Thorkinktober 2020

Día 20. Afrodisíacos - parte I

Aviso: Este OneShot es la continuación del Día 01. Primera vez. Se puede entender por sí solo, pero para mayor contexto recomiendo leer su antecesor.

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Mediados de primavera, año del Yggdrasil.

Querido Loki:

Tal vez te has preguntado porqué he tardado tanto en escribirte, y el motivo se debe a Odín y su orden de cortar toda comunicación entre Ásgarðr y el resto de los mundos, ejerciendo especial atención en Jötunheim.

Aunque me gustaría preguntar cómo has estado, si te has alimentado bien, y la condición en que se encuentra tú mundo, la razón principal de mi carta es simple: Padre de todo ha decido regresar el Cofre de los Antiguos Inviernos. A lo mejor esta misiva llegará a tus manos después de que el rey Laufey ya conozca la decisión de Odín, pero si no es así, tú serás entonces el primero en saberlo.

¿Y a qué no logras adivinar quién será el encargado de la entrega? Así es, yo. Debo admitir que fue difícil convencer a mi padre de que me asignara tan solemne responsabilidad. Después de todo, él fue el que se encargó de acusarme de traición a Ásgarðr luego de negarme a participar como capitán de las tropas contra los guerreros jötun.

Es una pena que fuera necesaria una declaración de guerra de tu gente, para que Odín se viera obligado a tomar la decisión correcta de regresar a Jötunheim lo que por derecho les pertenece. Recuerdo perfectamente la noche en que el Padre de todo anuncio una invasión a tu mundo. Todo Ásgarðr estaba profundamente consternado, y la gente solo podía pensar en lo cansados que estaban de las guerras sin sentido y de sacrificar a sus hijos en nombre del "Reino Eterno". Tanto mi madre y yo tratamos de persuadirlo para que respetara los acuerdos, y llegara a una conciliación con tú padre Laufey, pero a veces la faceta de conquistador y guerrero de mi padre, puede más que todo lo otro.

Así fue como llegamos a esta guerra absurda que, gracias a las Nornas, tuvo su fin tan pronto como lo fue su comienzo, y ahora con el regreso del Cofre, por fin prometemos la paz tan anhelada y el principio de unos acuerdos estables entre nuestros mundos.

Sé que esta carta no tendrá respuesta, así como las otras miles que te he enviado a través de los años, pero eso nunca me ha desanimado, y menos ahora que la posibilidad de nuestro reencuentro está a menos de una semana. ¿Cuánto ha pasado desde la vez que te conocí en mi adolescencia? Tal vez unos 300 años, ¿no? Podría jurar mi vida a que sigues igual de hermoso y resplandeciente como siempre.

Como ya te había mencionado en mis anteriores notas, el siglo pasado fue mi ceremonia de recibimiento del fruto del Iðunn, y Mjölnir es la muestra material de que ahora soy el dios del trueno. Quizás con mi nueva apariencia, mucho más madura y fuerte, pueda al fin hacerme merecedor de tu atención, y si este es el caso, estaré feliz de que me manifiestes tu consentimiento para cortejarte ante nuestros padres. ¿Qué dices, Loki? ¿Puedo brindar consuelo alguno a mi corazón con la esperanza de ser merecedor del tuyo?

Creo que esta carta se ha extendido mucho más de lo que pretendía, así que me despido con un abrazo, y el anhelo de muy pronto confesarte mis sentimientos en persona.

Siempre tuyo, Thor.

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Los preparativos para su viaje diplomático estaban completos, y ahora él junto con los tres guardias que escoltaban el Cofre de los Antiguos Inviernos, estaban a las puertas del bifröst escuchando las últimas palabras y consejos del Padre de todo y Frigga.