resumen: Cedric va a tener que cambiar ciertas actitudes si quiere conservar a su novia
personaje principal: ocfem
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Se normal, solo por hoy se normal, te lo suplico.
Cedric estaba emocionado y aterrado de presentar ante sus amigos a Melanie, y es que ellos solían ser muy...bromistas, con ciertos temas con los que Lannie era demasiado sensible.
—Escucha hermano, sabes que te apoyamos—empezó Braiden, un chico morocho de ojos verdes.
—Pero ¿no crees que es hasta peligroso salir con ella? Ese tipo de mujeres sólo quiere asesinar a los hombres del mundo—continuó Liam, un chico rubio de ojos azules—Agh, feministas. Solo son chicas feas sin amor paterno—río junto a su amigo por su "chiste"
—Lamentó llegar tarde, fue algo difícil conseguir el permiso—dijo Melanie entrando a las tres escobas.
—No te preocupes, quizá debí haber pasado por ti primero—le respondió Cedric tomando la cartera de la chica para colgarla en la silla.
La tarde en el pueblo cercano a Hogwarts pasó tranquila, Melanie fingía estar cómoda para no hacer sentir mal a Cedric, pero debía admitir que las indirectas hacia ella la estaban cansando.
—Hey, Mel ¿no crees que deberías ser más machona?—preguntó Liam—ya sabes, un poco menos de maquillaje no te vendría mal, además de que ¿no crees que esas uñas que te pones son demasiado largas? ¿qué no las feministas están en contra de verse bien y femeninas?—terminó haciendo reír a Braiden.
—En serio siento pena por tu novia si crees que los cuatro centímetros de mis uñas son algo demasiado largo—exclamó tomando un trago de su cerveza apoyandola fuertemente contra la mesa.
—¡Melanie!—gritó Cedric.
—¡¿QUÉ?!—respondió. Si bien su chico no hacía ese tipo de comentarios nunca hacía nada para detenerlo, eso la enfureció más que de costumbre.
¿Su amor por el Hufflepuff era el suficiente como para dejarlo pisotear sus ideales? Claro que no.
Sin más que decir tomó sus cosas para salir de ahí haciéndole una seña obscena a los amigos del chico.
Al ver esto, Cedric fue tras ella, tratando de detenerla.
—¿Y ahora por qué te enojas?—preguntó algo cansado—¿por qué no solo pudiste quedarte callada, disfrutas avergonzarme?—el chico de ojos grises estaba muy enojado en ese momento.
—¿Por qué crees que el estar a favor de derechos humanos básicos es tan malo? Y es que ahora que lo noto tú nunca has estado de mi lado, intento no recalcar actitudes tuyas que no me agradan para que no sientas que trato de imponer mi feminismo...pero creo que si piensas que el tener una novia feminista es peor que tener amigos que son agresores en potencia lo mejor será que no sigamos juntos.
Se volteó para seguir su camino, quizá compraría unos dulces antes de volver a su sala común.
Cedric en serio quedo sorprendido con sus palabras por lo que decidió no volver con sus amigos y simplemente ir a su cuarto. Lo bueno de ser prefecto es que tienes la posibilidad de no compartir cuarto con nadie. Decidió no dormir esa noche, las palabras de su no...de su ex-novia repitiéndose en su mente.
—Hermano, ¿no dormiste en toda la noche?—preguntó David entrando al cuarto de su amigo la mañana siguiente.
—Melanie rompió conmigo—fue lo único que dijo.
—¿Y qué fue lo que le hiciste?—río el simpático chico.
—¡¿Por qué debería ser mi culpa que ella sea tan sensible?!—cuestionó.
—Ok, tranquilo. Solo lo digo porque no es ningún secreto que esos amigos tuyos son algo...imbeciles, y Lannie es, ya sabes—respondió sin mencionar el termino exacto—aunque de hecho quizá ella tenga algo de razón, leí un par de libros que comparte por sus redes sociales en esa cosa muggle.
—¿Qué?
—Sí, si quieres puedo prestartelos. En fin, pasa por mi habitación después del entrenamiento—fue lo ultimo que dijo al salir del cuarto.
Esa noche el chico tampoco volvió a dormir, sus ojos moviéndose de izquierda a derecha leyendo cada párrafo de los artículos y libros que su amigo le había dado.
Cedric no sabía mucho de porcentajes, pero el 97% le parecía muy elevado, más tratándose de algo como el acoso.
Tenía que buscar la forma de pedirle disculpas a su chica...bueno, no era de él, las mujeres no son cosas pero...agh, él se entendía y eso era lo que importaba.
Tú no eras demasiado sensible, quizá yo era demasiado insensible.
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