apartar de los ojos, ahora fríos y vacíos, de Oliver.

Las lágrimas se acumularon en mis ojos y di un paso hacia el buscando el calor y la protección que siempre me brindaba. Pero está vez fue diferente. El se alejó. Haciendo que mi corazón se encogiera.

Me negué a entender la acción de Oliver, así que, volví a intentar dar un paso hacia el. Pero en el momento que mi cerebro le mando a mis piernas la orden que se movieran, Ana y los chicos entraron a la habitación con una sonrisa.

_Mamá, vamos a... - pero Ana paro de hablar al ver a todos en silencio. Y su sonrisa se borro de su rostro.

_Chicos, salgamos, esto lo tienen que arreglar ellos.- escuché decir a Abby, y unos segundos después. El y yo nos quedamos solos en la fría habitación.

Mis lágrimas caían, sin embargo no podía hacer nada. Simplemente veía como esos hermosos ojos, que tanto amo, me veían con odio, decepción y tristeza.

_Oli...- intente decir, pero el me callo.

_Cállate.- susurró cerrando los ojos.

_Yo...- intente de nuevo, sintiendo como mi barbilla temblaba.

_¡Que te calles!.- me gritó avanzando hacia mi en grandes zancadas.

Me asuste y di dos pasos hacia atrás, tan brusco, que al chocar con la pared, mi cabeza rebotó causándome un gran dolor.

Oliver estrelló sus puños en la pared, a los lados de mi cabeza. Haciéndome sobresaltar y soltar un sollozo.

_Eres... tu... ¿Como pudiste?.- dijo con odio, mientras veía como su mandíbula se tensaba.

Mi voz era remplazada por los sollozos, evitando que una palabra pudiera salir.

_Ya entiendo porque nunca hablaste de tu mamá, porque siempre me ocultabas todo acerca de tu familia. ¡ Tú lo sabías, sabias que tu mamá era la zorra que destrozo a mi familia, por la que mi mamá sufrió tanto. Tu mamá fue la causante de las enfermedades de Ana y la mía.! - me gritó en la cara, haciendo que sintiera miedo y mis piernas dejaran de funcionar.

Mi espalda se fue deslizando por la pared, hasta que acabe en el suelo, sintiéndome débil y rota.

Mis sollozos no me dejaban hablar, y los gritos de Oliver cada vez me destruían mas.

La puerta se abrió, causando un fuerte estruendo, haciendo que mi cuerpo temblara.

_ Oliver... - escuché decir a Abby con la voz rota. Sin embargo el no apartaba su mirada llena de odio, de mi.

Mi cuerpo se hizo un ovillo y deje que mis lágrimas siguieran cayendo por mis mejillas.

_ Eres... eres una zorra, no sé cómo pude haberme fijado en ti, eres estupida y seguramente todo lo planeaste con tu mamá para destrozarnos mas. Pero al parecer te subestime, eres lo suficientemente lista para haberme engañado. No sé cómo pude caer ante ti.

_¡Oliver!.- gritó Abby

Sin embargo ya no lo podía cambiar, Oliver me había destrozado, me había roto, y nadie podría cambiar eso.

El volvió a golpear la pared con tanta fuerza que está se lleno de pequeñas manchas rojas. Me miró con odio y se fue de la habitación, sin mirar atrás.

No podía parar de llorar, mi cuerpo temblaba y mi corazón chocaba contra mi pecho, haciendo que este doliera.

_Alessa... cariño, tranquila... todo va a estar bien. - escuche la voz de Abby.