Amor en el silencio © Regresa a Wattpad

capitulo 2

Alessa

_Bueno chicos, ya se pueden ir, nos vemos el jueves y bienvenidos a la universidad.- dijo el profesor sonriendo antes de salir por la puerta.-

Di un suspiro de alivio y me paré de mi asiento.

Apenas había acabado mi tercera clase del día y ya estaba exhausta. Desde la primera clase, no había parado de escribir y mi mano me dolía.

Camine directo al parque, necesitaba descansar y tenía una hora libre antes de mi próxima clase.

Camine hasta llegar a una banca bajo un árbol y me senté.

Me recargué en el respaldo y respiré profundo.

Me pasé toda la hora viendo pasara a los estudiantes de un lado para el otro. Unos corrían, otros jugaban, y otros simplemente caminaban mientras platicaba con sus amigos.

Cuando acabó mi hora libre, me levante y me dirigí a mi próxima clase, Matemáticas.

Cuando llegue al salón seguía vacío así que me dirigí a un asiento y espere a que todos llegarán.

Estaba viendo por la ventana sumida en mis pensamientos, hasta que escuche voces masculinas haciendo que mi vista se fijara en la puerta de la cual entraron tres chicos platicando y riendo.

Ellos caminaron por el salón hasta llegar a unos asientos y sentarse en ellos sin tomarle importancia a mi presencia o simplemente no dándose cuenta de ella.

Yo me comencé a incomodar y agache mi mirada hundiéndome en la silla.

_Tienes que dejar de pensar en Anastasia, solo te hace mal.- escuche a lo lejos.-

_Lo se, pero simplemente no puedo.- dijo un chico tras un suspiro.-

En ese momento un estornudo se me escapo causando que los tres pares de ojos me voltearan a ver confundidos. Confirmando mi invisibilidad hasta en la universidad.

_Hola preciosa.- escuche la voz de uno dirigida a mi.-

Mi corazón comenzó a latir con más fuerza y decidí no dirigirle la mirada.

_Eres sorda o el gato te comió la lengua ?.-dijo burlándose

A pesar de sus palabras yo seguí en mi posición.

Escuche como se acercaba a mi y me encogí más en la silla sintiendo como mi corazón latía mas rápido.

De pronto sentí como me agarraban del mentón y levantaban mi cara con brusquedad, haciendo que mis ojos chocarán con unos ojos negros.

_Trent deja a la chica.- dijo uno de sus amigos

Pero el siguió agarrando mi mentón con fuerza sin importarle las palabras de su amigo.

Yo comencé a asustarme mucho y mi labio comenzó a temblar.

_Me gusta que me vean a los ojos cuando hablo muñeca.-

Yo solo asentí con la cabeza y me quede viendo sus ojos negros con miedo.

Iba a hablar otra vez cuando una cuarta voz se hizo presente en el salón.

_¿Que pasa aquí chicos?.-

Todos volteamos a ver a la persona responsable de esa voz y me encontré de nuevo al chico que me golpeó hoy en la mañana el cual estaba parado en el marco de la puerta viendo la escena con el ceño fruncido.

_Hola hermano, nada, sólo enseñándole modales a esta niña.- dijo el tal Trent moviendo mi cabeza con fuerza de un lado para el otro.

_Déjala Trent, la estás lastimando.- dijo el adonis acercándose a nosotros.

_Claro que no la estoy lastimando Oliver, ¿verdad pequeña?.-

_me las..lastimas - dije en casi un susurro

_Hermano ¿que te ocurre? Ya te dijo que la lastimas, suéltala. - dijo una nueva voz la cual pertenecía al otro amigo. -

_Esta bien.- dijo para luego soltar mi cara y alejarse de mi regresando a su lugar.

En cuanto sus manos dejaron mi cara me agarre el mentón y me acaricie con cuidado.

_Hey, ¿Estás bien?.- me pregunto Oliver acercándose a mi.

Yo solo asentí con la cabeza y volví a agachar la mirada.

En el momento que el iba a hablar la puerta se abrió y una multitud de alumnos y el profesor entraron por ella.

Oliver se alejó con sus amigos y la clase comenzó.

No me pude concentrar en ningún momento en toda la clase, mi mentón dolía y el miedo que había sentido cuando sus penetrantes ojos negros me veían, no se iba.

En el momento que el timbre sonó levante mis cosas y me fui de ahí a paso apresurado.

Tenía 3 horas para comer antes de mi penúltima clase, así que decidí ir a mi habitación y estar un momento a solas, sin nadie a mi alrededor, solo yo y mis cajas de cartón.

Me compre unas galletas y un café de la máquina dispensadora y me los comí en la tranquilidad de mi habitación.

El día no había sido tan malo a lo que esperaba, todos los años anteriores, mis primeros días de escuela eran horribles, desde ese día comenzaba a ser la marginada y la estúpida que no habla. Por suerte así no había sido el día de hoy, nadie se había dado cuenta de mi. Nadie, a excepción de los chicos de la clase pasada. Pero no me importaba, prefería ser invisible.

Y como me decía mi mamá, es mejor ser invisible que visible para todas las personas que te quieren hacer daño.