resumen: el tan esperado intercambio escolar de la protagonista no sale según lo planeado al enfrentarse a la xenofobia dentro del colegio.
personaje: ocfem
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La bonita alumna de Castelobruxo siempre esperó su viaje de intercambio a Hogwarts, había imaginado a nuevos amigos y un montón de escenarios bonitos; lástima que todos los recuerdos que tiene son de los chicos de anteultimo año burlándose de su acento a la hora de hablar inglés.
Hoy martes, Melanie tenía clases con Snape, y aunque no eran tan bueno como la profesora Velho en Brasil disfrutaba mucho sus clases, sobre todo la mirada de orgullo al verla hacer pequeñas correcciones en el libro utilizado ese año.
Antes de doblar en uno de los pasillos pudo escuchar a alguien lloriquear cerca, por lo que dudando un poco se acercó, tenía miedo de que fuera una de esas tontas bromas de los gemelos pelirrojos.
—¿Estás bien?—preguntó.
Si bien no eran los pelirrojos se trataba ni más ni menos que Cedric Diggory, el niño bonito de Hufflepuff que siempre estaba con los chicos que la acosaban.
Cedric al ver a la chica limpió bruscamente sus lágrimas tratando de calmar su respiración, la primera prueba había sido algo fuerte para él y aunque quería detenerse a descansar la presión de querer ser el orgullo de su padre había aumentado el doble causando fuertes ataques de pánico.
—Sí, yo...debo irme—se apresuró a tomar sus cosas. Se sentía avergonzado, no solo porque lo había visto así, también porque él era un idiota con ella y la chica en vez de burlarse lo trataba bien.
—Toma—dijo sacando un chupetin de uno de los bolsillos de la túnica—mi mamá solía darme un dulce cada vez que podía mejorar mi estado de ánimo por mi cuenta, o cada vez que manejaba los ataques de pánico sin lastimarme.
Tomó la mano del chico dejando la paleta ella al ver que no se movía
—Gracias, supongo—sonrío—no deberías portarte bien conmigo, fui una horrible personas por burlarme de...ya sabes.
—¿Mi pésimo ingles? Sí lo recuerdo, creo que debí pensar en el tema del idioma, pero ya olvídalo, no es importante. Solo no comas el chupetin en clase, tu lengua y tus labios van a quedar verdes, pero se va con los minutos—sacó su lengua para mostrarle el ligero tono azul que le quedo a ella.
Cedric no lo sabía aún, pero esa chica terminaría siendo su tesoro en el segunda prueba y quizá su pareja si todo salía bien en el torneo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
