Cedric Diggory

7.1K 303 74
                                    

—¡Selene!

Ella, dolida y con el corazón roto por las actitudes de sus hermanos y su familia corrió sin querer ver a su chico.

—¡Déjame sola Ced!

Se encerró en uno de los cubículos de los baños de prefectos sintiéndose tonta por eso, ambos eran prefectos por lo cual él ahora estaba golpeando la puerta desesperado por ayudar a su chica.

Desde que Selene Weasley había quedado en Slytherin toda su familia le había dado la espalda tachándola de una futura mortífaga seguidora de Voldemort y demás. Así que para finales de primer año ella pasaba más tiempo con los Malfoy y los Parkinson que con su familia; terminando en su tercer año, en el que conoció al tejón de oro que se había vuelto su novio en solo dos meses.

Él y sus amigos eran lo único que tenía, a su familia ya no le importaba en lo absoluto y gracias a eso había vuelto toda una serpiente en ese aspecto: Las emociones en el interior no permitiendo mostrar debilidad en el exterior.

Todas las serpientes actuaban como si sus afiliados colmillos estuvieran siempre goteando veneno y, aunque algunos los tenían, Cedric sabía que aquella era la manera de defensa que elegía su novia.

El ojigris algo preocupado tomó la varita de su bolsillo y conjuro un hechizo que hizo estallar la puerta, el alohomora no había funcionado.

—¡¿Qué hiciste?! Pudiste haberme lastimado puberto idiota con...

Fue interrumpida por los labios del prefecto sobre los suyos mientras colocaba sus manos y las enroscaba en su cintura apretándola a él.

—No voy a dejarte así, y lo sabes—besó su nariz apreciando como ella cerraba los ojos ante esa acción.

—Lamento haberte gritado bebé—se disculpó mirando sus profundos ojos grises.

—Te amo—murmuró dejando un beso rápido en sus labios.

Tomó sus muslos para alzarla y llevarla así hasta los lavabos donde le secó las lágrimas y lavar su rostro para después secarla con toques suaves.

—¿Vas a contarme por qué estabas llorando, tendré que golpear a alguien?

—Me crucé con Ginny...

—Mírame—tomó su cara entre sus manos y acarició los lados de esta con sus pulgares—No dejes que nadie nunca, jamás te haga sentir inferior sin tu consentimiento. Eres una serpiente hermosa capaz de hacer todo lo que se proponga en esta vida.

La chica, al oír esto tomó el rostro del chico y lo besó con ganas apretando el cuello de su túnica.

—¿Ced?—lo llamó al separarse.

—¿Amor?

— Ya no te voy a dejar ver esa tonta película muggle.

— ES UN CONSEJO MUY BUENO

— ES UN CONSEJO MUY BUENO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

edición: 18/may/2023

Robert Pattinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora