Día 24. Feromonas - parte I

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Aviso: Este AU está inspirado en la premisa central de la película Mulán, el resto de los hechos están adaptados en conveniencia con la trama omegaverse. Contiene escenas sexuales explícitas.

***


El alfa jaló bruscamente de sus cabellos y lo inclinó hasta dejar su nuca expuesta. Sin nada de sutileza entero su nariz en la piel dando cinco inhalaciones rápidas y sin descanso. Nada. No podía percibir feromona alguna en aquel sujeto.

Su mente se sentía ansiosa y confusa. Era Thor Odinson, el primogénito del linaje de Odín, un alfa entre alfas, capaz de distinguir la casta de cualquiera con solo verlo, y aún así, aunque su instinto le gritaban que tenía a un omega ante sus ojos, su olfato no percibía ni las más mínima partícula de aroma.

—¿Cuál es tu nombre, beta? —se resignó, concluyendo que si no desprendía ningún olor en su nuca, entonces era un simple beta.

—Mi nombre es Loki Laufeyson —respondió sin una pizca de temor en su mirada, aún cuando Thor fuera casi tres cabezas más alto que él—. Hijo de la tribu de Laufey del sur. 

—¿Laufey? ¿El guerrero de la aldea Nøstvet-Økser? —exclamó sorprendido Frandal, que estaba a su diestra —¿Laufey  tuvo un hijo beta? Creíamos que los dioses lo habían maldecido con el nacimiento de un primogénito omega.

Loki siseó por lo bajo, conteniendo las ganas de apuñalar al vikingo que se atrevía a llamarlo una maldición por su casta oculta.

—Él nunca habló mucho de mí —excusó, fingiendo no darle importancia.

—Y entendemos porqué, el chico es un completo fenómeno para ser un beta —"susurró" Frandal a Thor quien seguía con su vista fija en Loki.

Sabía a lo que se refería su amigo. El tal hijo de Laufey era de una estatura promedio y cuerpo delgado y curvilíneo que ni el cuero ni el metal de su armadura lograba disimular. La piel, que debería estar curtida y llena de cicatrices como la de cualquier alfa o hombre beta, era el más fino alabastro pulido que contrastaba con un largo cabello azabache brillante, sin grasa y suciedad alguna, enmarcando aquellos ojos almendrados de un tono jade profundo. Todo en el chico era de una extraordinaria belleza típica de omega que prometía las feromonas más exquisitas del Yggdrasil. Pero esto último era lo que faltaba.

—No quiero un ergi entre mis guerreros —escupió, Thor, empujando al chico que claramente era liviano como una brizna. —Puedes no tener olor como un beta, pero pareces un omega, así que largo de aquí.

—Las órdenes del Konungr fueron claras —gritó, Loki, tratando de tomar una postura firme—: un joven alfa o beta de cada tribu para luchar en la conquista de nuevas tierras. Soy el hijo de la tribu de Laufey, tengo derecho a estar aquí.

Los guerreros que se fueron acumulando a su alrededor los miraban entre el asombro y la expectativa de cómo respondería Thor ante tal insubordinación. Capaz de masacrar y dominar pueblos enteros solo con sus manos y su martillo, Thor era el alfa vikingo más importante de la región escandinava, y todos esperaban que matara a puñetazos a el beta como respuesta por atreverse a levantar la voz en su presencia.

—¿Así? ¿Crees que tienes la capacidad de estar en mi ejército? —comenzó a caminar hasta él amenazadoramente —¿Te crees capaz de blandir un hacha, o siquiera derribar a alguno de estos hombres? —señaló a su alrededor para enfatizar su pregunta.

—Yo... —por un momento Loki tembló ante el tono de voz profundo que estaba usando aquel vikingo. Lo estaba probando. Todos sabían que cualquier omega se arrodillaría ante la voz de mando de un alfa. Pero Loki no era un omega cualquiera. Si había sido capaz de robar la armadura de su padre, y ocultar todo rastro de sus feromonas para entrar al campo de guerra, resistiría a un estúpido alfa sin duda alguna— Puedo hacerlo. Sé que no luzco como el alfa o beta tradicional, pero puedo enfrentarme a usted o a cualquiera de sus estúpidos vikingos...

Thorkinktober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora