Cedric Diggory

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resumen: el ciclo menstrual es demasiado complicado de atravesar para algunas personas, al menos nuestra protagonista tiene un excelente novio que le ayudará a superar esa semana

personaje principal: ocfem

La primavera había comenzado hace poco en Hogwarts y los fines de semana podías usar la ropa que más te gustaba, por lo que decidiste usar un vestido blanco y sencillo junto con unas zapatillas negras de botita

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La primavera había comenzado hace poco en Hogwarts y los fines de semana podías usar la ropa que más te gustaba, por lo que decidiste usar un vestido blanco y sencillo junto con unas zapatillas negras de botita.

Esa tarde habías ido a la biblioteca para encontrarte con Cedric, te prometió ayudarte con un tema de herbología.

—¿Tengo algo en la cara?—preguntó luego de un rato al ver como te quedaste mirándolo fijamente.

—¿Qué? Lo siento, tus bonitos ojos me están desconcentrado—sonreiste. Cedric solía ponerse nervioso con los cumplidos, nunca creíste que las personas realmente se sonrojaban hasta que lo conociste a él.

—G-Gracias eh...bien, como te decía, este tipo de plantas pueden encontrarse en ambientes...—tomaste su rostro entre tus manos para dejar un rápido beso en sus labios.

—Nena, te amo mucho, pero necesito que me dejes explicarte la tarea—sonrío al ver lo que tratabas de hacer.

—Esto es aburrido, ¿por qué no podemos ir a comprar dulces como lo sugerí?—murmuraste escondiendo la cabeza en el hueco entre su cabeza y sus hombros.

Cedric nunca usaba perfume, pero su piel siempre desprendía un aroma exquisito. Aún no encontrabas palabras para describirlo, ni tampoco un perfume que se pareciera aunque sea un poco.

Antes de que tu novio te pueda responder te alejaste y miraste hacia otro lado para estornudar algo fuerte.

Fue ahí cuando empezaste a entrar en pánico, cuando sentiste algo bajar por tu parte íntima supiste que quizá debiste haber puesto más atención a tu calendario, claro también que era un mal momento para usar blanco.

—¿Estás bien?—preguntó al ver como te quedabas mirando a un punto fijo.

—Sí yo...¿puedes ir a buscar este libro? Lo necesito para una de mis tareas—le preguntaste mientras le pasabas un papel con el nombre para que busque lo que pediste.

—Vuelvo en un momento—te respondió mientras se levantaba y dejaba un beso en tu frente antes de irse. En serio quería llevarte al pueblo, pero debías estudiar primero.

Tomaste la capa que Cedric había dejado en el asiento y te la pusiste para salir corriendo, no sin antes fijarte si no habías manchado el asiento, cosa que por suerte no pasó.

[...]

—Ella me odia—murmuró mirando el techo.

—Viejo, deja de decir eso. Tal vez la chica tenía un compromiso que olvido, consulta con Lovegood en vez de estar aquí llorando.

Habían pasado tres días y no te habías presentado a clases y Cedric nunca recibió un mensaje tuyo explicándole por qué te fuiste. Quizá te habías enojado con él por no llevarte a Honeyducks*

—Sofi nunca se hubiera ido así, y Luna no va a decir nada porque cuando Sofía se molesta ella también se molesta.

—Dios, en serio te aprecio pero ya no te toletero—dijo su compañero de cuarto y tomó sus libros para salir del lugar.

A los pocos minutos de haberse ido volvió a entrar dejando sus cosas en su lugar.

—¿Ya te sientes mal por ser un pésimo amigo?—preguntó Cedric.

—No, pero Luna te está esperando en la puerta. Dice que la chica Lupin te necesita—aclaro volviéndose a sentar en el escritorio de la habitación—ponte perfume porque...—al voltear su compañero ya no estaba por lo que suspiro—...no te bañaste en dos días. Ya no importa, esa leona si que te hace tonto.

Cedric por otra parte salió a encontrarse con Luna quien le había dicho que la acompañe a la sala de menesteres.

—¿Sofía está enojada conmigo?—preguntó.

—Para nada, solo llegó su periodo y le daba vergüenza decirte—aclaró mientras daba pequeños saltitos.

Al entrar en la sala, la cual contaba con una enorme cama, sillones y una biblioteca te vio sentada en la orilla de la cama mientras llorabas.

—¿Amor, estás bien?—preguntó aunque solo pudo entender balbuceos con la palabra serpiente—¿Malfoy te hizo algo?

—Los dejaré solos—dijo Luna, los primeros días de tu periodo eran los más difíciles, por lo que tu amiga había cuidado de ti.

—Las serpientes no tienen brazos, Cedric—sollozaste mientras limpiabas el agua que salía de tu nariz con la manga de tu suéter—¿cómo dan abrazos? ¿imaginas eso? No puedes abrazar a otras serpientes por mucho que las quieras y tampoco nadie te abraza a ti porque las otras serpientes no tienen brazos y las personas te tienen miedo—apoyaste tu cabeza en su pecho buscando consuelo.

A Cedric le parecería tan tierno que por el momento solo se preocuparía de cuidar de ti los días restantes. Dulces, caricias, atención constante. Todo lo que tu quieras.

Ya luego te cobraría el susto que le diste.

Ya luego te cobraría el susto que le diste

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edición: 01/jun/2023

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