Capitulo 38

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Alessa...

Me desperté al  escuchar pasos fuera de mi habitación.

Mis ojos se fueron abriendo poco a poco, acostumbrándose a la luz que entraba por la ventana pegándome de lleno en el rostro.

Me talle los ojos y levante del piso. Al parecer me había quedado dormida ahí, luego de haber llorado hasta no tener lagrimas.

Vi toda la habitación confundida, está no era la habitación de Oliver. Baje la mirada a mi cuerpo, y al ver el vestido mis ojos se llenaron de lágrimas.

El recuerdo de ayer me llego como un golpe en el estomago.

Me quite las pequeñas lágrimas que me resbalaban por las mejillas y respiré hondo.

Me levante con pasó tembloroso y me dirigí al baño. Me vi en el espejo, y no pude hacer más que apretar la boca intentando que un sollozo no saliera.

El maquillaje seguía completamente corrido y mis ojos estaban hinchados y rojos.

Abrí la llave del agua y me moje el rostro, intentado quitar el rastro del maquillaje. Me talle intentado borrar lo de la noche de ayer. Sin embargo no lo lograba borrar. El dolor no se iba.

Decidí darme una ducha y así poderme tranquilizar.

Luego de media hora bajo el agua. Salí envuelta de una toalla, y fui a buscar ropa.

Me quite la toalla y vi mi cuerpo desnudó a través de el espejo. Suspiré al recordar cómo las manos de Oliver alguna vez recorrieron partes de este.

Me acerqué un poco más, y me mordí el labio inferior al ver el collar en mi cuello.

Lo tome, y lo apreté entre mis manos.

Cerré los ojos y respiré hondo.

Me puse la ropa, la cual consistía en una blusa gris tres tallas más grande, unos jeans azules y unos tenis blancos.

No sabía que hacer, sabía que tenía que hablar con Oliver, sin embargo, tenía miedo. Miedo a su reacción. Ya me había lastimado. No quería sufrir más.

Y lo más importante, tenía que hablar con mi mamá, necesitaba que me explicara todo. Yo sabía que mi mamá había echo cosas malas. Por alguna razón tuvo que estar en la Carcel. Todos esos años en los que yo estuve en el reformatorio de monjas.

Pero de lo único que estaba segura que haría, era irme. Yo ya no pertenecía aquí.

Me armé de valor y abrí la puerta de la habitación. Salí y con pasos temblorosos me dirigí hacia la habitación de Oliver. Tenía que tomar mis cosas.

Abrí la puerta poco a poco y al asegurarme que Oliver no estaba. Me adentré a la habitación.

Tome mi maleta y sin cuidado puse la ropa dentro de esta. No quería encontrarme a Oliver para que me volviera a dañar.

Cerré la maleta y al darme la vuelta, mi mirada choco con la de Oliver.

Solté un grito por el susto, y me hice unos pasos para atrás.

_¿Que hacer aquí?.- me pregunto frío.

_Yo...- intente decir pero mis palabras se trababan en mi garganta haciendo que no logrará decir nada más.

El se acercó más a mi y me miró de arriba a abajo haciéndome sentir pequeña.

Volví a intentar hablar, hasta que logre decir la oración completa.

_Me voy.- susurre

El se quedó callado por un tiempo, hasta que soltó una risa seca.

_Bien, espero que te vaya bien en el camino.- dijo frío caminando al lado de mi.

Tomo la maleta de la cama, y la aventó hacia mi, causando un gran estruendo.

Me asuste y mis ojos se llenaron de lágrimas al ver cómo me trataba. El no era el Oliver del que me había enamorado, el no era mi Oliver.

_Ahi están tus cosas. - dijo acostándose en la cama y prendiendo el televisor.

Mis lágrimas salieron de mis ojos y me agaché para recoger mi maleta.

La tome fuertemente, intentado darme fuerzas con el. Y di la vuelta.

Camine lentamente hacia la puerta y al llegar enfrente de esta, me acorde del collar.

Lo tome y acaricie, recordando el momento en el que me lo dio. Un momento lleno de amor y de paz. Todo lo contrario a el momento que estaba viviendo ahora.

Me lo quite, y tomándolo fuertemente en una mano, me acerqué a Oliver y en el momento en que nuestros ojos volvieron a conectar, pude ver sus ojos cristalinos al igual que los míos.

Respiré y le deje el collar en su mesa de noche.

El veía todos mis movimientos, y sin embargo no hacía nada.

Me voltee a verlo, y con una lágrima derramándose en mi mejilla me despedí de él.

_Fe...feliz Na...navidad.- susurre antes de salir por la puerta.

Cerré la puerta y en ese momento escuche un fuerte golpe dentro de la habitación. Sin embargo no me detuve.

Baje las escaleras y me dirigí hacia la cocina, la cual era de donde provenían las voces de Abby y Cameron.

Necesitaba despedirme de ellos, se habían portado muy bien conmigo, y necesitaba agradecérselos. Al igual que pedirles perdón por todo el daño.

Llegue a la cocina y era verdad , ahí se encontraban los papás de Oliver hablando muy serios.

_Yo... lamento interrumpir.- susurre llamando su atención.

_No interrumpes nada Alessa. No te preocupes, ¿necesitas algo, te sientes bien? .- me pregunto Abby preocupada.

_No, es...estoy bi...bien, so..solo me quería des..despedir, y agrade..agradecerles todo. - dije con la mirada en el piso.

_no hay nada que agradece Less, está es tu casa, y está abierta para ti siempre.- me dijo Abby cariñosa.

_Gracias...- dije totalmente sincera. - lamento todo el daño que alguna vez mi mamá les hizo. - susurre

_Alessa, no te preocupes, Eso ya había quedado claro hace muchos años. No hay nada de lo que tú te debas perdonar. Y se que Oliver se dará cuenta de eso.- habló Cameron

_Gracias.- fue lo único que logre decir ya que empecé a sentir como mi voz se rompía.

Nos quedamos en silencio unos segundos y decidí que ya era hora de irme.

Quería hablar con Ana, pero tenía miedo, ella era mi única amiga, y no quería que me hiciera más daño de lo que Oliver ya me había echo.

_Gracias por su ayuda.- susurre en despedida y sin más salí de la cocina dirigiéndome a la salida.

Tome el pomo de la puerta y la gire, abrí la puerta y con un gran nudo en la garganta y mis lágrimas a punto de salir como cascadas de mis ojos. Me aleje de la casa de Oliver, sintiendo como cada vez la distancia era más lejana entre nosotros, haciéndome sentir sola y débil.

Sin embargo no voltee atrás, Oliver supo cómo destrozarme. Ya no permitiría que me volviera a ver rota.

Cuando llegue a la estación de autobuses, subí en el autobús y espere a llegar a la dirección que tenía apuntada en un pequeño papel blanco. Mi antigua casa, sabía que ahí se encontraba mi mamá y necesitaba que me explicara todo.

Quería saber,¿ que le había echo ? a los papás de el amor de mi vida.

¿Que había sido ? la causa para acabar con el amor que nos teníamos.

Necesitaba saberlo, y la única forma de saberlo era visitando a mi madre.

Cuando el autobús bajo en mi parada, Camine dos cuadras hasta llegar a la casa.

Recordé todo, los  gnomos en el jardín, el color extravagante de las paredes, y  las pequeñas flores que adornaban la entrada de la casa.

Me acerqué y respiré hondo

Toque dos veces

Y luego de unos segundos la puerta se abrió.

Amor en el silencio © Regresa a Wattpad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora